Joruko salió a una mañana soleada y ventosa en un día escolar normal como cualquier otro. Suspiró cuando los brillantes rayos de luz golpearon su rostro y luego se detuvo antes de que pudiera salir por completo de su casa cuando su madre la llamo.
- ¡Joruko, espera!- Ella gritó dulcemente en una manera cantarina- ¡Olvidaste algo importante! Un beso de despedida.
Holly le dio un pequeño beso cariñoso en la mejilla de Joruko, quien la apartó ligeramente.
- Que mujer... ya no soy una niña.
- ¡Bueno! ¡que te vaya bien!- Holly, como de costumbre, disculpó la rudeza de su hija con una declaración brillante.
Joruko se bajó su característico sombrero mientras suspiraba.
- Yare yare daze
La escuela secundaria a la que asistía Joruko no estaba tan lejos de su casa; en realidad, estaba a solo unos metros de distancia. Todos los estudiantes notaron a la delincuente de inmediato con su versión rebelde del uniforme escolar clásico combinado con ese rostro hermoso inigualable. Los estudiantes siempre se reían y se amontonaban alrededor de Joruko para intentar algo con ella. Sin embargo, ninguno lo ha logrado.
- Miren ¿no es Jojo?
- ¡Tienes razón, es Jojo?
- ¡Jojo!
Los chicos se apiñaron alrededor de ella. Empezaron a preguntarle porque falto a la escuela y ser amables hasta que un par se pusieron a pelear.
- ¡Cállense! ¡Son jodidamente molestos!- les grito Joruko a los dos chicos que estaban a punto de golpearse.
Los chicos dejaron de pelear pero en lugar de alejarse de ella, continuaron en seguirla. A lo lejos, un chico delgado con rasgos finos, cabello rosa rojizo con un largo mechón ondulado y vestía un uniforme escolar verde oscuro, tenía frente a él, un lienzo con la imagen de Joruko y en su mano llevaba un pincel.
Joruko bajaba las escaleras de piedra que conducían hacia abajo. Y sin previo aviso, algo le abrió la rodilla izquierda, los chicos gritaron cuando Joruko comenzó a caer.
El brazo del stand de Joruko apareció y se agarro de las ramas de un árbol cercano. Joruko pudo aterrizar de forma segura sin muchas heridas.
El grupo de chicos corrieron escaleras abajo alterados mientras que el pelirrojo estaba a la cima observándola sorprendido.
- Puede invocar un Stand muy poderoso, ya veo- dijo el chico y arrojo su lienzo a uno de los arboles- Ahora veo porque me pidieron que me deshiciera de ella. Sin embargo- chico apunto al lienzo y la destruyo- No es rival para mi Stand...
Mientras tanto, el grupo de chicos que seguía a Joruko la rodearon muy preocupados. Luego, el pelirrojo bajo de las escaleras y se acerco a Joruko para darle un pañuelo.
- Chica, parece que te cortaste la pierna izquierda, deberías envolverla con este pañuelo ¿Estas bien?- dijo el pelirrojo.
Joruko lo miro por unos segundos y respondió.
- Si, solo es un rasguño.
Joruko hizo una pausa por un momento antes de llamarlo.
- Alto- lo detuvo Joruko- Gracias. Es la primera vez que te veo ¿Vas a nuestra escuela?
- Noriaki Kakyoin. Acaban de transferirme ayer, mucho gusto.
El chico que se hacía llamar Kakyoin se fue con un pequeño saludo.
Los chicos alrededor de Joruko resoplaron de ira.
- ¿Dijo que se llama Noriaki Kakyoin?
- ¿Quien se cree ese maldito?
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Nuevo mundo, nueva aventura
FanfictionEn 1989, Josephine Joestar viaja a Japón para ayudar a su nieta Joruko Kujo, ya que ambas despertaron un misterioso poder conocido como Stand en el momento en el que Dio vuelve a la vida, ahora usando el cuerpo de su ancestro Jonathan Joestar a su v...