El festival de la luna era una celebración que se llevaba a cabo a mitad de año festejaban a la luna y le agradecían por la vida que les había otorgado y la luna les agradecía juntando dos almas.
Jungkook y Jimin estaban mas que seguros que este ser...
—¿De donde conoces ese fragmento? —preguntó Taehyung quien iba recostado en la espalda del alfa mientras este caminaba hacia la casa del menor.
—No lo se, supongo que lo escuché por ahí, solía decirle eso a mis primos menores para que se calmaban y funcionaba, creo que lo leí en algún libro.
—Mmm ya veo, supongo que yo también, ya que no recuerdo de donde lo escuché antes —cerró sus ojos, dejándose embriagar por el aroma del alfa.
"¿Por qué el cambio repentino?" Murmuró el lobo mirando al otro lado de la verja que separaba ambos mundos.
"El alfa Gyeom lo rompió" respondió en el mismo lenguaje, el pequeño lobo abrió en grande sus ojos mientras que con anhelo juntaba su cabeza con la del alfa.
"Finalmente lo logramos"
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Al llegar a la casa del omega, Jungkook lo bajo Justo en la entrada, sonriéndole ligeramente, notando con pesar como el omega cerraba su abrigo y suspiraba, luego del colapso que había tenido en la plaza fue como si se hubiera vuelto más dócil con respeto a él, le sonrió una vez más y se acomodó la mochila de nuevo en la espalda.
—Bueno-... —fue interrumpido por el menor.
—Esto no pasó, olvídalo ¿si? Tampoco cambia mis sentimientos con respecto a ti, así que te pido que sigamos con lo acordado, buenas noches —dicho eso entró a la casa, cerrando tras de si con fuerza sin darle la oportunidad de despedirse apropiadamente.
—Buenas noches Taehyung —sonrió y se dió la vuelta, a pesar del final había logrado acercarse un poco más al omega.
Comenzó a caminar hasta su casa, con el corazón latiendo apresuradamente en su pecho y una boba sonrisa en sus labios, claro, hasta que su celular sonó. Al sacarlo notó el nombre de Jimin en la pantalla, deslizó el dedo para contestar, su sonrisa borrándose al caer de nuevo en la terrible realidad.
—¿Si?
—¿puedes venir al hospital?
—¿pasó algo?
—Ya nació la niña.
Sonrió y luego de echar un vistazo sobre su hombro salió corriendo a toda velocidad hacia el hospital del pueblo, con el corazón en la mano y unas inmensas ganas de gritar de la emoción. Muchos podrían decir que aquella reacción se debía a su nuevo estado de padre, pero sólo aquel revoltoso lobo sabía que aquello significaba el comienzo de su relación con aquel omega, con el omega que había sido elegido para él. Era finalmente su oportunidad de hace las cosas bien.
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