Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 2- Pesada es la corona

Me desperté violentamente escapando de mis sueños, de nuevo. No podía creer que seguía pasando pero ahí estaba. Las mismas pesadillas me seguían persiguiendo y aunque ya no me afectaban tanto como antes... las odiaba.

La cuenta regresiva había comenzado y por lo mientras seguía en esta habitación esperando algunas órdenes. Tal vez habría sido mejor haber ido con Clarke y Bellamy de vuelta. Me di la vuelta encontrando otro lugar más cómodo en mi cama para descansar ya que estaba harta de mis sueños.

Vi de reojo como Octavia tomaba una capa con capucha. Al menos en estos días logré reconciliarme con ella, lo entendió al saber que todo fue plan de Alie aunque también admitió que nos habíamos separado lo cual ninguna de las dos lo queríamos así que ahora mientras estábamos en Polis compartíamos habitación en la torre.

—Saldré un momento— avisó— No piensas salir de esa cama ¿cierto?

—No. Es más cómodo que estar aguantando las miradas de los terrestres o sus insistencia en verme como un espectáculo andante.

Desde que salía muchos de los habitantes de Polis no paraban de verme y pedirme demostraciones. No podía negarme debido a la cuerda floja que nos encontrábamos con ellos así que lo hacía dándoles las figuras que había hecho alguna vez para unos niños.

—Bien. Te veré luego y espero que al menos te tomes un baño.

Le lancé mi almohada que ella esquivó perfectamente.

—Yo me baño.

—Claro y el mundo no se acabará en seis meses.

Estaba a punto de lanzarle otra almohada pero salió tan rápido que preferí usarla para recostarme otro rato.

"Buenos días, preciosa".

Sonreí al recibir el mensaje de Bellamy por mi mente.

"Si estuvieras a mi lado tal vez serían buenos".

"Eso me encantaría pero por el momento imagíname a tu lado".

"No es lo mismo".

"Hazlo y cuando estemos juntos prometo hacer todo lo que imaginaste".

Me mordí el labio de solo pensar a lo que se refería y el tiempo en que estuvimos separando no ayudaba. Pero quería empezar de nuevo y tranquilamente formar de nuevo esa relación que habíamos tenido.

"Bien porque muero de hambre y me imagino que me traes un plato de carne y un poco de agua".

"Siempre arruinando los momentos mi querida Elizabeth. Nos veremos pronto"

"Adiós, amor"

"Espera ¿vuelve a repetirlo?"

"No".

"No importa. Pronto te haré decírmelo".

"En tus sueños, Blake".

"En mis sueños haces más que llamarme amor".

"Idiota".

"Yo también te amo".

Rodeé los ojos divertidos, desde que se habían ido ahora era nuestra manera de comunicarnos cada mañana y admitía que solamente me hacía extrañarlo más.

(...)

Después de que había decidido levantarme hubiera preferido no hacerlo ya que ahora estábamos con un problema muy grave. Caminábamos deprisa por el angosto pasillo para advertirle al rey lo que había descubierto Octavia.

—Perdona la interrupción, su Alteza— dijo mi padre entrando. Al parecer Echo y Roan estaban discutiendo algo— ¿Podemos hablar, en privado?

—Puedes esperar— respondió Echo— como los otros embajadores.