Las ruinas de Asuán

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Tan pronto como Kakyoin despertó, recordó haber sido cegado por un Stand enemigo. Aunque sobrevivió, se sintió inútil acostado en una cama en el hospital, con los ojos envueltos en vendas. El grupo se fue a caminar por la ciudad de Asuán cuando el grupo Joestar entro a la habitación.

- Kakyoin, ¿estás despierto ahora?- dijo Josephine- Te trajimos naranjas

- Gracias, Sra. Joestar, me estaba dando un poco de hambre- sonrió Kakyoin, sentándose.

Mientras Polnareff pelaba una naranja para él, Joruko metió la mano en su bolsa de compras y sacó una consola de juegos.

- Toma- dijo, colocando el artículo en su regazo- Es una consola de juegos hecha en Japón.

- Vaya, muchas gracias, Joruko- sonrió Kakyoin. Cogió la consola y la tocó por todas partes con las manos- ¿Es esto un Game & Watch?

- La consola dice que es un Game Boy- dijo Joruko revisando el paquete.

- ¿¡Qué!? ¿¡Un Game Boy!?- Kakyoin jadeó emocionado- ¿Estas absolutamente segura?

- Si. Incluso me aseguré de que no fuera una imitación.

- ¡Acaba de ser lanzado! ¡¿Cómo encontraste uno en un lugar como este?!- Kakyoin lloró de emoción, tocando la consola de nuevo- ¡Vaya, realmente usa cartuchos, como NES! Los botones son mucho más fluidos que los de Game & Watch...¡Estoy encantado! ¡Muchas gracias!

Joruko no dijo nada y se bajo la gorra, pero no podía evitar sonreír.

- No pensé que te gustarían tanto los videojuegos- hablo Polnareff.

- B-bueno, quiero decir...- Kakyoin tartamudeó y comenzó a sonrojarse- Es solo que estos están agotados en casi todas partes en Japón, por lo que no son fáciles de conseguir...

- Perdón por interrumpir, pero hay algo de lo que debemos hablar- comenzó Caesar.

Le dijo al grupo que un viejo amigo suyo investigaba tanto el antiguo escondite de Dio como otro de los antiguos aliados de Josephine que actualmente está desaparecido. Pronto, Speedwagon finalmente se unió a los demás después de recopilar más información.

- ¿Qué encontraste?- Caesar preguntó mientras todos escuchaban.

- Parece que Stroheim llegó a Asuán- respondió Speedwagon- Según algunos testigos presenciales, fue visto por última vez yendo a las ruinas del oeste.

- ¿Qué hay en esas ruinas?- pregunto Polnareff.

- Hay un antiguo templo al otro lado del río- respondió Avdol- Escuché que está prohibido entrar en este momento, por lo que ninguno de los visitantes puede ir a verlo.

- Apuesto a que hay algo en esas ruinas- dijo Joruko.

- Escuché rumores de muertos vivientes cerca de las ruinas- dijo Speedwagon- Si hay zombis, entonces explica el mal olor que he estado oliendo desde que llegué aquí.

- Y conociendo a Stroheim, debe tener la misma idea y quería limpiar el lugar- dijo Josephine, asintiendo- Aún así, no es para él permanecer en silencio durante un par de días.

- ¿Cómo llegamos a las ruinas, señorita Avdol?- preguntó Speedwagon, volviéndose hacia la adivina egipcia.

- La entrada principal está junto al río, pero como está cerrada, iremos por otro camino- explicó Avdol- La última vez que estuve aquí, recuerdo que hay un pasadizo subterráneo oculto que conduce a las ruinas. Mucha gente ha estado tratando de colarse por el mismo pasadizo, pero no podrían entrar sin una llave.

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