Capítulo 52. Por Arus.

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«Por Arus»

Cuando la música se detuvo, hadas y forestnianos se acercaron para regalarnos abrazos y pésames

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Cuando la música se detuvo, hadas y forestnianos se acercaron para regalarnos abrazos y pésames. Estrella estaba tan embelesada con el tulipán de plata que la bajé para que pudiera acercarse a él sin restricciones. Así también lo hicieron Noah, Alen, Eira y Jamie, los cinco curiosos al sentir que la energía de Arus se transmitía en esa hermosa flor.

Sonreí cuando vi que una cálida brisa nocturna los saludaba y agitaba ligeramente sus cabellos. Me sentí muy en paz al comprender que esa conexión siempre estaría con nosotros a través del tulipán, tal y como mamá lo había estado conmigo durante todos estos años.

Supe que Ada también lo notó cuando se acercó a mí con una pequeña sonrisa. La recibí acariciando sus mejillas, su cabello y sus hombros. En lugar de preguntar si estaba bien, decidí adentrarme en nuestro lazo y averiguarlo por mí mismo.

—¿Quieres que te enseñe a bloquearlo y desbloquearlo cuando tú quieras? —preguntó al sentirme, mientras levantaba el escudo y esa extraña cuerda invisible aparecía entre nosotros. Ada estaba triste pero serena, no había dolor y eso me relajó.

—Eso me gustaría —acepté su propuesta—, aunque primero tenemos muchas otras cosas que resolver.

Me dio la razón con una cabeceada.

—¿Cómo están los heridos?

—Recuperándose, no hay nadie demasiado grave —informé—. ¿Qué tal Sunforest?

—Tuvimos menos bajas que en Féryco —dijo con pesar.

—Habrían sido más si ustedes no hubieran llegado a tiempo.

—Debimos estar aquí desde el inicio —se reprochó a sí misma.

—Entonces Morwan les hubiera quitado su magia y se habría salido con la suya.

—Lo sé, creo que a pesar de todo la suerte estuvo de nuestro lado —suspiró.

—¿Quieres hablar sobre Caelum? —La aparición del ángel sin duda fue una bendición, pero también algo que necesitábamos procesar y entender. Ella paseó la vista por su familia y supe su respuesta antes de que me la dijera.

—Tal vez más tarde.

—¿Por qué no invitamos a todos al palacio? —ofrecí

—Porque lo destruiste con tus rayos —dramatizó. Contuve una sonrisa al escuchar su reclamo.

—Ya evalué los daños. Solo el ala este necesita nuestra atención, todo en el oeste está intacto. Pero si te preocupa, mañana mismo lo repararé.

Ada me volteó los ojos.

—Era una broma. Además, quedamos en que mañana visitaríamos personalmente a las familias de nuestros difuntos. Y después de eso yo debería hacer lo mismo en Sunforest.

Féryco. Ezra Rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora