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Se limitó a suspirar y negó mostrando rendimiento.

–No digas eso, yo puedo sentir muchas cosas por ti, amor, locura, cariño, se que me equivoqué, que lo arruiné en el pasado, que te fallé, lo entiendo, está bien, merezco tu desprecio, tu odio, todo lo que quieras, golpéame, has conmigo lo que quieras, úsame como te plazca, después de todo te pertenezco, hazme pagar por cada lagrima que te hice derramar, por cada cicatriz que tienes en tu cuerpo por mi causa, hazme pagar, hazme sangrar, pero no te niegues ni a ti ni a mi la oportunidad de amarnos, de disfrutarnos y de explotar este amor al que estamos destinados –su voz era grave, estaba frustrado, mas no molesto, su mirada intensa se conectó con aquellos ojos apagados, Taehyung apretó los puños, mordió su labio con fuerza ¿era real? ¿acaso un alfa se estaba entregando a él al punto de dejarse humillar? quiso gritar y sin darse cuenta dejó ir un puñetazo tan fuerte como sus debiluchos brazos se lo permitían directo a la mandíbula del alfa, Jungkook como si estuviera loco, se acercó al menor, su cuerpo ancho y musculoso hacía sombra sobre el cuerpo ajeno, el omega se paralizó ¿era todo solo palabrería y ahora estaba por golpearlo hasta causarle la muerte? cerró los ojos.

Ningun golpe llegó, no sintió siquiera el tacto ajeno, solo escucho un ligero golpe que resonó en la habitación, abrió los ojos y al presenciar dicha imagen estuvo a punto de correrse en sus pantalones, despues de todo, acaba de salir de su ciclo de calor y la mirada sumisa del alfa arrodillado frente a él no ayudaba mucho, tampoco si la marca que le habia hecho en el cuello estaba tan a la vista, apretó las piernas y soltó otro golpe, se dejó llevar por la adrenalina, recordó el día del festival, recordó como el alfa habia huido dejandolo solo, humillado, bajo la luz de la luna, recordó las miradas de asco que le dio, recordó cuando le pidio que se matara, recordó las cicatrices, el dolor, las humillaciones, las miradas de asco, lastima y burla que recibia en la calle, recordó a Jimin, como se habia contoneado por toda la ciudad luciendo su embarazo, recordó a la niña que parecia una copia de Jungkook, una niña que era de su alfa, mas no suya, golpeo una y otra y otra vez el cuerpo ajeno hasta que sus huesos dolieron y la agitacion era tanta que le impedia respirar apropiadamente, se detuvó, miro al alfa en el suelo, lleno de sangre, de sudor, lo vió rendido ante él y en ese momento nunca habia deseado tanto algo y despues de todo ese ser humano que mas bien parecia una bestia le pertenecia, era suyo, completamente suyo aun si habia sido de alguien mas en el pasado, eso ya no existia, el ultimo año no habia pasado, nada habia ocurrido, era de nuevo junio, estaban de nuevo rodeados del olor a pasteles de manzana, dulces rellenos de caramelo y pasteles de coco, estaban de nuevo parados bajo el rayo azulado de la luna, todo estaba comenzando de nuevo.

Se acercó al cuerpo y se sentó en el abdomen golpeado del alfa, movió su trasero discretamente hacia atrás, sentándose justo en la entrepierna ajena, lo escuchó gemir, gimió también, se agachó buscando sus labios con desesperación, lo besó, lo besó como nunca había besado a nadie, con rabia, con lujuria y tal vez con amor, mordió su labio hasta hacerlo sangrar, se separó dejando sus frentes unidas, sus respiraciones mezclados y sonrió.

–Hazme tuyo, demuéstrame que también te pertenezco así como tu me perteneces a mí –acarició su mejilla, cerró los ojos y se movió hacia la derecha– hazme el amor –susurró en su oído.

No escuchó respuesta alguna, pero sintió las fuertes manos del alfa sobre sus muslos al tiempo en que era levantado y dejado con suavidad sobre la cama, sus pocas ropas desaparecieron, eran solo dos cuerpos desnudos frotando, comenzó a lubricar a borbotones, su cuerpo exigiendo sentirlo dentro, los besos fueron de su boca hasta su cuello, bajando por su pecho y mordiendo sus pezones, lamiendo cada centímetro de su abdomen, bajando por su cadera hasta sus piernas, sintiendo los chupetones en la ingle, gimió tan fuerte como sus cansados pulmones se lo permitieron cuando sintió un dedo entrar, se movía con habilidad dentro de él, cerró los ojos, arqueó su espalda al sentir el segundo, arañó las sábanas y flexiona sus piernas, buscando más contacto, buscando sentirlo más, pero a cambio sintió vacío, abrió los ojos humedecidos por las lágrimas del placer y miró al enorme hombre lleno de cicatrices, sangre y heridas abiertas erguirse sobre él, gimió y se corrió ante esa sola imagen, lo vió sonreír y eso fue suficiente para ponerse duro una vez más. Estaba desesperado, quería sentirlo dentro lo más pronto posible y cuando estaba por rogarle lo sintió, el miembro grueso rompiendo su interior, acoplándose con perfección a sus paredes, llegando a los lugares más profundos de su ser, gritó de placer, el alfa se colocó sobre él, besando su cuello y mordiendo al tiempo en que sus caderas se movían con habilidad, como si siguieran la tonada de la cancion mas perfecta jamas compuesta, arañó la espalda ajena, abrazó su cadera con sus piernas, gimió, gritó, mordió y por un momento enloqueció, jamás pensó que podía llegar a necesitar tanto un cuerpo, nadie nunca lo habia tocado asi, solo Yoongi, "oh... yoongi" abrió los ojos ligeramente, recordó todas sus noches juntos, cada momento en el que se habían entregado el uno al otro y al pensar en ello se le ocurrió la manera perfecta y más descorazona de humillar al hombre que lo estaba llevando de viaje por toda la vía láctea, cerró los ojos una vez más.

–Oh Yoongi –susurró en el oído ajeno, sintió cada músculo del cuerpo sobre él tensarse, más no se detuvo, el vaivén de sus caderas continuó al igual que los besos, pero el ambiente se oscureció declarando la hora de muerte del ego del hombre que le destruyó la vida.

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⏰ Última actualización: May 07 ⏰

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Why Moon? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora