I was born into a country,
baptized to a religion
Now I'm tied to precision
This was not my decision
Did not give my permission
So don't preach to me;
(I'll) teach you how to survive
I wanna be alive, I don't wanna be a liar
He put the thorns around my head
he never listens to a word I say.
Don't preach to me - Skallywags
La luz del baño parpadeaba. Le dio la sensación de que estaba en una película, en una que ya había visto antes. Le pareció gracioso. No recordaba el nombre de esa película. Recordaba a ese tío con la cabeza sangrando, mirándose al espejo como si fuera el fin del mundo, con los ojos desencajados, colocado.
Sus gafas de sol se habían resbalado hasta la punta de la nariz. Sus pupilas se movían de forma extraña. Matt Dillon. El tipo era Matt Dillon y la película era Drugstore Cowboy. Se la había puesto Juliet un día de resaca. Le gustó, pero no lo admitió.
Una película sobre un tío que está en la cárcel por robar farmacias basada en la novela que un tío escribió en la cárcel por robar farmacias. Joder, eso era dedicarse a una causa, ponerle pasión y ganas. El cáncer te puede entrar en cualquier sitio.
Ezra no sabía por qué las luces de los hospitales y las luces de los baños de los bares eran tan parecidas, con esa sensación de no tener alma, de no ser ninguna parte en realidad. Se rió de nuevo. Siempre se reía en voz alta. Ni siquiera estaba colocado y estaba filosofando como si fuera ido. Los baños de los bares siempre habían sido un sitio bueno para él; meterse algo o metérselo a otros. Como otra realidad húmeda, apestosa y confiable.
Quince minutos antes había echado un polvo en ese baño con Angie. Había estado todo lo bien que están los polvos en los baños de bares, una modalidad de sexo que a él le gustaba bastante: el riesgo de que te pillen, la fugacidad, la imposibilidad de tener que quedarse luego hablando de nada. Quizás esa era la mejor parte. No le da tiempo a uno a recrearse, pero bueno, compensa.
Angie estaba bien. Era una tía inteligente y era dura, aunque quizás le estaba haciendo demasiado caso. A veces se sentía agobiado y no sabía decir por qué, quizás porque ella estaba de acuerdo en presentarle a sus amigos y a cambiar sus planes por él. Como muy pendiente, como muy dispuesta. Eso le hacía sentir que tenía que dar alguna cosa a cambio; como poco, disponibilidad. Y eso, por algún motivo, le ponía nervioso. Cogió el teléfono y le mandó un mensaje a su hermana cuando la vio en línea.
Salió del baño. Él no iba mucho a ese bar, un tugurio forrado en madera con puertas como del antiguo oeste. Estaba también Andrea, aquella tía con la que LeBlanc no quiso nada y que seguía cabreada con él. Bueno, a decir verdad LeBlanc sí que fue un poco capullo: se enrolló con ella y luego la dejó tirada a la mínima que apareció algo más interesante. Eso estaba bastante feo. Había otro tipo, Edward, que le miraba un poco con cara de rabia porque tenía toda la pinta de querer hacerse a Angie. En realidad lo que más le gustaba a Ezra era ser consciente de eso. También había un par más de colegas con los que no había hablado mucho.

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Salvajes
Teen FictionJuliet está rota porque quien debía quererla no la quiso. Ezra está en guerra con el mundo porque no sabe hacer otra cosa. LeBlanc tiene miedo de admitir que está enamorado. Summer siente tanta culpa que no es capaz de vivir del todo. Grey no tiene...