Why Moon? (Omegaverse)

Jimin

Eran casi las 5am cuando balanceaba mis pies en el asiento trasero de la magnífica camioneta de mi madre, era viernes e iríamos a la playa ya que era fin de semana largo, hace años no iba a la playa, bueno, no tantos, pero al menos unos cuatro años, no desde que mi hermana se mudó a Japón, esperaba en el auto mientras mis padres caminaban de un lado a otro en la acera frente a nuestra casa, en otra ocasión estaría enojado de haber despertado tan temprano o estaría dormitando en el asiento trasero pero no, estaba demasiado emocionado por el viaje que haríamos que no me importaba que mis ojos ardieran suplicando por unas horas más de sueño, mire el reloj del auto, 5:30am y aún no habían señales de mi hermana, comenzaba a desesperarme, si ella no llegaba el viaje estaría arruinado y terminaría llorando en mi habitación mientras mis padres gritan en la planta baja.

La relación de mis padres no era muy estable y tampoco la relación que llevaban con mi hermana, la abuela solía contarme que mis padres nunca estuvieron realmente enamorados, pero mi madre salió embarazada de Erin, mi hermana, a los dieciocho años, la familia de mi padre siempre se ha caracterizado por ser muy "religiosa" bueno, esa no es la palabra que yo usaría, pero papá así los llama, los obligaron a casarse antes de que mi hermana naciera así que prácticamente arruinó su vida, no se nada de la niñez o la vida que llevaba mi hermana con mis padres antes de mi nacimiento, ya que, yo nací 18 años después, solo sabía algo, y era que un año antes mi hermana había dado a luz a un bonito Niño a la edad de diecisiete años, según sabía fue en un viaje escolar, Erin fue en un viaje a un museo en la ciudad y conoció a un amable japonés que estaba de visita con su familia, congeniaron al instante, se hicieron buenos amigos, luego novios y finalmente tuvieron un bebé, la abuela dijo que Erin se negó a abortar como "rebelión" frente a mis padres pero yo supongo que era porque lo había hecho por amor y no solo por una noche, como mamá y papá, cuando nací fui a parar a casa de la abuela, mientras mamá y papá se hacían cargo de su nieto y mi hermana terminaba sus estudios, cuando cumplió los 19 tomó a su hijo y viajó hasta Japón, los padres del chico no estaban de acuerdo en que llevaran más allá su relación, pero mamá creó una espectacular historia de "una pobre omega que se entregó por amor a su alfa y de tan union había nacido un fruto de su amor" mamá dijo que por eso se casaron pero la abuela dice que eso solo fue la cereza que acabó de convencerlos, ya que su novio la marcó un día luego de que llegó a Japón y eso sin duda eran una gran presión ya. Haruka era un gran tipo, sin duda alguna, y amaba a mi hermana, más de lo que ella lo amaba a él, claro, visto desde el humilde punto de vista de un niño de 10 años. Mi hermana y yo jamás llevamos una buena relación, ya que ella se fue a Japón y jamás llamó o regresó, hasta ahora, lo cual era curioso y significaba que quería algo.

El reloj marcó las 6 y caí en un profundo sueño, cansado ya de esperar que mi hermana llegara y al menos, si me quedaba dormido, no escucharía los gritos de mis padres y papá me cargaría con cariño hasta mi habitación y me daría un beso en la mejilla, se disculparía a un volumen bajo y saldría, luego tendrían una pelea en el jardín y mamá saldría furiosa de casa, papá y yo pediríamos hamburguesa y haríamos una tarde de películas y eso sonaba mejor que ir en este momento a la playa.

No se cuanto tiempo pasó, pero al despertar estaba sobre el regazo de mi cuñado acurrucado como un perrito, mi hermana estaba al lado, mirando por la ventana mientras que mi sobrino estaba en medio de ambos, estiré ligeramente mis piernas recibiendo una caricia en el muslo de parte del chico, lo miré y me sonrió para luego darme un beso en la mejilla, sonreí y me acomodé de nuevo.

—¿Dormiste bien cariño? —pregunté y asentí, bostezando ligeramente.

—Sip, ¿no soy pesado? —pregunte mientras lo miraba de reojo.

—Claro que no, ¿haz estado comiendo bien? —quería decir que no, pero seguro mamá me daría una cachetada al bajar o me gritaría alterando la paz que inundaba el auto.