Afuera de la mansión, han pasado diez minutos. Sin embargo, el resto del grupo Joestar decidieron que debían entrar en la mansión para encontrar a los demás en lugar de quemarla hasta los cimientos como Josephine había indicado a Avdol.
- Polnareff, señor Zeppeli- comenzó Avdol- Antes de entrar, hay algo que debo decirles. Si llegaran a perderse o salir gravemente herido dentro de la mansión, no los rescatare. Iggy, a ti tampoco.
- ¿Por qué?- Caesar pregunta, su mente ya viene con una teoría de sus recuerdos en el frente y Polnareff se sorprende por las palabras de la adivina.
- Aunque puede sonar frío, nos embarcamos en este viaje para derrotar a Dio. Prométanme que aunque me derroten o me pierdan de vista, no intentaran rescatarme. Su propia seguridad esta primero. No podemos arriesgarnos a ser derrotados por rescatar a otros.
- Preferiría no hacerlo, pero entiendo lo que pretendes hacer- suspira Caesar- Respetaré tus deseos, Avdol.
- Si, tiene razón...- dijo Polnareff, mordiéndose el labio- pero no haré ninguna promesa.
- ¡Polnareff!- Avdol gritó.
Caesar se quedo aturdido, como si acababa de darse cuenta de algo que no pudo identificar por mucho tiempo.
- Polnareff, acaso tú...
- Escuchen, quiero derrotar a Dio, quiero golpearle la cara a ese vampiro bastardo por toda la mierda terrible que ha hecho, pero ya perdí a Avdol una vez y no lo haré de nuevo- Polnareff se acerco a la adivina y le da un abrazo, Avdol se sorprende por este acto pero no se enojo.
- Pero después de todo esto, ¡te estoy invitando a una cita, un poco de cocina francesa! También puede acompañarnos, señor Zeppeli e Iggy.
- Eso sería encantador- dijo Avdol para plantarle un beso a la mejilla a Polnareff.
El francés no pudo evitar sonrojarse y poner una sonrisa tonta, pero rápidamente volvió a la realidad.
- ¡Bien, entremos!- dijo el francés.
El grupo volvió a entrar a la mansión, con Caesar a la cabeza. Registraron la mansión en busca de signos de vida y la primera habitación a la que entraron parecía un complejo laberinto con escaleras que conducían a algún lugar.
- Oye Avdol ¿Qué hacemos? Esto parece infinito- susurro Polnareff.
- La señora Joestar nos pidió que incendiáramos la mansión, pero en un laberinto como este pondríamos nuestras vidas en peligro al hacerlo- dijo Avdol- Más importante aún...¡Magician's Red!
El Stand de Avdol reapareció y convoco un detector de vida hecho de llamas.
- Estas llamas detectan señales de vida- dijo la adivina mientras las llamas comenzaban a alejarse- Perciben respiración pulmonar y cutánea, además de actividad humana y animal. También detecta la energía de los Stands. Vigilémosla al azar.
Los tres siguieron el detector de vida, pero mientras caminaban. El detector de vida bajo una escalera al azar.
- La señora Joestar y el resto fueron llevados bajo tierra. Bajemos- la voz de Avdol lo saco de sus pensamientos.
Unos segundos más tarde, dos de las llamas del detector de vida parpadearon.
- Las llamas detectaron algo- alerto Avdol- Hay algo a nuestra izquierda.
- ¡¿Qué?- pregunto Polnareff mirando alrededor del laberinto.
Iggy olfateo el aire y capto el olor del enemigo invisible. Llamo a The Fool, y corto la pared. Un hombre diminuto se escondía dentro de la pared y gritaba por el largo y sangriento corte que le cruzaba el pecho.
ESTÁS LEYENDO
Nuevo mundo, nueva aventura
FanfictionEn 1989, Josephine Joestar viaja a Japón para ayudar a su nieta Joruko Kujo, ya que ambas despertaron un misterioso poder conocido como Stand en el momento en el que Dio vuelve a la vida, ahora usando el cuerpo de su ancestro Jonathan Joestar a su v...