El corazón se le paralizó al ver la escena de la pareja en la entrada, tragando con fuerza y desviando su mirada para evitar sentir el dolor que aquello le provocaba, ¿Es que acaso Taehyung no se había sentido así cada vez que lo veía con Jimin? Estaba de más decir que esta vez los papeles se habían volteado. Taehyung bajó de la espalda del alfa mientras acomodaba su ropa, un fuerte mareo inundándolo al colocar los pies sobre la tierra, respirando hondo se acercó hasta el alfa y tomó asiento en el sofá donde Jungkook se encontraba, normalizando su respiración para luego mirar al alfa.
—¿Como está la niña? —preguntó mientras miraba hacia un punto en la nada, YoonGi se escabulló escaleras arriba junto a las madres del omega para dejarlos solos. Jungkook tomó asiento.
—Está muy bien, nació un poco antes de tiempo pero nada preocupante, salieron de alta hace tres días —esbozó una pequeña sonrisa mientras recordaba a su pequeña— ¿Quieres verla? —Taehyung sintió como su garganta se cerraba, el bebé de su alfa, el bebé que había tenido con alguien más... asintió.
El alfa sacó su celular, mostrándole la foto de la pequeña niña envuelta en una linda manta color crema con ositos celestes, sus pequeñas manitas rosadas se aferraban a la mano de Jungkook mientras que el alfa sonreía con las mejillas llenas de lágrimas y la mirada más brillante que había visto en alguien alguna vez en su vida, la pequeña tenía los ojos chocolate de Jungkook y los labios carnosos de Jimin. Era exactamente igual a los dos... tan perfecta. Y sin quererlo llevó su mano a la pantalla, con su dedo acariciando la mejilla de la bebé, todo rastro de felicidad que le había provocado ver a su gran amor ese día se había ido, había sido frenado por completo de su cuerpo ante aquella imagen. Jungkook tenía una niña, era feliz con ella, se le veía tan lleno de vida junto a la bebé que de pronto se odió un poco más. Aquella niña no tenía la culpa de lo que sus padres habían hecho, esa niña que crecería sin su padre... ¿o no? ¿Jungkook lo elegiría a él por sobre la niña? ¿Jungkook lo amaría más que a ella? Claro que no, era su niña ¿Jungkook querría alguna vez otro bebé? ¿Con él? Ante aquellos cuestionamientos sin pensarlo llevó su mano a su vientre plano, sintiendo las costillas que estaban pegadas a la piel, quería una familia, quería una familia grande ¿Jungkook la querría? ¿La querría con él? Y entonces se dejó caer en el costado del alfa, sollozando con fuerza, incapaz de retener sus sentimientos, enojado consigo mismo por no poder ocultar como toda la situación lo afectaba, quería gritar, quería gritarle a la luna porque Jungkook y no YoonGi, quería gritarle que porque a él le había quitado la capacidad de amar a YoonGi o alguien más mientras que Jungkook había seguido enamorado de Jimin luego del festival, porque por más que quisiera ser como Jungkook y engañarse fingiendo que amaba a YoonGi, que le quería a él era imposible.
Su corazón latía por su antiguo alfa como latía con sus amigos, ya no habían sonrojos o deseos de tener una relación, sus sentimientos por YoonGi habían desaparecido tan pronto como la luna lo había elegido pero se negaba a aceptarlo, YoonGi siempre había sido su red de seguridad y en ese momento, mientras era consolado por otros brazos, por otro aroma se sintió extraño, su corazón latiendo de felicidad al ser aceptado por su alfa, quería buscar más calor, a pesar de todo el dolor que Jungkook le había causado no podía ir en contra de la naturaleza, estaba en su destino amarle y eso es lo que haría, pero eso no quitaba que tuviera miedo, tanto miedo de volver a ser lastimado, que Jungkook escogiera a su familia, a Jimin y a su hija, antes que a él, ¿alguna vez sería tan importante para él como Jimin lo había sido?
—Jungkook —murmuró con la voz gangosa producto del incesable llanto.
—Dime —murmuró por primera vez desde que el omega había caído en sus brazos a llorar.
—¿Por que no viniste cuando Jimin salió del hospital? D-dijiste que salió hace tres días —susurró con la voz temblorosa esta vez, su omega lo estaba controlando, estaba apunto de hacer aquella pregunta que él como humano no se atrevía, por miedo a la respuesta, por miedo a quedar vulnerable frente al alfa una vez más...
—Bueno... debía llevarlo a su casa, me pidió que me quedara y yo no pude negarme, después de todo acababa de dar a luz y me sentí con la responsabilidad de cuidarlo —eso había dolido más de lo esperado. "Responsabilidad" esa palabra sonaba tan fuerte, tan firme... tan imponente. Jungkook y Jimin compartían una bebé ¿ellos que compartían? ¿Un lazo roto y muchas cicatrices? Eso no era suficiente. Jungkook no tenía ninguna responsabilidad con él.
—Ya veo... —no te quiebres, no lo hagas, no seas débil, no dejes que te vea vulnerable.
—¿Por qué?
—Te esperé ese día en la plaza todo el día... como acordamos... —se abrazó a si mismo, pero sin salir de los brazos del alfa por miedo a que desapareciera.
—Oh... lo siento, lo olvidé... estaba muy ocupado con la bebé y-... —un nudo aún más grande creció en su garganta, su humano luchaba sin piedad contra el lobo tratando de que no fuera lastimado (aun más)
—Tampoco respondiste mis llamadas.
Y de nuevo los recuerdos lo invadieron, recibió el mensaje de que Jimin ya había salido del hospital junto a la bebé y se encontrarían esa tarde en la plaza para hablar sobre lo que sucedería a continuación, recuerda haberlo esperado aguantando el frío, las ventiscas y las mareas de polvo y hojas que el viento arrastraba, temblando gracias a su débil condición, llamando una y otra y otra vez, enviando mensajes, con las mejillas rojas de impotencia y tristeza, con el corazón bombeando con rapidez al ver como las horas pasaban y el alfa lo llegaba, aguantando las palabras de odio y uno que otro golpe de parte de gente que apoyaba la relación entre Jungkook y Jimin, aguantando los insultos solo para esperarlo, su omega aullando llamando a su alfa, su aroma yendo cada vez más débil por las calles, con el corazón en la mano mientras una vez más su omega lo dominaba dejando salir de nuevo el dolor y la decepción de haber sido dejado de lado una vez más. En ese momento entendió que en la vida de Jungkook nunca habría nada más importante que su hija, la hija que compartía con otro.
—Mi celular se descargo y luego me quedé en casa de Jimin, hasta hoy pude venir, lo siento cielo —se separó bruscamente del alfa, mirándolo con odio y dolor, mientras que una marca nueva aprecia en su cuello— Tae...
—¿Pasaste estos días c-con él? ¿E-en su casa? —había comenzado a temblar con violencia, lo vio asentir y fue en ese momento cuando se derrumbó— rompiste nuestra promesa, insististe tanto y me da asco aceptar que yo estaba ilusionado, dime mejor ¿cuáles son tus razones? —escupió con rabia, el lobo había vuelto a ocultarse y había dejado al humano encargarse de nuevo.
—Escúchame, lo siento ¿si? Pero Jimin tiene a mi bebé —entonces pasó lo inesperado, un puñetazo se estrelló contra la mandíbula del alfa, haciéndolo retroceder, los nudillos huesudos le dejarían un bien magullón, Taehyung respiraba con rapidez, el pecho le dolía, su mirada estaba nublada, sentía el peso del dolor caer de nuevo sobre sus débiles huesos.
—Eres un hipócrita, yo jamás te importaré, jamás serie importante para ti, siempre escogerás a Jimin, a ese maldito hijo de puta, siempre será él-... —fue callado rápidamente al sentir los labios ajenos sobre los propios, las manos de Jungkook se colocaron en sus mejillas, su cuerpo se paralizó por completo, no forcejeó, no lo empujó, tan solo cerró sus ojos y se dejó llevar por el tacto cálido de los labios ajenos sobre los propios, dejando caer de pronto todas sus armaduras y escudos en contra del alfa, sintiendo como su alma era desnudada con aquel beso.
Sin quererlo había tocado el cielo aquella tarde, las sensaciones que le embargaban eran tantas que no pudo evitar llorar, correspondiendo el beso y pasando sus manos por el cuello ajeno mientras suaves lágrimas se derramaban por sus mejillas haciendo el beso salado con un toque metálico gracias a la sangre del labio roto de Jungkook.
Se sumergieron en su mundo, un mundo donde no existía Jimin, ni YoonGi, ni la bebé, ni nadie que interfiriera en su relación.
Era un mundo perfecto, ¿valdría la pena darse una oportunidad? La respuesta le quedó más que clara con aquel beso.
Jungkook le daría lo mínimo y él como un cachorro callejero se conformaría con migajas, Jungkook podría tirarle los restos de amor que Jimin ya no quería y él sentiría que tocaría el cielo. Era un débil y patético imbécil que se conformaría con la mínima atención. Tan pero tan patético.
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Why Moon? (Omegaverse)
FanficEl festival de la luna era una celebración que se llevaba a cabo a mitad de año festejaban a la luna y le agradecían por la vida que les había otorgado y la luna les agradecía juntando dos almas. Jungkook y Jimin estaban mas que seguros que este ser...