-¿Segura que estás bien? -preguntó Daisy con preocupación. Las dos estaban sentadas frente a mí en las orillas del lago. Eran como las siete de la tarde-
-Estuvieron las últimas dos semanas preguntándome lo mismo. Estoy bien. -contesté y arrojé una piedra al agua- Sólo estoy algo nostálgica. -mentí a medias-
-Es cierto... Aún no puedo creer que mañana terminemos las clases. -dijo Mel- ¡Será nuestro último día en Hogwarts!
-Es cierto. -murmuró Daisy- Es increíble...
-Siete años. -me recosté en el césped- Cielos... Es mucho tiempo... -cerré los ojos-
-Los mejores siete años de mi vida. -dijo Daisy-
-Exceptuando algunas cosas... -murmuré y sentí un pequeño pinchazo de dolor en el corazón--Sí... Lo de Myrtle fue trágico. -dijo Mel-
-Olive dice que Myrtle está volviéndola loca. -contó Daisy-
-¿Cómo? Está muerta. -dije con sequedad-
-Su fantasma está acosándola.
-Se lo merece por maldita. -espeté- Aunque, debería estar siguiendo a otra persona...
-¿A quién? -preguntó Melissa. Abrí los ojos inmediatamente y me alarmé. ¿Lo dije en voz alta?-
-Ahm... A... ¿A Rubeus? -improvisé- Dicen que fue él quien escondió a la araña.
-Pero Olive la torturó durante toda su estadía en Hogwarts. -dijo Daisy- El daño que ella le provocó en vida fue peor que la causa de su muerte...
-No sé si sufrió o no... -espero que Tom no la haya torturado antes-
-Suponen que no. -dijo Melissa- Oye, Adeline...
-¿Sí? -la miré, aún acostada
-¿Podrías prestarme a Clifford por un mes? -soltó. Parpadeé un par de veces, confundida-
-¿Para qué quieres a Clifford? -pregunté con diversión-
-Quiero tenerlo un tiempo en casa... -contestó- Además, es posible que Lion y yo pasemos tiempo juntos en la casa de sus abuelos, en Rusia. Es una casa de campo con un terreno enorme. Sería genial que ese gordo hiciera algo de ejercicio...
-Está bien... De todos modos iba a pedirle a alguien que lo tuviera un tiempo. Mamá me dijo por cartas que tal vez viajemos a Grecia en las vacaciones. Alguien tenía que quedarse con él.
-¡Perfecto! -chilló- Gracias, Addy.
-De nada, Mel... -suspiré-
-Abraxas está llamándote. -le dijo Melissa a Daisy. La pelirroja volteó y vio al torpe de Malfoy haciendo señas desde el otro lado del lago-
-Voy a ver qué quiere... -se levantó- Nos vemos en la cena, chicas.
-Ve a hacer tus cositas con ese tarado... -dijo Melissa, riéndose-
-Cállate, tonta. -contestó Daisy con una sonrisa mientras se alejaba de nosotras-
-¿Cómo van las cosas con Tom? -me preguntó. Cerré los ojos y traté de no hacer temblar mi voz al hablar-
-Ya no hay nada más que un pasado entre él y yo... -suspiré-
-¿No hay ninguna chance de que vuelvan a estar juntos? -sentí que se acostaba a mi lado-