Justice, Parte 2

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Polnareff caminaba por los pasillos en busca de un baño, de repente escuchó un fuerte estruendo en la planta baja donde está Enyaba.

- ¡Oiga señora!- llamo Polnareff- Señora ¿esta aquí? Creí haber oído algo ¿Todo esta bien?

Después de pensarlo un poco, Polnareff comenzó a acercarse a la puerta cercana al vestíbulo donde había escuchado los ruidos fuertes de antes ante la posibilidad de que la anciana estuviera allí. En el interior, Enya estaba en el suelo frente a una mesa que había sido volteada

- ¿Qué le paso, señora?

- Nada, no es nada. Me caí y me golpee la cadera- Enyaba tranquilizó a Polnareff con puras mentiras.

- Tenga cuidado. Acaba de quemarse la mano. Es muy descuidada ¿no cree?

- Agradezco su preocupación- dijo, mostrando una sonrisa nerviosa- Estaré bien. 

En silencio, llamó a su Stand para mover el cadáver de Hol Horse, usando dos hilos de niebla para sacar el cuerpo de la vista, ocultándolo debajo de uno de los sofás de la habitación para poder continuar con su plan.

"Tendré que reprimir mi rabia por el momento..." se dijo mientras mantenía un ojo en el cuerpo de Hol Horse y el otro en el otro hombre "¡Pero luego te mataré de la misma manera que lo hice con Hol Horse! " prometió mientras movía un dedo para guiar su Stand "Todo lo que tengo que hacer es hacerte una herida y luego ... ¡Te convertiré en la marioneta de Justice!

Cuando Enyaba lo vio mirar hacia atrás, comenzó a entrar en pánico, abriendo la boca en estado de shock antes de que él le ofreciera su bastón y una sonrisa en su rostro.

- Aquí tiene su bastón- dijo suavemente Polnareff antes de que su rostro se convirtiera en uno de preocupación- esta sudando bastante.

- No, para nada. No se preocupe- trató de ignorar la de él mientras agitaba una mano frente a ella- Vaya a descansar a su habitación.

- ¿Esta segura?- pregunto Polnareff- ¿Se encarga del hotel usted sola? ¿No tiene familiares? Un hijo o algo así...

Ante la mención de la palabra "hijo", el odio de Enyaba hirvió y estalló como un volcán, lo que la obligó a apretar los dientes mientras le daba al hombre de cabello plateado frente a ella una mirada que prometía más dolor que el que tenía. ya planeado para él.

- ¿Qué acaba de decir?

- Qu-que ya me acostumbre a vivir sola- tartamudeó mientras mentía, apartando la mirada de su rostro para que él no pudiera ver el de ella.

- Ya veo. Pero ¿no le afecta la soledad?- lo escuchó murmurar desde atrás- Si por ejemplo su hijo tuviera una esposa, podría tener a todos sus nietos corriendo por el vestíbulo. Sería ruidoso, pero ¿no es genial tener una familia? Si tuviera un hijo, supongo que seria mayor que yo ¿Qué sucedió? ¿Acaso se mudo a la gran ciudad o algo así?

- N-no, falleció- dijo Enyaba con sinceridad pero por dentro estaba llena de rabia.

- Vaya, disculpe- se disculpo Polnareff rápidamente- Lamento escuchar eso...

En un abrir y cerrar de ojos, Polnareff ya había arrastrado una silla frente a ella, colocando una gran mano en su espalda para guiarla "Toma asiento"

Una vez sentada allí y con él detrás de ella, miró al frente con una expresión molesta "¿Qué tal un masaje?" ofreció, hablando con una sonrisa en su rostro. "Yo también estoy solo", comenzó a decir mientras comenzaba su masaje. "Perdí a mi madre cuando era pequeño, así que esto me recuerda el tiempo que pasé con ella y , por esta noche, puedes fingir que soy tu hijo y déjame darte un capricho ...

Nuevo mundo, nueva aventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora