Eran como las ocho de la noche, yo estaba saliendo de mi habitación con Nagini enroscada en el brazo. Escuché voces antes de llegar a la sala principal y pude diferenciar la de Abraxas. Dejé de caminar y decidí escuchar cuando dijo el nombre de Adeline.
-¿No crees que es demasiado? -escuché la voz de Black, creo-
-No, sólo durará unas horas. Serán las suficientes para avergonzarla frente a todo Hogwarts. -escuché el ruido de algo de metal. Era el mismo sonido que escuchaba cuando chocaba un cucharón con un caldero en la clase de pociones-
-Con éste filtro no lograrás sacártela de encima. -¿Filtro?-
-Pero, de todas formas, recordará todo. Tendremos suerte si se suicida luego de la humillación. Esa sangre sucia... -pronunció eso último con asco-
-¿Cómo sabes que está bien preparado? -preguntó Black- ¿Y si le preguntas a Tom? Él es bueno con las pociones.
-No, él no me ayudará. Está molesto porque lo metí en el rumor. -contestó Malfoy- Pensé que le haría gracia... Él también odia a los sangre sucia y a los muggles. No sé por qué la defiende.
-Traeré mi lechuza. -dijo Black. Yo terminé de bajar las escaleras y llegué justo para ver cómo Abraxas desaparecía un caldero- Aquí está. -dijo con su lechuza negra parada en su brazo. Me senté en el sofá y dejé a Nagini en el suelo para que fuera a cazar a bichos-
-¿Qué es eso? -pregunté, señalando el pequeño paquetito que tenía Abraxas en la mano-
-Es un regalo para Adeline. Una ofrenda de paz. -dijo él- Para disculparme por lo del rumor. -sonrió-
-¿Por qué no me das uno a mí? -lo vi dándole, lo que parece ser un chocolate, a la lechuza-
-Dáselo a Adeline York. -le dijo-
-El rumor me incluía a mí... -la lechuza alzó vuelo y se fue-
-Lo siento. Era el único... -se disculpó con falsedad- Vamos al gran comedor. -le dijo a su súbdito (porque eso es lo que era Black, un súbdito) y se levantaron- Nos vemos, Tom... -se despidió y salió-
¿Qué clase de filtro le van a dar a Adeline? Dijeron que ella recordaría todo y que sería humillante. Que no se la sacaría de encima... Debe ser un filtro de amor. Quieren que le llegue a ella en la hora de la cena para que se humillara frente a todo el colegio.
Le hablé a Nagini en parsel y le ordené volver a mi habitación. ¿Por qué voy a ayudarla? Supongo que es para devolverle el favor de lo de los dementores. Salí de la sala común y me dirigí hacia el gran comedor. Ya debían estar todos yendo para allá para esperar la comida. La lechuza de Black siempre se demora para la entrega de las cosas, es muy tonta y distraída.
Llegué al Gran Comedor y me senté junto con los de mi casa. Adeline estaba riéndose con ese tal Dean. Me parecía muy idiota, siempre riendo por estupideces. Además, se notaba su interés por Adeline. Siempre se la daba de galán y ahora estaba comportándose como un niño.
La comida apareció y todos comenzamos a comer. Yo no dejaba de mirar hacia Hufflepuff por si veía la lechuza. Habían varias dejando cartas y demás a los otros alumnos, pero todavía no llegaba la lechuza negra. Cuando la vi acercarse a Adeline, ya era momento del postre. Me levanté y caminé hasta la mesa de Hufflepuff bajo la mirada de muchas personas.
-Adeline... -le hablé. Ella frunció el ceño y me miró extrañada. Sus compañeros (y casi todo el comedor) se habían quedado en silencio-
-¿Qué? -preguntó con el pequeño paquete rosa en su mano-
-Necesito hablar contigo... -dije. Ella se sorprendió y vi a Dean bufar. Lo miré fijamente y desvió la mirada-
-¿Y qué estamos haciendo? -obvió ella-