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La señora Kim junto a su esposa corrían con rapidez al cuerpo de su hijo, la alfa lo tomó en brazos, jadeó de dolor mientras la omega tomaba la mano de su hijo, gritando por ayuda, mientras tanto una alfa se acercaba junto a un pequeño botiquín.

—Llévenlo a su casa, debe estar en un lugar seguro —hablo mientras ambas mujeres se apresuraban a llevarlo a la casa, al llegar lo subieron a su habitación dejándolo sobre su cama.

La doctora se acercó, tomando el pulso del chiquillo que a pesar de su estado inconsciente su cuerpo se sacudía con violencia. La mujer inyecto la anestesia haciéndolo detenerse, ambas madres miraban con temor a su hijo quien comenzaba a palidecer.

—¿Qué esta pasando? ¿Qué demonios pasó allá? —bramó la omega aferrándose a su alfa.

—Esta pasando por un lazo roto, su omega fue rechazado, la luna no logró completar el lazo y ahora esta sufriendo las consecuencias —explicó la doctora.

Todos en la habitación se quedaron en silencio, mirando en cuerpo quieto y frío del omega.

Por otro lado, en la oscura y temblorosa mente de Taehyung se encontraba un tímido chico caminando entre un bosque, aquel bosque que había construido junto a su lobo para darle un habitad bonita dentro de su mente, miró a su alrededor, sintiendo su cuerpo estremecerse, todo estaba en llamas, las copas de los arboles, los arbustos, las flores, se abrazó a si mismo caminando entre la maleza hasta el pequeño arroyo, encontrando al lobo tirado junto a este.

—¿Omega? —fue todo lo que murmuró mientras se sentaba a su lado— ¿Qué esta pasando? ¿Por qué todo se esta quemando? ¿Por qué me desmayé?

—Ay mi pequeño... Lo siento tanto —el lobo se acurruco en su regazo dejando su cabeza cerca de su pecho.

—Fuimos rechazados —fue todo lo que mencionó, Taehyung ni siquiera lo miró, tan solo llevó sus manos temblorosas al pelaje contrario y lo acaricio, lo acaricio con tanta suavidad que parecía más bien que estaba rozando el aire.

Se quedaron en silencio, un silencio profundo y hasta cierto punto asfixiante, tan solo las lágrimas brotaban de sus ojos cuales cascadas, en silencio observo el infinito vacío que se erguía ante sus ojos, no dijo nada, no emitió ningún sonido, el dolor lo carcomía por dentro, apretando su garganta hasta el punto de quitarle el aire, recordaba esa tarde, la sensación de felicidad en su piel y la emoción que le comía los huesos, ahora esa emoción había sido cambiada por mera desesperación y estrés, el avasallante deseo de gritar lo invadió y de pronto se encontró mirando al techo de su cálida habitación, gritando, gritando de dolor mientras se retorcía, llevando sus manos a su pecho. Tan solo vio a sus madres entrar y su espalda se arqueó mientras arañaba su garganta, de pronto, no podía respirar, se estaba ahogando y luego sintió un pinchazo en el brazo, fue cuestión de segundos para que su cuerpo cayera cual saco en la cama, su mirada vidriosa tornaba su vista borrosa, dejó de sentir dolor pero la sensación de desgarre seguía presente en su pecho.

Miraba a su madre hablar pero no escuchaba, tan solo la veía mover la boca, luego todo dio vueltas y volvió a sumirse en la oscuridad.

Miraba a su madre hablar pero no escuchaba, tan solo la veía mover la boca, luego todo dio vueltas y volvió a sumirse en la oscuridad

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Jungkook tocaba insistentemente la puerta de cierto omega quien a paso lento se acercó a la puerta abriéndola de la misma manera.

—¿Kookie? ¿Qué haces aquí? —sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas y nariz, Jungkook se sintió tan horrible en ese momento, sentía a su lobo arañar en su pecho en busca de llamar su atención, rogándole regresar con su omega.

—Amor... no se que fue lo que pasó pero, Dios, te necesito ahora más que nunca. —habló con la voz temblorosa, Jimin sujetó su mano y lo adentró a la casa.

—¿Tu omega no se enojará de que estés aquí? —preguntó mientras se sentaba en el sofá con la manos alrededor del vientre.

—Tu eres mi omega de que hablas —le sonrió acariciando su muslo.

—Jungkook... no, sabes que no, la luna te escogió junto a ese omega, debes estar ahora con él, nosotros podemos ser amigos y...

—¡No! calla, tu eres mi omega y me quedaré contigo y mi bebé, nuestro bebé.

—Jungkook, debes estar con él, sino lo estas él podría morir y no es algo con lo que quiero cargar.

—¡NO ME IMPORTA, YO NO LO QUIERO, YO TE QUIERO A TI, ERES TODO LO QUE NECESITO, ÉL PUEDE IRSE A LA MIERDA! ¡LA ÚNICA QUE CARGARÁ CON LA MUERTE DE ESE NIÑO SERÁ LA LUNA, TU Y YO NO TENEMOS NADA QUE VER! —respiró agitado mirando hacia algún punto en el suelo— todo sería mejor si él estuviera muerto...

Oh Jungkook, el peso que acarrean tus palabras serán tu ancla al infierno.

Why Moon? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora