Capítulo 14- Instanciación perversa

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Corrí todo lo que pude y cuando creí que no alcanzaría a llegar como me había exigido Alie mi suerte volvió después de tanto tiempo encontrándome una aldea vacía así que tomé un caballo y emprendí la marcha esta vez más veloz.

El sol ya había aparecido y suponía que los chicos despertaron intentando pensar en un nuevo plan. Un nuevo plan en donde  yo podría ser considerada una enemiga. No habría dado indicios que me dirigía donde Alie pero eran demasiado inteligentes para darse cuenta que algo andaba mal o tal vez Jasper les dijera lo qué pasó exactamente con Luna.

Alejé esos pensamientos centrándome solamente en evitar que le hicieran daño a papá.

Cuando llegué a Polis me sorprendí por el macabro escenario que tenía ante mis ojos. Terrestres crucificados y muertos, charcos coloridos de un rojo carmesí además de varías personas que me veían pasar sin atacar pero con miradas dispuestas a hacerlo en tan solo un chasquido.

—Justo a tiempo, Elizabeth— dijo Jaha apareciendo ante mi.

—¿Dónde está mi padre?

—Todo con calma. Ahora puedes bajar de tu caballo y venir conmigo.

Suspiré desmontando y dejando que unos terrestres se lo llevaran mientras Jaha tenía una mano alzada en forma de seña para que pasará primero.

Me llevó dentro del alto edificio donde alguna vez había pisado hasta llegar a la sala donde se encontraba el trono de la comandante, el trono que perteneció a Lexa...

Jaha se inclinó ante el trono vacío, fruncí el ceño hasta que recordé que Alie solamente la veían lo que se tomaban la llave y posiblemente estaba enfrente nuestro.

—Recorriste un gran viaje ahora tendrás tu recompensa— habló Jaha sacando una llave y extenderla a mi.

—Mi padre— hablé sin hacer lo que quería.

—Por supuesto.

El hizo una seña y desde un rincón apareció mi papá pero no era completamente él, su mirada y postura era otra persona diferente que solamente ocupaba su cuerpo.

—Ahí está. Ahora la llave.

—¿Cómo estaré segura que no me engañarán?

Tiempo. Era lo único que estaba haciendo para evitar tomar esa cosa que me mataría y perdería mis recuerdos de quien era y quiénes amaba.

—Creeíamos que te negarías.

Jaha miró a mi padre y yo hice lo mismo. Él sacó un cuchillo acercándolo cada vez más a su cuello.

—Un movimiento en falso y Marcus Kane se cortará la garganta.

—Él era su amigo ¿cómo le puede hacer eso?

—Toma la llave— me dijo ignorando a lo que decía.

Lo mire de nuevo, su vista sombría dispuesto a matarse si se lo pedían. No podía perderlo, no lo soportaría.

Volvió a extenderme su llave y la tomé deseando que ojalá también hubiera mordido sus dedos pero recordaba que no sentían dolor así que no lograría nada.

La tragué pero no sentí nada. ¿A caso no había funcionado?

—Es bueno que al fin te nos unas, Elizabeth— dijo una voz desconocida y femenina.

Alcé la vista hacia el trono donde ahora una mujer de vestido rojo y cabello negro como la noche alzado en una coleta me miraba.

—Con que así te ves, Alie.

Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora