Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 7- Heda

Los hombres de Roan nos habían traicionado. Se habían llevado a Clarke y habían matado a su compañero al igual que me hirieron a mi. No tenía idea del porqué no matarme pero no tenía tiempo para descubrirlo.

Mis ojos se abrieron violentamente. Mi cabeza me retumbaba, giré mi rostro viendo un costal. Estaba seguro lo que habían metido ahí que ni siquiera me atreví a abrirlo para confirmarlo, aún así seguía sorprendiéndome que no hubieran hecho lo mismo conmigo.

Me levanté hasta que sentí el ardor en mi abdomen poniendo una mano presionando la herida. Genial, aún seguía curándose.

Terminé de ponerme de pie aún oprimiendo mi vientre para olvidar el dolor. Giré mi cabeza en busca de algo que me diera un indicio de donde se habían llevado a Clarke pero no había nada. Suspiré concentrándome y dejar salir a dos aves de fuego para buscarla.

Ambos volaron hasta que los perdí de vista. No podía quedarme aquí.

Comencé a caminar intentando encontrar el camión o algún indicio para que no fuera demasiado tarde.

"Bellamy"

Intente pero otra vez no contestaba. Esto ya estaba raro ¿por qué no podía escucharme?

Tendré que averiguarlo después. Tan sólo no tenía idea de lo que iba a hacer, si es que se fueron en el camión sería demasiado difícil alcanzarlos pero si me quedaba podría arrepentirme de ello.

No me importó mi herida, posiblemente en el camino terminaría de sanar pero debía avanzar.

(...)

Tal vez no hubiera sido buena idea haber caminado pero lo hice y ahora solo veía puros árboles intentando orientarme. Ninguno de mis pájaros de fuego habían vuelto, seguían buscando el camino donde había ido.

La herida ya solamente era una molestia, debió haber sido demasiado profunda para que tardará tanto.

Pues como no iba a ser profunda si me atravesaron su maldita espada. Debía haber usado mi armadura pero me confié al creer que los hombres de Roan nos protegerían y solo en caso de un riesgo intervendría.

Sentí un hormigueo y miré al cielo inmediatamente encontrándome con una de mis aves. Asentí y ella dio media vuelta y comenzó a volar más lento para guiarme a donde sea que me llevaba. Corrí ignorando las punzadas que sentía en mi vientre esperando que no abriera la herido y volviera a empezar a sanar.

Aparté las ramas que se interponían a mi camino y a pesar de que todo se veía exactamente igual sentía familiaridad como si ya hubiera pasado por aquí.

Seguí avanzando hasta que escuché unos gritos como si estuvieran luchando, corrí aún más y cuando llegué al camino despejado por los árboles vi el Rover siendo atacado por las mismas personas que nos encontramos hace varias horas.

Aún seguía sangrando un poco debido a haberme agitado. Debía haber esperado a Bellamy y el rey para buscar a Clarke pero al final terminamos apareciendo en el mismo camino.

Tenían que huir enseguida y eso esperaba hasta que Bellamy apartó la vista de sus atacantes y sus ojos se agrandaron al verme a unos metros.

Tomé aire esperando que esté terrible plan funcionará.

—Suficiente— grité a todo pulmón mientras los rodeaba con fuego que después desapareció.

Los hombres se voltearon aún con rabia en sus ojos pero pararon el ataque. Uno de ellos, el que nos había suplicado ayudar a su padre comenzó a dirigirse hacia mi. Escuché como Bellamy gritó mi nombre pero no perdí la compostura al ver al terrestre estar ahora a un metro mío.