Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 10- Llamas en el interior

Volver a ver a Mia y Bianca de nuevo fue una sensación indescriptible llena de nostalgia y alegría. La medicina había funcionado perfectamente que ahora Mía era una niña fuerte y sana.

Siempre me pregunté el porqué Abby no las delató. Yo me negué a revelar el paradero de la medicina pero ella lo sabía y me conmovía saber que mantuvo el secreto.

–Ya es tarde. Debemos irnos– dijo Bianca.

–Yo quiero seguir hablando con Elly– protestó Mía.

–Lo haremos mañana– dije con una sonrisa.

–Está bien– accedió a regañadientes siendo llevada por su madre no sin antes desearme las buenas noches con un gran abrazo.

Ambas fueron a su tienda y yo me quedé sola en la mesa. A pesar de lo tarde que era, no tenía sueño. Todo el día me la pasé pensando en Bellamy, Clarke y Octavia. No podíamos comunicarnos y la espera era una tortura.

Estaba dispuesta a irme cuando Raven se acercó a mi.

–¿Puedo sentarme?– me preguntó con su vaso de metal en mano.

–Puedes. Yo ya me iba– dije levantándome pero ella me detuvo.

–Necesito hablar contigo.

Ladeé la cabeza.

–¿Y para qué?

Ella se sentó y tomó aire para después mirarme.

–Yo... quería pedirte una disculpa por lo qué pasó en el campamento.

–Solo querías salvar a Finn– respondí indiferente– estabas alterada.

–No me refería a eso. Quería pedirte disculpas por lo qué pasó con Bellamy. Estaba demasiado furiosa conmigo misma que no pensé con claridad y me dejé llevar sin considerarlos a ambos. Lo siento– la chica no mostraba ningún gesto que mostrará sus sentimientos pero sus ojos la delataban y me daban a entender que sus palabras eran honestas.

Levanté una ceja acomodándome en mi asiento y cruzándome de brazos. No me esperaba para nada este gesto de su parte.

–Ese día si te vi cuando salí– prosiguió Raven recargando sus antebrazos en la mesa y desviando la mirada– No tuve el valor de verte a los ojos y preferí alejarme fingiendo no haberte visto.

Solté un suspiro. No cualquiera tiene el valor para aceptar su error y disculparse como lo estaba haciendo ella. Su acto me hizo darle una segunda oportunidad, al final presentía que estaríamos mucho tiempo juntas y lo mejor era estar en paz.

–Tal vez empezamos mal– respondí– Mucho gusto, Soy Elizabeth Kane.

Le alcé mi mano para que la estrechará y ella no dudo en hacerlo.

–Es un placer, soy Raven Reyes– dijo con una sonrisa.

Pasamos un rato hablando de nuestras vidas. Raven era una chica demasiado encantadora cuando se sinceraba y dejaba de ser reservada.

La charla era demasiado relajada al punto que no nos incomodamos al hablar de cómo conocimos a nuestros primeros amores.

–¿Entonces solo has estado con Bellamy?

–Así es. Y yo no puedo creer que solo has estado con Finn.

–Al parecer tenemos cosas en común. Solo un primer amor y una pierna lastimada.

–Siento lo de tu pierna.

–Está bien. Me acostumbraré muy pronto.

–No lo dudo– mencioné sonriendo pero mi gesto se desvaneció al notar como Abby se nos acercaba con cara de pocos amigos.