Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 11- Nubes de guerra

–Se me hace imposible de creer lo que me dices– dije mientras le daba un sorbo a mi bebida.

–Yo no lo hubiera creído si no lo hubiera visto con mis propios ojos– contestó Bell.

¿Finn había matado inocentes? ¿Aquel chico que siempre había preferido la paz antes que la guerra?

Cuando habíamos escapado del campamento, noté su cambio drástico por la desesperación de encontrar a Clarke pero no me hubiera imaginado cuánto había sido.

Lo había hecho por ella, era claro, pero ahora teníamos que estar preparados por si los terrestres querían tomar venganza.

Extrañaba los momentos antes de que fuera encerrada, antes de que se llevaran a O y a Clarke. Todo era más sencillo. Lo único que me tenía que preocupar era lo que iba hacer el resto del día.

–Chicos, encontré una forma para entrar a Monte Weater– informó Clarke con un plano colocándolo en la mesa y sentándose con nosotros.

–Te escuchamos– dije poniendo atención a su dibujo que había hecho. Era tan realista, ella siempre había tenido un don para dibujar y me encantaba ver todas sus obras que creaba.

–Es una idea– siguió– entramos a la presa por este túnel– señaló con su lápiz el lugar– todo conecta con el sistema central. Esa es la entrada.

–Si pasamos a los destripadores y montañeses– mencionó Bellamy– Te juro que si tu mamá no da permiso, iré yo mismo.

–Y no te irás solo– murmuró Clarke.

–Siempre podrán contar conmigo– agregué.

Ella asintió volviendo a un ambiente silencioso. Miré con atención su plano para estudiar la estrategia pero la voz de Bellamy me paró.

–Creo que acabó la inquisición– soltó. Levanté la cabeza para ver a Finn al igual que ellos.

Bellamy se dio vuelta mirando a Clarke.

–¿Cómo está Finn?– preguntó apoyando sus antebrazos en la mesa.

–No hemos hablado desde que volvimos– respondió.

–No podrás evitarlo para siempre– dije.

–Lo sé pero por más que lo pienso... no sé qué decir. No dejaba de disparar– la mirada perdida de Clarke a decir esas palabras pareciera como si recordará aquel momento.

Yo no estuve presente pero me imagino lo malo que se vió esa escena y como le debió alterar a mi amiga.

–Estamos en guerra, Clarke– trató de hablar Bell– No es sencillo.

Ella no respondió.

Finn llego a nuestra mesa saludándonos y sin apartarle la vista a mi amiga.

Noté la tensión que reinaba entre aquellos dos chicos que antes se miraban con amor.

–Bien. Iremos a dar un paseo– dijo Bellamy tomándome de la mano y alejarnos. Al parecer él también había notado la tensión. Esperaba que pudieran hablar pero eso dependía si Clarke lo permitía.

Ya era demasiado tarde y la mayoría estaba descansado así que estaba oscuro la mayoría parte del campamento.

–Me alegra que hayas vuelto– mencioné tratando de romper el silencio.

–¿Me extrañaste?

–No tienes idea– admití levantando mi cabeza para mirar las estrellas.

Bell no respondió y solo me contemplaba.

Mi vista se enfocó en él admirando su rostro a la luz de la luna. Se veía demasiado atractivo. Sus pecas que tanto adoraba se podían admirar claramente. Y aquellos ojos penetrantes que me volvían loca se conectaron con los míos.