Capítulo 47: Tal vez mañana...

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Narra Adeline York:



-No me obliguen a ir... -les rogué a las chicas-

-En algún momento tendrás que enfrentarlo, Adeline. Ahora es cuando. -dijo Daisy- Yo tuve que ver a Abraxas.

-Por favor. -junté mis manos, como si estuviera rezando-

-Adeline... Me veré obligada a llevarte usando magia. -advirtió Melissa- No puedes pasar un día completo sin comer.


-Y no pienso traerte la cena aquí. -agregó mi pelirroja amiga-

-Es vergonzoso... -me tapé el rostro con las manos-

-Andando. -Melissa me agarró de un brazo y Daisy del otro-

-¡No! -me negué y traté de retroceder-

-Pasé por la misma situación, Adeline. No sirve de nada que te escondas. -dijo Daisy mientras yo trataba de agarrarme de las paredes del pasillo. Estábamos en una parte el pasillo y ellas me estaban obligando a ir a cenar, ya que no había ni desayunado-

-Yo no pasé por esa situación, pero también sé que no sirve de nada. -Mel habló con la voz algo ahogada por mi espalda. Yo intentaba por todos los medios huir de mis dos "amigas"-

-Las detesto. Las asesinaré lentamente si no me sueltan en este instante. -advertí. Ellas sólo rieron, sabiendo que no soy capaz de hacerles daño-

-No me mates a mí. Ustedes son las impuras... -bromeó Mel-

-¡No me lo recuerdes! -enrojecí al instante. En la mañana les había contado todo lo que había sucedido entre Tom y yo. Sí, TODO-

-Además, hay muchas personas que quieren felicitarte. -Daisy casi cae al tironear de mi brazo-

-¡¿Se enteraron?! -chillé-

-Por su cumpleaños, tarada. -me reprendió Melissa. Yo me tranquilice- ¡Hasta te darán regalos! -dijo feliz- Tom ya te lo dio, ¿verdad? -se rió macabramente-

-¡Maldita! -le grité. Las dos se rieron con fuerza al ver mi cara roja-

-Lion te dará tu regalo cuando tengas cuarenta años. -le advirtió Daisy a Melissa- O juro que los asesinaré a los dos.

-Basta de hablar de esto como si fuera un regalo. -murmuré avergonzada-

-Tienes razón. No fue un regalo, fue una noche de...

-¡Cállate, Melissa! -me escandalicé- Ay, no... -visualicé la puerta del Gran Comedor- Por favor, apiádense de mí y déjenme huir.

-No. -dijeron las dos al mismo tiempo. Llegamos a la puerta y yo dejé de forcejear, recobrando mi compostura-

-Primero las ataré en un árbol... -empecé a decir- Luego, practicaré tiro al blanco con cuchillos... Aunque, las flechas son divertidas. -caminé bajo la mirada de algunas personas. Ni siquiera quería mirar a la mesa de Slytherin- Después, llamaré a un dementor y haré que les succione todos sus recuerdos felices. -las chicas me guiaron hasta la mesa de Gryffindor, en donde me recibieron con una gran sonrisa- Y, antes de que ellos terminen su trabajo, llevaré a sus respectivos novios, familiares y mascotas, y los asesinaré frente a ustedes. -me senté en el medio de las dos- Cuando haya terminado de matarlos lentamente a todos, acabaré con ustedes. -terminé-

-Sí, claro. -rió Melissa-

-¡Feliz cumpleaños, Adeline! -dijo Weasley con la boca llena- ¿Por qué no te vimos en todo el día?

El comienzo de Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora