Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 1 - Edén

La oscuridad cada vez se hacía una rutina, mi mente no dejaba de imaginar varias escenas donde acababa conmigo y todos en el anillo pero no podía hacerlo. Aún estaba esa luz en mi interior que me impedía y además alguien insistente y a la vez demasiado idiota para acercarse a mi seguía rondando.

Mirando a la ventana me imaginaba flotar en las estrellas, donde solo estuviera yo. Era lo que siempre deseaba cada día.

—¿No vamos a practicar?

—¿Quieres que te pateé el trasero de nuevo?

Giré mirando a Murphy cruzado de brazos.

—Te recuerdo que si pierdo, tu querido noviecito nos obligará a unirnos con los demás. Otra vez.

Si. Esa era la persona insistente e idiota. Y sobre lo otro, Murphy se negó rotundamente en el trato con Bellamy pero al final yo acepté, una vez que algo se le pegaba a Bellamy era imposible hacerlo rendirse. En ese tiempo estaba dispuesta a intentar volver a convivir con ellos, no funcionó, pero la promesa aún quedaba y ya no podíamos negarnos. O tal vez sí pero era divertido pelear con Murphy y lo tomamos como un reto el no abandonar nuestra parte del anillo.

—Sabes que no es mi noviecito.

—Suena mejor que maridito o esposito. Carajo, hasta parece que yo le estoy llamando con cariño. Dejémoslo en noviecito.

—¿Ya me lo quieres robar, Murphy?

—Claro, como estoy completamente enamorado de quien no acepta que queremos vivir tranquilos y solos aquí.

—Sé que vas a ganar. Confío en ti.

—Estás extraña hoy.

—Estoy bien.

—¿Acabas de apostar por mi que por Bellamy?

Sentí su mirada, me giré para verlo quien estaba cruzado de brazos.

—Necesitas volver a usar ese poder. Desde hace una semana no lo ocupas.

—¿Y que nos digan que volví a quemar algo importante y reclamen que por culpa nuestra podemos morir?

—Sabes que son unos idiotas. Pero tú lo eres más al contenerte, te lastimas cada día.

—Ese es mi problema.

—No, estrellita. No lo es.

—¿Cuantas veces debo decirte que no me llames estrellita?

—Demasiadas. Es divertido molestarte con eso y aún más cuando lo escucha Bellamy.

Me acerqué lentamente cruzada de brazos. El se confió y de la nada le arremetí una patada por el costado.

Apenas si alcanzo a esquivarla tropezándose y cayendo.

—¡Estás loca!

—¿No querías practicar?

—Algunas personas se acostumbran a avisar cuando van a entrenar.

—Lástima que solo seamos tu y yo por aquí.

—Si gano, vas a ocupar tu magia.

—Si ganas.

Sabía que eso no pasaría. El intentó atacar abrazando mis piernas y tirarme. Sonó un golpe metálico al impactar mi cuerpo con el suelo, lástima que había quedado indefenso dejándome a la perfección darle un golpe en el estómago con la rodilla.

El soltó aire y cayó a un lado mío dejándome levantar mientras el tosía para recuperar el aliento.

—Perdiste.