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Hizo todo exactamente como se lo pidió o al menos lo hubiera hecho si aquel paso tan boyal hubiera ocurrido, hubiera hecho todo si Taehyung hubiera buscado su tacto, si se hubiera acercado a él como le dijo que haría tal vez hubiera hecho lo demás. Permaneció sentado a la orilla de la cama mirándolo dormir. Rodar por la cama. Sentarse a comer. Acostarse de nuevo. Tararear. Silbar. Lo observó cada segundo. Cada minuto y en ningún momento hizo el mínimo intento de acercase a él. Salió de la habitación y esperó en el jardín unos largos tres minutos antes de volver, mirándolo de nuevo en el mismo lugar donde lo dejó, no se había ocultado, no había huido, no lo había buscado.

—¿Crees que soy un idiota por esperar que me quieras como lo quieres a él? —preguntó, acariciando las piernas del contrario, después de todo era lo único que le quedaba cerca. No recibió respuesta— Sé que no puedo pedir nada. No lo merezco ¿pero por que debo sufrir tanto? Tal vez esto no sea ni la mitad de lo que yo te hice sufrir, estoy pagando por lo que te hice. Pero debes saber que yo no quería hacerlo —se burló de si mismo— eso se escucha tan patético. Si no hubiera querido hacerlo, no lo hubiera hecho y ya ¿no? No debería de haber dicho esas cosas. De haber hecho esas cosas. Solo... —¿solo que? No tenía ni idea de cómo terminar la frase. Se mantuvo en silencio, mirando la alfombra, alejando su mano del cuerpo contrario y apretando la mandíbula— lo siento Taehyung, lo siento tanto por todo lo que te hice.

No hubo necesidad de decir algo más cuando tenía a un castaño sobre su regazo frotando su cabeza contra su pecho, se estremeció, acariciándolo con cuidado, con un toque ligero y temeroso, tenía miedo de asustarlo, pero tan solo lo acarició lentamente hasta que comenzó a subirse sobre él quedando acurrucado en su regazo, acostado en su pecho, era tan pequeño y menudo que cabía a la perfección entre sus brazos, lo abrazó mientras acariciaba su cabeza, se permitió olfatear a profundidad su cabellera, sonriendo ante la risita que soltó el menor. Tan tenue, casi inaudible, pero ahí estaba y eso fue suficiente para traer a su corazón de nuevo a la vida.

No dijo nada, tan solo lo acarició por un largo largo tiempo, escuchando su lenta respiración, observando de cerca y detenidamente cada una de sus facciones, quería besar cada centímetro de su cara, bajar por su pecho, dejar besos en cada lugar de su cuello, llenarlo de su aroma y que sus labios no dejaran ni un solo trozo de piel sin probar, sentia su corazon latir con tanta ansiedad que en cualquier momento podría explotar, las mejillas le ardían de la vergüenza, algo que no sabia como parar, quería ejercer dominancia y al tiempo ser dominado por él, quería todo de él, quería darle todo lo que pidiera, incluso más, quería darle todo lo que le había arrebatado.

--Si tu corazón no deja de latir así creo que tendremos que llamar a un médico --se estremeció, su voz era rasposa y un poco gangosa, había olvidado cómo sonaba.

--Lo siento, no quise despertarte --no se le ocurrió qué más decir, se sentía patético.

El menor se sentó en su regazo, dejando su cabeza apoyada en el hueco entre su cuello y su hombro, no dijo nada, tan solo pasó sus dedos por su brazo, acarició desde sus dedos su hombro, bajando por su pecho y subiendo luego por su cuello hasta sus labios, se quedó paralizado, el omega acarició y acarició por unos segundos que parecían eternas horas, buscando algo, recordando algo y sin darle un segundo a pensar se tiro sobre ellos, unió sus labios en un hambriento beso, mordiendo, lamiendo, succionando, gimiendo sobre ellos, acomodándose de tal manera que cada pierna quedara a cada lado de la cadera contrario, gimió, jadeó, y se frotó contra él como si de eso dependiera su vida, el alfa lo tomó por la cintura, apretó y apretó como si quisiera romperlo, un grito suave salió de la boca del castaño, chocando y perdiéndose entre los labios ajenos, ambos se quedaron quietos, se separaron y sus miradas se unieron.

--Lo sien-... --no pudo terminar la frase al sentir al instante unos colmillos clavarse en su cuello con tanta fuerza que sintió la sangre escurrir por su pecho, estaba quieto, dejando al contrario hacer lo que quisiera, podría desgarrar su cuello si así lo quisiera y él no haría nada para detenerlo. Espero a que se separara, pero al parecer ese no era el plan del contrario, el cuello le quemaba y el dolor era casi insoportable, aún así mantuvo sus manos relajadas, su lobo implorando tomar el control, pidiendo a gritos que alejara al omega y le diera una lección luego de tal humillación, lo había doblegado, lo estaba marcando, se estaba burlando de su rango, pero no hizo nada, tan solo esperó.

Luego de unos eternos minutos se separó, se bajó de su regazo y se acurrucó en la cama contra sus piernas, abrazando su cadera, y aún con la boca llena de sangre cerró los ojos, respirando calmadamente, como si finalmente estuviera en paz, la sangre brotaba a borbotones de su cuello, no sabía que hacer, ¿Qué había sido eso? 

Las horas pasaron y la noche cayó, otras tantas transcurrieron hasta que el sol de nuevo apareció, la esencia de la habitación era extraña, el aroma del omega dominaba por sobre el suyo, se sentía relajado, tranquilo y por primera vez, quizás en su vida, en paz.

--¿Te gustó mi regalo? --fue su primera oración de la mañana, tenia la sangre seca pecada, el cabello alborotado y los ojos entrecerrados, lo miraba con burla.

--No sabía que te morías de ganas de hacerme tuyo --dijo con una ligera sonrisa, aun recuperándose del sueño tan reparador al que había sido sometido.

--¿Hacerte mío? pero cariño, si siempre lo has sido --le acarició la mejilla con sus dedos, enredándolos luego en el cabello azabache-- Cualquiera me habría matado por haber hecho tal humillación, ¿Por qué no me hiciste nada?

--Porque te amo --la mirada del omega rápidamente oscureció, quitó su mano del cabello ajeno, su sonrisa se borró, el ambiente se vio invadido de un sentimiento extraño, una sensación incómoda.

--Lo que sea que tu puedas llegar a sentir por mi, jamás, pero jamás será amor.

Oh Luna ¿Cuán grande es el error que he cometido?



Why Moon? (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora