Tell the neighbors I'm not sorry if
I'm breaking walls down
Building your girl's second story
Ripping all your floors outSaw your face, heard your name
Gotta get with youGirls like girls like boys do, nothing new
Isn't this why we came? Gotta get with you
Girls like girls like boys do, nothing new
Girls like girls like boys do, nothing new
Girls like girls - Hayley Kiyoko
Se crea algo, a veces, en los baños de las chicas. Algo más que humedad, olor a mierda y váteres atascados. Es una energía bonita, un poco rara, un poco aleatoria. Te vas dando cuenta cuando te haces mayor y cuando las otras mujeres ya no te resultan intimidantes y no las ves como competencia. Porque ocurre que, durante muchos años, las que no son tus amigas son la competencia. A veces incluso tus propias amigas lo son.
-Joder, pues me han hablado genial de ese sitio- dijo Jas.
-Está guay, pero no me gusta la electrónica. El dolor de cabeza me duró como tres días- respondió Juliet. Su reflejo le devolvía la mirada con un aire vivo, como si fuera otra persona. Estaba contenta. Le gustaba mucho cómo se sentía.
Jas, a su lado, se retocaba el maquillaje. Se había cortado el pelo muchísimo y lo había teñido de rubio platino, lo que creaba un contraste maravilloso con su piel tal oscura. Era tan alta como ella, incluso más con los altos tacones que llevaba. A Juliet, Jas le parecía una de las personas más hermosas y poderosas que había visto nunca, a veces hasta el punto de sentirse totalmente fascinada por ella. Con sus labios gruesos, sus ojos rasgados, sus pómulos altos, su cuello infinito. En aquel momento llevaba un top negro sencillo y unos pantalones de cuero y solo con eso y el pintalabios morado oscuro que llevaba estaba para hacer cualquier portada.
La música llegaba amortiguada hasta el baño. A aquella hora aún no había mucha gente, así que seguía siendo un espacio medianamente limpio.
-¿Crees que pueden conseguir un par de entradas? LeBlanc o quien sea. El otro día fue imposible- Anthea estaba apoyada en el alféizar de la ventana, que tenía los cristales tintados.
-Grey es el que las tiene. Creo que están al caer, preguntale cuando llegue- respondió Juliet.
-Ya le pregunto yo- Jas sonrió con malicia, relamiéndose- Porque ahora no está con nadie, ¿no?
-Está desatado. Es un cervatillo que puedes comerte cuando quieras.-Juliet se volvió- ¿Estás bien, Erin?
La muchacha sonrió con las mejillas enrojecidas. Summer les había contado que Erin no salía nunca y que le vendría bien un poco de diversión, pero que le echaran un ojo. Por cómo era incapaz de levantar la mirada del suelo cuando llegó a su casa le pareció que sí, que desde luego que necesitaba que le echaran una mano. Le dejó un vestido negro y amplio que le sentaba de maravilla.
-Creo que estoy algo borracha- confesó, con una risilla dulce e infantil.
-Tranquila, cielo, nosotras te sujetamos el pelo si necesitas vomitar- dijo Anthea.
Anthea tenía un aspecto bastante amenazador, con una cara seria. Con bitchy resting face, como decían ahora, lo que no significa otra cosa que tu obligación de sonreír a la gente incluso cuando estás tranquila pensando en tus cosas. Anthea no sonreía mucho y cuando lo hacía tenía un deje amenazador y soberbio muy poderoso: era alguien con quien definitivamente uno no quería meterse. Cuando la conoció, años atrás, Juliet pensaba siempre que le gustaría ser como ella. Luego dejó de tenerle miedo a todo y resultó que lo era.

ESTÁS LEYENDO
Salvajes
Teen FictionJuliet está rota porque quien debía quererla no la quiso. Ezra está en guerra con el mundo porque no sabe hacer otra cosa. LeBlanc tiene miedo de admitir que está enamorado. Summer siente tanta culpa que no es capaz de vivir del todo. Grey no tiene...