Fireflies

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Luego de que los crusaders derrotaran a High Priestess y hayan llegado a Egipto. Ahora su objetivo era llegar a El Cairo para buscar a Dio. El grupo continuo su camino hasta llegar a un pequeño pueblo de pescadores y decidieron pasar la noche en una pequeña posada.

En la noche, todos estaban durmiendo en sus camas, era una habitación individual con varias camas. La posada en sí tenía solo dos habitaciones con solo una pared que las dividía. Realmente no tenían mucha privacidad ya que no había puertas, solo una pared que se detiene a mitad de camino en el medio de la habitación y en el medio de esa pared está la recepción.

Todos estaban durmiendo excepto Joruko. Por fin habían llegado a Egipto, y la adolescente no paraba de pensar en su madre enferma en Japón que seguía plagando sus sueños, así como las visiones de un chico misterioso pero extrañamente familiar vestido con ropa de prisión. Todavía no sabe quién es él, pero sentía que lo conocía, como si se hubieran conocido en una vida pasada o algo así...si creyera ese tipo de tonterías de reencarnación.

Volvió a pensar en su madre. Se preguntó si su maldito padre llamará a casa para encontrar a su esposa postrada en cama y a su hija desaparecida. Incluso si alguna vez llamaba, su madre intentaría restar importancia a su enfermedad y fingiría que estaba bien. Incluso su abuelo Sue Q no sabía la verdad sobre la situación. Todo esto está sucediendo debido a un viejo enemigo de su familia, un hombre al que ni siquiera conoció.

Detrás de ella, estaba Polnareff y a sus abuelos Josephine y Caesar durmiendo juntos, aunque la primera estaba roncando en voz alta para su disgusto. Avdol dormía tranquilamente y en cuanto a Kakyoin...él no roncaba y estaba igual de tranquilo.

- Yare yare...- suspiro, sin dejar de observarlo.

Joruko no sabía que le pasaba ni tampoco porque puede dejar de pensar en él. Recordaba muchos chicos estaban tras de ella en Japón, lo que siente por Kakyoin no era igual con los otros chicos. Lo observo dormir y no podía negar que también era guapo, era reservado pero fuerte y de un gran corazón.

Ahora como se preguntaba como era dormir a su lado, que la abrace y ¡Espera! ¿por qué se hace esas preguntas? ¿acaso se esta convirtiendo como esas molestas chicas de su escuela? Era...muy probable.

- Jo...ruko...

Escucharlo decir su nombre le puso la piel de gallina y no evito que su cara se ponga roja.

Pero un fuerte zumbido vino cerca de la ventana. Joruko se dio la vuelta y vio un gran bicho dentro de la habitación. Se estaba cansando de todos estos molestos bichos. Sabía que es bastante mundano usar un Stand para deshacerse de una mosca común, pero convocó a Star Platinum.

Star Platinum atrapó la mosca con rápida precisión. Sin previo aviso, la mosca adquirió una forma monstruosa, casi tan grande como un gato pequeño, y estalló en llamas.

- ¡¿Qué demonios?!- grito Joruko.

Las llamas quemaron la mano de Star Platinum. El Stand gritó enojado y golpeó a la "luciérnaga". Su cuerpo se rompió en pedazos y cayó al suelo. El resto del Grupo Joestar se despertó inmediatamente tan pronto como escucharon los gritos. Cuando vieron que estaban siendo atacados, saltaron de sus camas y se dispusieron a defenderse.

- Joruko ¡¿Qué esta pasando?!- pregunto Josephine.

Antes de que Joruko pudiera responder, todos escucharon más zumbidos. Se volvieron para ver seis luciérnagas más volando en la habitación, una para cada grupo. El enjambre arroja más llamas en su dirección. Toda la habitación se sumió en el caos mientras cada miembro del grupo intentaba evitar quemarse mientras estaban todos hacinados. El Silver Chariot de Polnareff logró cortar dos de las luciérnagas. Los cuerpos luego estallaron en pequeñas explosiones y las cenizas en llamas golpearon sus ojos.

Nuevo mundo, nueva aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora