Narra Tom Riddle:
Ya estaban todos en la orilla del lago, esperando a ver el espectáculo que brindaría el torneo. La prueba sería rescatar un objeto o ser vivo preciado para nosotros y luchar contra las criaturas que habitan en el lago. Tengo un par de aliados ahí dentro, por suerte. Y tengo una forma de poder moverme y respirar con facilidad bajo el agua.
Estaba en una de las orillas del lago en donde no había nadie. Allí estaba la sirena que siempre se me visita a través de la ventana de mi habitación. Ella me ayudaría a encontrar a mi "objetivo". De seguro sería mi diario o Nagini...
Me dio una especie de collar con una piedra negra, se señaló a ella misma y luego señaló el lugar en donde comenzaría la segunda prueba. Allí estaban todos los alumnos y concursantes. La sirena volvió a meterse al agua y desapareció. Yo me puse el colgante con la piedra negra y caminé en dirección al lugar en donde sería la salida de los concursantes. Allí estaba August con su cara de idiota y la chica de Beauxbatons que me miraba batiendo sus pestañas como si yo fuera a prestarle atención. Me paré en la orilla del soporte de madera y respiré profundamente.
-¡HOY, EN LA SEGUNDA PRUEBA DEL TORNEO DE LOS TRES MAGOS, DEBERÁN ENFRENTARSE A LAS MISTERIOSAS AGUAS DEL LAGO NEGRO Y A LAS CRIATURAS QUE HABITAN EN SUS PROFUNDIDADES! -habló el director. Todos se pusieron a aplaudir y a gritar. Miré superficialmente a todos y se me hizo extraño no ver a Adeline animando a su querido August- ¡HAY ALGO DENTRO QUE LOS CAMPEONES DEBERÁN SACAR, LUCHANDO CONTRA TODAS LAS CRIATURAS QUE SE INTERPONGAN ENTRE SU OBJETIVO Y ELLOS! ¡EL PRIMERO EN SALIR, SERÁ EL GANADOR DE LA SEGUNDA PRUEBA! -me quité el abrigo y la camisa que traía y los dejé a un lado. Dippet era un parlanchín. Sólo tenía que decir "comiencen" y nada más. No dar todo un discurso inútil acerca de el vuelo del fénix-
-Buena suerte, Tom... -dijo Solange, posicionándose a mi derecha. La miré y ella me sonrió, para luego mirar indiscretamente mi torso. Del otro lado estaba August, mirándome con cara de niño malo-
-Igualmente para ustedes. -contesté por compromiso. Escuchamos el sonido de una explosión, que era el que daba comienzo a la prueba. August fue el primero en tirarse al agua, Fontaine fue la segunda. Esperé unos segundos y me lancé-
Una vez dentro del lago, comencé a sentir un ardor al rededor del cuello, en donde hacía contacto con el colgante. Mis piernas me cosquilleaban, me dolían los ojos y sentía como si me cortaran la carne que cubría mis costillas. Me removí y sentí que mis piernas no me respondían. ¿Esa sirena me había engañado? ¡Dijo que podría respirar bajo el agua! Seguí moviéndome con desesperación, tratando de encontrar aire. Hasta que no me hizo falta.
Abrí los ojos y vi a la sirena frente a mí. Fruncí el ceño y me miré las piernas, o lo que quedaba de ellas... Ahora había una gran cola, llena de escamas y color negra. ¡Genial! ¡Ahora soy un pez! No podría ser más humillante...
-¿Terminaste de apreciar tu aleta? -escuché. Miré con confusión en donde se encontraba la fea criatura- ¿Cómo crees que nos comunicamos aquí?
-No pensé que salieran sonidos debajo del agua. -dije. Ella me entregó el tridente que tenía en su escamosa mano y señaló en dirección al lugar más oscuro y profundo del lago. Por ahí estaba la sala común de Slytherin- ¿Ahí está el objetivo?
-Es en donde está el objetivo de los tres. Con el tridente podrás pelear con las sirenas o grindilows que se te interpongan. El calamar inútil y yo trataremos de hacer que los demás se demoren más tiempo. De todos modos, de eso se trata, ¿no? Luchar contra los competidores. -nadó en dirección contraria a la que me indicó- Suerte, Slytherin...
-¿Cuál es mi objetivo? ¿Mi serpiente? -le pregunté a medida que se alejaba. Ella se dio vuelta y me sonrió, mostrando sus horribles y afilados dientes-
-Averígualo tú mismo... -desapareció entre las plantas acuáticas-
Era extraño estar aquí. Veía todo con claridad, al parecer el cosquilleo en las piernas y el dolor en los ojos y costillas era para transformarme en esto. Una especie de tritón. Mitad hombre mitad pez. Era más fenómeno que antes. Perfecto.
Comencé a nadar en la dirección que me dijo la sirena y vi que salían como tres grindilows de las plantas. Uno me agarró de la aleta y y comenzó a arrastrarme hacia abajo. Sus amiguitos me agarraron de los brazos, ayudándolo a hundirme. Liberé el brazo en donde tenía el tridente y los golpeé con él. Había olvidado la varita en el abrigo, así que tendría que enfrentarlos con esto.
Nadé con más rapidez hacia el lugar en donde estaba mi sala. Las sirenas y grindilows eran cada vez más. Intentaban alcanzarme, pero esta cola era más rápida, así que los dejaba atrás.
Pasé por en medio de unas resbaladizas plantas y sentí dolor en la aleta. Sin ver nada, clavé el tridente en el lugar en donde sentí que me mordían. Seguí nadando hasta que salí de ese laberinto de vegetación acuática. Vi el tridente, allí había un grindilow luchando por liberarse. Al parecer no le dolía tener un pedazo de metal atravesándole el estómago, ya que me miraba y me mostraba sus dientes. ¿Por qué no muere de una vez?
Seguí nadando y vi que las sirenas miraban con terror el grindilow atravesado. Se apartaban de mi camino por miedo a tener el mismo destino. Llegué al lugar en donde estaba mi sala común y le di la vuelta.
Lo que vi allí me sorprendió y preocupó. Eran dos personas y un gato atados a unos largos palos clavados en el suelo. Una de esas personas era Adeline. Solté el tridente y me fui con rapidez hacia donde estaba ella. Parecía un cadáver, era tenebroso. Pero era igual de hermosa que siempre... Su cabello parecía aún más suave que antes y su piel más clara. La luz que se filtraba le favorecía enormemente. Un momento... ¿Ella es mi "objeto preciado"?
Sentí que me agarraban de la aleta otra vez para hundirme. Yo me agarré de Adeline y me sacudí para que esa fea sirena me soltara. Cuando lo hizo, traté de desatar a Adeline para llevarla a la superficie. Terminé de hacerlo y nadé de nuevo hacia donde estaban todos.
En el camino vi a la Beauxbatons yendo en dirección al lugar en donde estaban los objetivos. Ella miró a Adeline con el ceño fruncido y siguió nadando.
Llegué cerca de la base de madera que había al lado del lago y salí a la superficie.
Adeline abrió los ojos e inhaló profundamente mientras se agarraba de mi cuello para no hundirse. Miró el agua con terror y confusión, luego me miró a mí. Escuchamos los aplausos de todo Hogwarts y la voz de Dippet diciendo que yo había sido el ganador nuevamente.
Adeline me miraba de una manera muy extraña. Como si no entendiera el porqué estaba aferrada a mi cuello. Como si no entendiera qué hacía en el lago.
Como si no entendiera que ella era mi objeto preciado.