Nuevo mundo, nueva aventura

Justice, Parte 1

En el aeropuerto más cercano que pudieron haber encontrado, Polnareff, Kakyoin, Josephine y Caesar estaban tratando de llevar a Anne al avión para que pudiera regresar a casa sana y salva, pero parecía que todavía estaba en contra de la idea de lo difícil que era, se retorcía dentro del agarre de Polnareff mientras trataba de escapar.

- ¡Suéltame! ¡No me toques!- grita Anne.

- ¡Cállate! ¡No he hecho nada!- el francés le espetó a la chica.

- ¡No! ¡No quiero! ¡Quiero acompañarlos!

Ante sus palabras, Josephine y Caesar compartieron una mirada y suspiraron, con el primero dando el primer paso al frente mientras se arrodillaba para estar cara a cara con la joven, también colocando una mano en su cabello para darle unas palmaditas para llamar su atención, que fue atrapado fácilmente ya que dejó de retorcerse y pelear con Polnareff.

- Pequeña- comenzó la anciana- Nuestra hija, la madre de Joruko, se encuentra al borde de la muerte. Debemos continuar nuestro viaje para salvarlo. 

- Deja de huir y regresa a casa- le dijo Caesar con firmeza a la niña- Tus padres deben estar preocupados por ti.

Luego, Polnareff soltó a Anne.

- Esta bien- aceptó a regañadientes- Lo hare solo porque tú me lo pides, abuela.

Los cuatro observaron mientras ella daba esos pasos antes de mirar de un lado a otro con una expresión de preocupación en su rostro, lo que hizo que Josephine arqueara una ceja ante sus acciones.

- ¿Pasa algo?

- ¡No, adiós!

Con esas palabras, la vieron subir al avión con la misma determinación que la habían visto antes, sin apartar la mirada de ella, ni siquiera cuando estaba sentada en su lugar y les saludaba con la mano desde la ventana a su lado.

Más tarde, Joruko regreso con el grupo con una chaqueta nueva que en realidad, era igual a la anterior.

Después de conseguir un coche para reanudar su viaje, los crusaders se encontraron conduciendo por las llanuras desérticas de Pakistán mientras trataban de cubrir tanto campo como podían para poder recuperar los días perdidos que tenían bajo la manga.

Pakistán es un país relativamente nuevo. Se fundo en 1947 cuando se separo de la India. Aún así, nuestros primeros japoneses comenzaban sus vidas primitivas, este lugar ya contaba con toda una civilización. Pakistán cuenta con más de 5,000 años de historia en el subcontinente indio.

- Joruko, me sorprende que hayan podido fabricarte un uniforme escolar japonés aquí en Pakistán- comento Josephine- Te queda perfecto.

- Te permite tener una figura sorprendente- coincide Caesar- tanto más intimidante para cualquier usuario de Stand con el que nos encontremos.

- Esta hecho completamente de lana- murmura Joruko, su rostro más suave para mostrar su felicidad por la nueva prenda.

- Polnareff ¿seguro que puedes conducir?- le preguntó Kakyoin, moviendo la cabeza hacia un lado- La niebla se ha vuelto muy espesa en este lugar.

- Si, puede que sea un poco peligroso- asintió Polnareff, sonando un poco irritado por su falta de confianza en él- estamos junto a un precipicio y ni siquiera hay vallas de contención.

- Si, la niebla es aún más espesa más adelante- comento Josephine sacando un reloj de bolsillo- Apenas son las tres de la tarde, pero no tenemos alternativa. Tendremos que pasar la noche en el pueblo.

- Me pregunto si tendrán un buen hotel.

- ¿Un buen hotel?- le pregunto Kakyoin.

- ¡Uno que tenga un baño decente!- exclamo Polnareff- Todavía no logro acostumbrarme a esos retretes raros que usan en la India.