Capítulo 11- Fuego oscuro

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Después de terminar la ceremonia aún no podían dejar de mirarme con los ojos asombrados. No tenía sangre negra y solamente podía sentir como mi poder no paraba de trabajar para que mi cerebro no terminara frito.

—Bien, ahora que acabamos con esto debemos centrarnos en los problemas que estamos por enfrentar. Praimfaya está cerca— dije acercándome al trono, cuando estuve frente a el solamente recordé a Lexa sentada viéndome como desarrollaba mi mentira de ser la elegida por la flama. Tomé aire girándome hacia todos los presentes aún de pie.

—Los clanes no permitirán La Paz fácilmente— protestó alguien.

—La guerra en definitiva ya no es una opción. Retírense y pensaré la mejor forma de solucionar todo sin tener que derramar más sangre. Además liberen a los prisioneros inmediatamente.

Todos asintieron yéndose a excepción de Clarke, Gaia y el Rey Roan.

—¿Algo que quiera agregar su majestad?

El me miraba con odio ya que sabe que había interrumpido un plan en mente.

—De hecho si, me permite unos momentos.

No perdía nada en escúchelo así que me acerqué a él alejándolo un poco.

—Tenía todo resuelto. Tampoco quería la guerra— me dijo.

—Bueno ahora somos dos.

—No lo entiendes nada ¿cierto?

—Más respeto a la comandante— exigió Gaia desde lejos al escuchar cómo levantaba la voz pero lo que me sorprendió es que lo dijo en terrestre lo cual pude entender debido a que había dejado a la llama acercarse un poco a mi cerebro pero no debería hacerlo demasiado.

—Un duelo entre clanes era la mejor solución. Sin un comandante, la decisión se podía tomar y aceptar— me susurró ignorando a Gaia.

El rey Roan no esperó una respuesta y decidió salir azotando las puertas y a la vez un terrible mareo invadió mi cabeza. Cerré los ojos dejando que pasará.

—Elizabeth— me habló Clarke y yo esperé un segundo cuando el mareo pasó y abrí los ojos hacia ella.

—¿Si?

—¿Acaso perdiste la cabeza?

—Aún no.

Creo que se volvería más loca si supiera que el poder del fénix no tenía idea de como invocarlo nuevamente. Así que agradecía que mi plan hubiera funcionado.

—Bueno, pero debemos enfocarnos en lo importante. ¿Que demonios debo hacer?

—Tú eres la comandante— me recordó Gaia.

—Y esta comandante no tiene idea ni siquiera de hablar su lengua y además tiene esta cosa rara en la frente.

Señale al inusual accesorio que me habían colocado al empezar ser la comandante.

—Estamos perdidos— suspiró Gaia a mi lado.

—Bueno podemos decir que el Búnker es de quién lo descubrió y repartir los lugares que quedan.

—Todos se pondrán en contra o la mayoría. Eres la comandante pero la primera sin ser sangre negra. Es posible que muchos se opongan a tu orden.

—Excelente— suspiré cruzándome de brazos.

—Podríamos...— sugirió Clarke pero Gaia la interrumpió.

—La decisión debe ser de manera que sea ventajosa para todos los clanes. Les recuerdo que aunque Fireheda tenga la llama, muchos no la seguirán por su sangre.

Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora