Corazón de fuego / Bellamy Blake - Libro 2 (temporada 2,3 y 4)

Capítulo 13- Adiós, caminante.

Cada momento que pasaba me llenaba de angustia. Clarke se había ido con la comandante tras haber presenciado como Lincoln volvía a ser terrestre y no un destripador.

Ahora estábamos en el campamento Jaha, esperando que apareciera para dar el veredicto final. La angustia me mataba con tan solo pensar en que podríamos ir a la guerra.

Ya había anochecido y aún no daba señales.

–¿En serio?¿En la nave?– habló Octavia con una sonrisa burlona– Deberían ser aún más silenciosos.

Agradecí que estuviera demasiado oscuro para no verse mi rostro completamente sonrojado.

–Yo... no sé de lo que hablas– respondí tranquilamente.

Ella alzó una ceja.

–Tienen suerte que no llegó nadie.

Si que había sido demasiada suerte. No me imagino que hubiera pasado si Finn, el amigo de Lincoln o incluso la comandante hubieran llegado muchísimo antes de lo previsto.

–Llegará mi turno de molestarte cuando Lincoln se recuperé– dije guiñándole un ojo.

Ella no dijo nada pero apostaba a que se ruborizó.

Elizabeth 1, Octavia 0.

El grito de uno de los guardias hizo que todos prestáramos atención a la entrada.

–No disparen. Ya volvió.

Después de la orden para abrir la puerta. Ambas nos acercamos ya que la niebla que rondaba por todos lados nos hacía difícil poder ver su llegada.

Ella entró y Finn se le acercó.

–No puedes estar aquí– dijo Clarke jalándolo.

Les di una última mirada a los terrestres. Con sus máscaras y a caballo si que lograban imponer temor al ver la cara de las personas quienes también los presenciaban.

Seguí a Clarke unos pasos detrás suyo mientras que Octavia prefirió ir con Lincoln. Abby ya esperaba a su hija al igual que varios del campamento.

Antes que hablará, Clarke abrazó a su madre retrasando lo que muchos esperaban escuchar.

–¿Qué te dijo?– preguntó Abby– ¿Es posible una tregua?

Clarke se tomó un tiempo para contestar pero al final asintió.

–¿Qué te dijo?– preguntó Finn.

Ella lo volteó a ver.

–Te quieren a ti. Si... si queremos una tregua, tenemos que darles a Finn.

–¿De que estás hablando?– se atrevió a preguntar Raven con su tono firme.

–Esa es su oferta– respondió Clarke.

–No es una oferta– repuso Raven.

–Es un castigo– añadió Finn– Por lo que hice.

–¿Y si nos rehusamos?– preguntó Abby.

–Van a atacar.

Esa no podía ser la única manera. Finn había cometido un terrible error pero no podía morir. Todos quienes escucharon comenzaron a hablar entre ellos y la mayoría apoyaba la idea de entregarlo.

–Dénselo a los terrestres– gritó un hombre y Raven estaba a punto de aventarse hacia él sino fuera por Clarke.

Aunque no fue el único. Bellamy, otros guardias y yo retuvimos a quienes querían hacer lo mismo.