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Era la mañana de navidad cuando la primera marca apareció, tras una noche de gritos, de quejas y de extremo sufrimiento en el que sus sabanas habían quedado manchadas de un color rojizo y empapadas de sudor que finalmente descubrió aquello que tanto le había hecho sufrir, una enorme marca negra se trazaba desde su mejilla hasta su pecho, deteniéndose junto antes de comenzar su abdomen. Acaricio con sus dedos manchados la enorme marca, desde el principio hasta el final, quemaba, sentía como si fuera una herida abierta pero no sangraba, no había carne a la vista, solo una profunda línea negra que le calaba hasta los huesos de dolor.

Por primera vez desde la graduación de Taehyung tomó una ducha decente, se cambio con ropa cómoda y sin prestar atención a sus padres en la sala salió de la casa, caminaba sin rumbo, con sus pies arrastrándose sobre la acera mientras que el grueso viento que venía acompañado con especias de las comidas que desde temprano eran preparadas le golpeaba la cara con violencia como si fuera una abofeteada, sus pies temblorosos se hundían en la nieve que le perforaba la piel, recibía miradas, escuchaba murmullos y sentía aquel peso de la culpa que las personas en silencio le profesaban. Veía a las personas corriendo de un lado a otro, muchos cargados de regalos, aquellos irresponsables que dejaban todo para última hora, las tiendas estaban cerradas en su mayoría y si los tiempos fueran diferentes él estaría golpeando alguna puerta para que alguien le dejara comprar un regalo para su madre antes del intercambio.

Miró al niño que sostenía un globo, a la mujer que gritaba por celular, al joven que fumaba tomado de la mano de su novia caminando por la plaza con una bolsa de regalo, vio al señor que le solía regalar las últimas barras de pan cuando no conseguía en ninguna tienda, a la mujer que empujaba el coche con dos bebés tan blancos como la luz, vio también al omega gruñón que se ponía a tomar desde temprano los días festivos, todo lucía exactamente igual que siempre, pero esta vez todos llevaban sonrisas en sus rostros ¿por qué el no tenía una también todo el mundo lucía radiante a su alrededor, todo era brillante y él no era más que un parche triste en la nada.

Sus pies lo llevaron a la vacía casa de los Kim, se paró frente a ella y observó en silencio, miró la ventana de la habitación de Taehyung, cerrada y con las persianas puestas, y aquello le trajo un dulce recuerdo que le resultó amargo en aquel momento.

Recuerda la primera vez que vio hacia aquella ventana, estaba regresando del circo que había llegado a la ciudad, camina solo por las calles tarareando canciones que invadían su mente, se tambaleaba de un lado a otro, inmerso en su mundo, disfrutando de la soledad y el silencio que le ofrecía las altas horas de la noche, hasta que pasó por aquella calle, la música era alta, pero seguía igual de oscura que las otras calles por las que había pasado, sintió una suave brisa caliente típica del verano que traía consigo una melodía " ... this time I wanna rock with you". siguió adentrandose en la calle hasta que una luz iluminó un pequeño tramo de la calle, alzó su mirada mirando aquella ventana abierta de par en par mientras un pequeño chico bailaba y cantaba por toda la habitación mientras movía cosas de un lado a otro, sonrió al verle y se quedó observandolo cual acosador hasta que el chico se dio cuenta de su mirada, y a pesar de la oscuridad y de que el chico estaba a contra luz pudo ver como se sonrojaba.

—Cantas muy bonito —murmuro mientras se quitaba la pequeña paleta de cereza de la boca.

—Gracias... supongo... —respondió con incomodidad, hasta entonces notó lo raro que era que le estuviera observando por la ventana.

—No fue mi intención quedarme observando, pero en verdad cantas bonito y la música alta llamó la atención.

—No te preocupes, esta bien... ¿en serio esta tan alto?

—La oí a kilometros de aquí, me sorprende que tus vecinos no se estén quejando.

—Supongo que ya estan acostumbrados —una tímida sonrisa asomó por sus labios en ese instante.

—Debo irme chico de la voz bonita, nunca dejes de cantar —le sonrió antes de comenzar a caminar de nuevo pues la noche estaba casi quedando atrás para dar paso al amanecer, tan solo escuchó un melodioso "adiós" a sus espaldas.

Sin darse cuenta sus ojos habían comenzado a derramar incontables lágrimas y el corazón le dolía y en aquel momento de debilidad volvió a ser invadido por aquel horrible dolor y sin necesidad de verse supo que otra marca había aparecido.

Si tan solo pudiera volver el tiempo haría todo bien, si tan solo...

El tiempo se esta acabado, el dolor carcome las dos almas rotas mientras arrastra consigo sus corazones moribundos.

Why Moon? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora