El festival de la luna era una celebración que se llevaba a cabo a mitad de año festejaban a la luna y le agradecían por la vida que les había otorgado y la luna les agradecía juntando dos almas.
Jungkook y Jimin estaban mas que seguros que este ser...
Taehyung miraba hacia la puerta, con el corazón latiendo a mil por hora, su lobo aullando y la piel quemándole sin mencionar el repentino ardor que invadió sus brazos, justo en las cicatrices, tenía los puños apretados con tanta fuerza que sentía como las uñas traspasaban la débil piel, no sabía de donde había salido aquella repentina valentía para gritarle al alfa, tan solo había escuchado los gritos de su mamá, los cuestionamientos de Yoongi mientras el alfa lo miraba fijamente y la habitación se llenaba de un horroroso aroma, el aroma de Jungkook, ese aroma envolvente y picante se había vuelto amargo, horroroso, como un picor molesto en la nariz que le revolvía el estomago, no sabía si se debía al enojo o algo más, pero sin duda lo estaba enfermando, su lobo había tomado el control y rugido para echar al alfa, luego tan solo lo vio retroceder en completo silencio, como si fuera un robot y al tenerlo fuera volvió a ocultarse entre las mantas, apretando los ojos tratando de consolarse a sí mismo, no quería a nadie cerca y mientras en sus pensamientos se reproducía la entrada furiosa del alfa en su habitación no se percató que tanto su madre como Yoongi habían abandonado la habitación dejándolo completamente solo. Salió de entre las mantas para tomar sus audífonos y su celular, volviendo a sumergirse en la calidez y oscuridad, colocándose los dispositivos en donde comenzó a sonar una suave melodía.
"¿Tienes todo lo que querías? ¿Estás feliz ahora que mi corazón esta destrozado? ¿Por qué pretendes que me amas cuando no es así? por favor, dime ¿Por que eres tan cruel? ¿Por qué me hiciste parecer como un tonto? no tienes corazón"
La canción se repetía una y otra vez en un bucle interminable en donde sus sentimientos eran destrozados una y otra vez, a estas altura con tal vacío en su corazón llegó a preguntarse, ¿Qué era lo que en verdad sentía? ¿de qué sentimientos habla? en su corazón no había mas que vacío y desolación, se sentía tan solo, tan herido por un desconocido, estaba sufriendo las consecuencias del egoísmo de un pobre imbécil que no sabia que el destino era mas fuerte que todo, que decidiera lo que decidiera alguien saldría lastimado y entonces su mente llena de pensamientos tóxicos agobiados por el extremos cansando, el dolor y la soledad comenzaron a recordarle tantas escenas en las que él hubiera hecho seguramente lo mismo, miles de escenarios hipotéticos comenzaron a pasar en su cabeza como si de una pelicular se tratase, escenarios en donde él estaba en los zapatos de Jungkook, donde veía a su precioso omega embrazado sufrir al no ser el elegido por la luna con quien juraba y per juraba era el amor de su vida, debía ser terrible y estaba seguro de que él tambien hubiera elegido a quien él mismo había escogido para hacer a su familia antes que a un completo desconocido que por razones aparentes había sido designado como su alma gemela, entendía a Jungkook hasta cierto punto, pero si de algo estaba complemente seguro era que jamás hubiera hecho algo como lo que le hizo ese maldito alfa desagradable, jamás le hubiera pedido que se matara, hubiera buscado la manera de enderezar su vida, de equilibrarla lo mas posible para no lastimar a ninguna de las partes, ni a su omega, ni a su bebé, ni al nuevo omega, ni a él mismo, estaba seguro de que había un perfecto equilibrio entre ambas relaciones, solo tenían que poner de su parte, pero eso era algo que el alfa jamás haría ¿no? y de pronto se encontró pensando en todas las cosas que habían acontecido en las últimas semanas, las múltiples mentiras de Jimin, el abuso psicológico por parte de Jungkook, el regreso repentino de Yoongi, ¿acaso todo esto hubiera pasado si Yoongi no se hubiera ido? una y otra y otra vez aquel pensamiento absurdo lo asaltaba, tal vez si hubiera tenido los pantalones para enfrentar a toda su familia y irse con Yoongi a vivir a una ciudad totalmente extraña y nueva, pero podría llegar a ser una garantía casi segura de que no sufriría como lo estaba haciendo ahora.
Pero soñar es eso, son sueños, son escenarios ficticios que creamos en nuestra cabeza cuando la realidad es demasiado asquerosa para ser aceptada, los sueños nos ayudan a huir de la realidad, a abandonar todos aquello que nos atormenta en el día a día, los sueños son nuestro escape del infierno aunque muchas veces pueden ser todo lo contrario, pueden arrastrarnos a lo más profundo de la soledad con la promesa de algo que jamás pasará, que solo existe en nuestra mente y se quedará ahí para la eternidad.
Ahora solo le queda eso, soñar con un mundo perfecto mientras su realidad ardía en llamas, mientras su corazón se caía a pedazos y sus ilusiones era arracadas de sus brazos y así se quedó dormido, con el corazón partido, los ojos hinchados, las mejillas rojas y los labios rotos mientras en su pecho se cocinaban los restos de su alma,
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Los tenues rayos de sol se filtraban por su ventana mientras miraba la grisácea pared frente a su cama, no había podido pegar ojo en toda la noche debido al malestar que había causado cierta visita esa tarde, tan solo había irrumpido en la casa del castaño con la intención de pedirle que se alejara de su omega, entonces... ¿por qué se sentía así? ¿Por qué todos sus planes se habían venido abajo? ¿Qué había sido ese sentimiento de dolor que se había instalado en su pecho, las marcas en su espalda se hacían cada vez más grandes, más profundas... ¿estaba pagando el daño que le había hecho sentir a Taehyung? pero ¿Por qué? no había hecho nada malo, tan solo defender su amor por cierto omega ¿es que amar era tan malo? maldecía a la luna y al destino con todas sus fuerzas, ¿por qué si estaba destinado a Taehyung, habían cruzado a Jimin en su camino? No tenía la culpa de lo que pasaba, ninguno la tenía en realidad pero Taehyung estaba pagando algo que no debía y el dolor que sentía al imaginar el martirio de su omega destinado lo hacia querer gritar, gritos que explotaban contra la almohada, gritos que terminaban siendo un fino hilo de voz y que le erizaban los vellos del cuerpo, gritos llenos de dolor, de arrepentimiento.
Quería correr, ocultarse en aquel lugar en donde siempre era bienvenido pero extrañamente esta vez su corazón no clamaba con la compañía de aquel pequeño omega, no clamaba por su cariño, su consuelo, su calor, no, su corazón gritaba por un castaño, clamaba por sentir la fragancia de pastel de manzana con pizcas de naranja, por ese increíble aroma que solo pudo disfrutar de dos veces en su vida, la noche del festival y la tarde donde le pidió que se matara...
¿Taehyung lo odiaría? ¿Querría alguna vez volver a verlo? la incertidumbre lo estaba ahogando y tal vez fue el miedo que lo invadió al descubrirse pensando en cosas como esas, sintiendo aquellos sentimientos, aquellos reclamos de su corazón, que luego de una semana completa de aislamiento había saltado la ventana y corrido a toda velocidad al lugar que siempre estaría abierto para él, al lugar al que no partencia pero debía pertenecer.
