Narra Adeline York:
-Estuvo delicioso... -hablé- Mi madre cocina mejor que cualquier elfo doméstico... -dije con orgullo-
Justo ahora estábamos en el parque de St. James, de la mano, paseando y pateando nieve. Hablábamos de la comida que preparó mi madre para la cena de anoche. Había sido una linda noche... Me alegra haber invitado a Tom.
-Clifford disfrutó devorar las sobras... -comentó él-
-Hacía mucho que no pasaba una navidad tan linda... -sonreí. Él comenzó a reír- ¿De qué te ríes? -fruncí el ceño. Él seguía riéndose. Tenía una risa muy hermosa, pero era extraña su causa... ¡Yo sólo dije que fue una navidad linda!- Hey... -golpeé su brazo. Sentía como si se burlara de mí- Deja de reírte, tonto.
-Ay, por Salazar... -suspiró y se calmó un poco- Te quiero. -me abrazó por los hombros. El poco enojo que tenía al ser víctima de su burla camuflada, se desvaneció, causándome una gigantesca sensación de ternura. Lo bueno que tenía el ser novia de una persona casi inexpresiva respecto a sus sentimientos, era que aprendía a valorar las muestras de afectos por más pequeñas que fueran- ¿Por qué me miras así? -preguntó. Sus mejillas, un poco rojas por el ataque de risa (el primero que había visto de su parte), y su cara de "Tratando de no reír" me hicieron sentir aún más ternura. Yo dejé de caminar y lo obligué a agacharse. Besé suavemente sus labios y luego lo abracé- ¿Y eso por qué? -preguntó. Sentí su corazón un poco acelerado, cosa que me hizo sentir bien. Al menos él siente cosas por mí, como yo por él-
-Porque te quiero más de lo que desearía... -murmuré con la voz ahogada por su abrigo. De seguro mis mejillas estaban sonrosadas-
-Yo debería decir eso... -contestó. Levanté la cara y lo miré con una sonrisa-
-Soy una diosa, lo sé. -dije con arrogancia. Él se rió y me besó. Estábamos en el medio del camino (aunque estaba muy solitario todo) besándonos y sonriéndonos como parejas normales-
Bueno, si lo nuestro puede ser llamado "normal"...
-Oigan, no creerán quién es... -dijo una voz detrás de mí. Tom levantó la mirada y se tensó increíblemente rápido- Es el anormal de Tom Riddle, señores y señoras... -escuché unas risas. Me di vuelta y vi a tres chicos y una chica mirándonos con burla. Había un rubio, que estaba más adelante que todos, un castaño y un moreno. La chica era castaña y tenía aspecto de Druella Rosier y Solange Fontaine. Obvio que sin la clase y la belleza que las otras dos poseían- Y no está solo... -la voz era del rubio. Tom dejó de abrazarme y me agarró la mano para intentar sacarme de allí, pero el rubio se interpuso en nuestro camino. No sabía quién era, pero ya me caía mal. Parecía un criminal, un chico rebelde- ¿No nos vas a presentar? -me miró de una forma demasiado... ASQUEROSA-
-Quítate. -dije de mal humor-
-Oh... Tiene carácter... -le dijo a sus amigos. Ellos asintieron y se rieron. La chica me observaba con odio- Debe ser del mismo internado para marginales al que va nuestro Tom...
-Quítate, Lance. -habló Tom. Tenía la mirada más fría que había visto. "Lance" desvió la vista, pero lo disimuló mirando a sus amigos-
-No nos quiere presentar... -se rió patéticamente- ¿Quién eres, preciosa? -me miró-
-¿Quienes son ustedes? -solté a Tom y me crucé de brazos-
-Vámonos, Adeline... -me dijo-
-Pero qué descortés soy. No me presenté... -Lance se llevó una mano al pecho- Soy Lance Fanning. -me sonrió con cinismo- Él es Malcom. -señaló al castaño- Él Robert. -el moreno asintió. Parecían perros, igual que Malfoy y sus amigos- Ella es Giselle. -señaló a su prostiamiga-