Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 9- Caído

Narra Bellamy

Aún no podía descifrar si lo que sentí fue cierto, pero el dolor de tan solo pensármelo me atormentaba. Seguía sintiendo ese vacío en mi pecho como si el vínculo se hubiera llevado mi alma y corazón para siempre. Ella me lo dijo una vez...

Nuestra unión era para siempre y la única manera en que nos separamos era la muerte. La muerte que tanto había temido que le pasará, lo intenté... intenté remediar mis errores pero fue tarde. Le había fallado.

Las pisadas fuera de la cueva me sacaron de mi trance. Me levanté inmediatamente con la esperanza que ella estuviera ahí. Que hubiera otra explicación del porqué su marca se seguía desvaneciendo.

Los primeros en entrar fueron Miller y Harper, después llegaron los demás. Kane se detuvo y Octavia pasó a su lado.

Vi unos segundos más la entrada pero ella no estaba, la mirada de odio y devastación de su padre solamente me hacia temer que fuera verdad. Tampoco había llegado Lincoln. Trague saliva armándome de valor y pregunté:

—¿Dónde está Lincoln?

Ella se tomó un tiempo.

—Pike le metió una bala al cerebro.

—¿Y Elly?

Ella comenzó a sollozar para luego voltearse de golpe y soltar un puñetazo en mi rostro.

—Ella también esta muerta— me gritó— Ambos por tu maldita culpa.

Escucharlo de su voz, fue todavía peor. A pesar que quería gritar que era mentira, sabía que el único mentiroso, sería yo. Inconscientemente mis ojos se volvieron a humedecer.

Volvió a dar otro golpe esta vez más fuerte que el anterior. Lo resistí, ella se estaba desquitando mientras que yo lo necesitaba para recordarme cuánto les había fallado.

—Octavia, es suficiente— pidió Kane.

—Kane, no es tu asunto— respondí.

Ella siguió, arremetió sacando todo el odio que tenía dentro y yo la recibí sin resistirme. Era un castigo que aceptaba.

Ahora Lincoln estaba muerto y Elly...

Cada golpe solamente me hacía recordarla, su sonrisa, su voz, su tacto y su odio. Ese odio que me guardo en el último momento.

Me tumbó al suelo y quedé arrodillado. Miller intentó detenerla pero ella no lo permitió al igual que yo. Lo necesitaba y merecía.

Más golpes llegaron después de eso. Un traidor, un mentiroso, un idiota y aún más insultos que me llegaban a la mente y que Elly junto con Octavia posiblemente me hubieran dicho. Quería gritar cuanto lo sentía pero ni siquiera me merecí eso.

Terminé tirado en el suelo con sangre corriendo por mi rostro. La miré un momento para saber el porqué había parado.

—Ya no existes para mi— me sentenció alejándose. Sus palabras fueron aún peores que los golpes como mil cuchillas clavándose en mi interior.

Más lágrimas invadieron mis ojos. Las había perdido a ambas. No me importo que me estuvieran viendo y dejé relucir de nuevo el dolor que sentía.

(...)

Pasó un rato en que discutían que hacer mientras yo seguía clavado en mis pensamientos mirando el anillo que alguna vez significó alegría. Estar en una cueva era aún peor, ya que fue en una de estas donde ella y yo nos confesamos al llegar a la Tierra. Donde al fin pude sentir aquellos labios y caricias que había ansiado desde que la había visto por primera vez en este planeta.