Say whatever you have to say,
I'll stand by you.
Do whatever you have to do,
To get it out and not become a reaction memory
To hurt the ones you love
You know you never meant to but you do
Oh yeah you doBe whoever you have to be, I won't judge you
Sing whatever you have to sing
To get it out and not become a recluse about how to come out
I know you never meant to but you do
Oh but you do
Sway - The Kooks
Le pareció extraño que el nombre de Fabio apareciera en la pantalla de su teléfono, no recordaba la última vez que había hablado con él. Probablemente fue el verano pasado, cuando Juliet había sido la modelo de una campaña de publicidad para él, unos flayers para el día del Orgullo o algo así. Se llevaban bien, pero era un tío ocupado, sobre todo ahora que el bar se había vuelto el sitio de moda de los hipsters, es decir, el sitio de moda de todo el mundo.
-Fabio, dime- contestó la rubia, que estaba viendo una película en su portátil y empezaba a entender por qué había estado mal romper la tele a golpes. Summer había estado allí y se había ido a trabajar un rato antes: tenían que hacer inventario y organizar la tienda para las rebajas. Le había hecho las uñas y habían bebido algo de vino.
-Juliet, perdona, pero solo tengo tu número. Necesito que pases por el bar.
-¿Qué pasa?
-Ezra... Bueno. La ha estado liando y Dwayne ha tenido que pararle los pies.
Juliet se levantó de un salto, sin entender bien aquello.
-¿Está colocado?
-Creo que solo está borracho. Muy borracho, debo decir. Me ha reventado un expositor.
-Eh...-sacudió la cabeza, confusa. Ezra no era el tipo de tío que destrozaba cosas. Le gustaba provocar, ser faltón, cabrear a la gente. No le importaba pelearse pero romper algo porque sí no era su estilo. Mucho menos en el Heaven's, que le gustaba tantísimo.- Joder... Lo siento, lo siento. Voy ya mismo. Porfa, no dejes que se vaya.
Se quedó paralizada unos segundos sin saber bien qué hacer. Se pasó la mano por la frente, confundida. De verdad que había pensado que, después del picnic, Ezra se tranquilizaría. Estaba tan hecho polvo, tan débil... Que pensó que se daría un descanso. Evidentemente no había sido así. ¿Pero el Heaven's?¿Por qué iba a molestar a Fabio, que siempre les había tratado bien, en un lugar que había sido su refugio?
Algo no encajaba. Algo llevaba sin encajar con Ezra demasiado tiempo.
Se vistió a toda velocidad, cogiendo sólo las llaves y el móvil. Se detuvo un momento, pensando si necesitaba a alguien más. No pensaba llamar a Summer: ella no podía dejar el trabajo, no podría arreglar nada y solo serviría para preocuparla. Quizás después.
¿Y LeBlanc? LeBlanc y Ezra habían discutido por primera vez en su vida. El pelirrojo le había contado algo de una pelea pero cuando Juliet le preguntó por las magulladuras simplemente cambió de tema. No le había dicho por qué, no le había dicho a qué venía. Ni siquiera había querido hablar de lo extraño que era: LeBlanc estaba dolido de verdad, ¿pero tanto como para no ir a socorrer a Ezra?
No, definitivamente no. LeBlanc iría. Pero para eso tenía que llamarle y ella tenía la certeza de que no quería llamarle. No se preguntó por qué. Prefirió no hacerlo.
Salió de casa a todo correr. El Heavens estaba muy cerca así que llegó en seguida casi echando el corazón con la boca: definitivamente en algún momento tendría que hacer ejercicio. Pidió a uno de los camareros, Albert, que la llevara con Fabio. Él la estaba esperando en la puerta de su despacho, subiendo las estrechas escaleras del piso superior. El ruido llegaba totalmente amortiguado, como si fuera una pecera, como si aquello fuera un sueño raro.

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Salvajes
Novela JuvenilJuliet está rota porque quien debía quererla no la quiso. Ezra está en guerra con el mundo porque no sabe hacer otra cosa. LeBlanc tiene miedo de admitir que está enamorado. Summer siente tanta culpa que no es capaz de vivir del todo. Grey no tiene...