I think we both know, you've noticed it too
It isn't just you and me alone in this roomHow can I forget your presence
When having you around just isn't so pleasant?Aquí nunca hay soledad
Mil fantasmas gritan en calma
I've seen somewhere in between
Mil fantasmas gritan en soledadTu fantasma vive aquí
Why'd it take so long for you to see?
Fantasmas - Ambar Lucid
Tienes la agenda del teléfono plagada de nombres de personas en las que perderse.
Puedes llamar a cualquiera que te vacíe de todo. Puedes hacer la cena, comprar buen vino, tener una conversación interesante. Pretender. Lo puedes pretender casi todo en esta vida. Incluso que quieres estar donde no quieres estar, que quieres querer a quien no quieres querer.
Puedes llamar a cualquiera que te brinde sexo furioso en el que poner la cabeza. Que duela incluso un poco porque esa es la forma de no estar en otros sitios: si haces que te duela tienes la obligación de estar aquí, ahora, enganchado a ese palpitar. No puedes divagar, no puedes dejarte atravesar por imágenes, por otras cosas.
Si tenía los ojos llorosos es porque había llorado. Él no tenía problemas para llorar. No tenía problemas para dejar fluir ese tipo de sentimientos; era un alivio, aunque siguieran ahí. Porque estaban enraizados hasta la médula. Como un cáncer, esas partículas flotaban por su torrente sanguíneo.
Tienes el mundo en tus manos, pero no es suficiente. Tienes todo lo que puedes llegar a desear pero en este momento te sientes tan solo que no puedes ver otra cosa que desierto. Como si no recordaras la última cosa que te hizo feliz. O peor, como si sí la recordaras a la perfección: como si tus manos aún la tocaran. Y la nitidez de esa sensación es dolorosa porque ya no está.
Puedes acostumbrarte y puedes transigir. Puedes hacerte a que así son las cosas. Puedes quedarte como estás, aquí, en este rincón: un cuarto limpio, unas sábanas suaves, una luz tenue, algo de maría. Pero la realidad es que has quitado la música porque todas las canciones te traían de vuelta la misma cara.
Cogió el móvil y respondió que no pasaba nada, que todo bien. Y luego pensó que tenía que recomponerse antes de que todo saltara por los aires; no podía permitirlo. No podía permitirse perder todo. No podía seguir dándose cabezazos con el mismo muro. No podía seguir rumiando una tristeza que le estaba haciendo pedazos. Se sentía el hombre de barro que se resquebraja para luego desaparecer.
Si el corazón pensara. Si el corazón pensara. Si el corazón pensara dejaría de latir.
Suspiró. No quería llorar más. Tampoco quería pensar más. Encendió el canuto. Dio otra calada.
ESTÁS LEYENDO
Salvajes
Teen FictionJuliet está rota porque quien debía quererla no la quiso. Ezra está en guerra con el mundo porque no sabe hacer otra cosa. LeBlanc tiene miedo de admitir que está enamorado. Summer siente tanta culpa que no es capaz de vivir del todo. Grey no tiene...