-¡Adeline! -escuché que me hablaban. Me di vuelta y vi a Solange Fontaine caminando femeninamente hacia mí. Yo dejé de devorar mis golosinas y me levanté del suelo. Tragué el chocolate que tenía en la boca y le sonreí. Ella hizo un gesto de aprensión y se señaló los dientes. Comprendí lo que quería decirme y limpié mis dientes con mi lengua-
-Hola. -sonreí, ahora con los dientes libres de manchas-
-Hola, Adeline... -contestó con su pronunciado acento francés. Ese acento sólo la hacía más perfecta. Era alta, castaña y con unos preciosos ojos gris claro- ¿Cómo estás?
-Bien... ¿Y tú? -intenté no demostrar mi confusión-
¿Por qué demonios me hablaba? Ella nunca me había dedicado siquiera una mirada...
-Oh, estoy perfectamente bien. -contestó, pasando su mano por su largo cabello- Tengo una pregunta para ti...
-Soy todo oídos... -dije. Ella miró hacia los lados y se acercó a mí-
-Soy mujer, igual que tú...
-Que observadora. -comenté. Ella me hizo un gesto para callarme-
-Lo que quiero hablar contigo es sobre Tom. -dijo, ignorando lo que yo le había dicho. Me puse atenta y algo molesta por la mención de mi novio-
¡Sí! ¡MI NOVIO!
-¿Qué hay con él? -me crucé de brazos-
-Lo he visto rescatarte a ti en la segunda prueba, en el lago. -contó- Sólo quería saber si son novios o algo...
-Nosotros...
Se supone que debo mantenerlo como un secreto, ¿no?
-No somos novios. -dije al fin. Ella sonrió abiertamente- Pero no puedo negar de que pasa algo con él.
-Oh... -cambió su expresión de repente- Pero no es tu novio... -fue más una afirmación que una pregunta. Yo negué y ella volvió a sonreír- Eso es suficiente para mí... -se dio vuelta- ¡Adiós! -empezó a caminar-
***
-La odio, la odio, la odio. -murmuré mientras observaba a Solange sonreírle a Tom mientras hablaban con los directivos de los tres colegios. Yo estaba en el Gran Comedor, sentada con Melissa y Daisy en la mesa de Griffindor. Siempre era bienvenida en esa mesa. Me adoraban-
-Es una arpía... -dijo Daisy-
-Le dijiste que no era tu novio. Era obvio que iba a atacar en algún momento. -agregó Mel-
-¿Quién no es novio de Adeline? -preguntó Septimus Weasley-
-Nadie. -dije apresuradamente- Nadie es mi novio. Por eso...
-Oh... Yo creía que estabas con el Durmstrang que participa en el torneo... August Gales. -comentó el pelirrojo-
-Salí con él, pero no funcionó... -me encogí de hombros-
-Entonces Dean va a aprovechar... -murmuró-
-¿Dean? -pregunté confusa- ¿Qué tiene que ver él?
-Le gustas desde el año pasado. Pensé que lo sabías... -me dijo- Estuvo un poco molesto por lo del Durmstrang, pero ahora debe estar feliz. -se metió una tarta en la boca. Yo me quedé pensando-
-No era necesario que le dijeras todo así, Weasley. -dijo Mel-
-Existe la discreción, mi querido Septimus... -comentó Daisy- De todos modos, Addy no está disponible. -agregó. Yo la pisé por debajo de la mesa y ella chilló- ¡Oye! -me miró mal-
-Existe la discreción, mi querida Daisy. -repetí lo que ella había dicho y me acerqué a su oído- No les conté lo del noviazgo secreto para que lo anden gritando por todos lados. Por algo es secreto. -le susurré-
-Lo siento... -se disculpó. Vi una silueta caminar hacia nosotras y comencé a codear a Melissa. Ella se quejó y me miró mal, para luego seguir ignorando al chico que se había posicionado detrás de ella. Volví a codearla-
-¡Deja de romperme las costillas, Adeline! -se enojó. Lion carraspeó y ella se dio vuelta. Enrojeció en un microsegundo y abrió los ojos como platos-
-Li...Lion... -balbuceó. Él le sonrió y se agachó para besar su mejilla-
-Hola, leona. -la saludó-
¡Esto es hermoso! ¡Mi leona encontró a su león!
-Hola... -le sonrió ella, atontada- ¿Cómo estás?
-Muy bien. ¿Cómo estás tú? -preguntó- No te vi después de lo de ayer en la enfermería.
-Estoy bien. -contestó ella y bajó la mirada-
-Me preguntaba si... -comenzó él. Se rascó la nuca y desvió la vista-
-¿Qué cosa? -preguntó Mel. También estaba nerviosa. Todos en su mesa estaban observando a Lion-
-¿Te gustaría acompañarme al baile de navidad? -soltó él. Daisy me codeó a mí y yo a ella. Creo que nosotras estábamos más entusiasmadas que Mel. Ella se quedó boquiabierta mientras miraba al Durmstrang. Él sonrió se encogió de hombros- ¿Qué dices?
-Yo... Ah... Ahm... Yo... -tartamudeó. Le pegué en la cabeza- Sí. -contestó al instante del golpe- Quiero ir contigo. -asintió. Ambos se sonrieron enormemente-
-Me alegra que hayas aceptado... Nos vemos. -volvió a besarle la mejilla y se alejó hacia la mesa de Durmstrang. Les dijo algo a sus amigos y ellos festejaron. De seguro les había contado que Mel había aceptado. Me crucé con la mirada de August, quien me sonrió y levantó los pulgares. Yo lo saludé y me di vuelta para ver a Melissa. Ella seguía mirando a la nada-
-¡Te invitó al baile! -chilló Daisy. Melissa salió de su trance y se comenzó a reír de felicidad- ¡Eres una maldita suertuda!
-Lo soy... -contestó-
-Ninguno de los que me invitó es de Durmstrang. Uno era Ravenclaw, otro era Slytherin, y el otro de Hufflepuff. -enumeró-
-¿Slytherin? -pregunté, impresionada-
-Sí... -hizo una mueca- Lo rechacé inmediatamente. Era de quinto. -movió su mano, como restándole importancia. Noté que Tom y Fontaine dejaban de hablar con los profesores y se comenzaban a dispersar. Vi a Solange agarrar del brazo a Tom para decirle algo-
-Vuelvo en un minuto. -dije, levantándome. Caminé en dirección a ellos y, cuando estaba unos dos metros, Tom me visualizó. Pero no llegué siquiera a hacer un paso más que ya me habían agarrado del brazo. Dejé de caminar y vi que mi serpiente fruncía el ceño-
-Addy... -escuché la voz de Dean. Dejé de mirar a Tom y me concentré en él-
-¿Qué hay Dean? -sonreí-
-¿Quieres ser mi pareja en el baile de navidad?