While they're standing in the welfare lines
Crying at the doorsteps of those armies of salvation
Wasting time in the unemployment lines
Sittin' around waiting for a promotionDon't you know
Talking bout a revolution?
It sounds like a whisperPoor people gonna rise up
And get their sharePoor people gonna rise up
And take what's theirs
Tracey Chapman - Talkin' bout a revolution
-Y entonces, ¿saltaste?
-¡Claro que salté! Al principio no las tenía todas conmigo pero una vez estás en el escenario todo se ve diferente. Habría merecido la pena el golpe.
Ella se rió. Su risa era aguda y era extraña, como el canto de algún pájaro. Dylan no sabía de pájaros pero sí de la risa de su madre: la apreciaba un montón. Sobre todo por la forma tan suave en la que se había ido instalando en la casa, poco a poco, de nuevo.
-Pero hijo, podías haberte hecho daño...- tenía las mejillas enrojecidas y se había soltado el pelo. Normalmente lo llevaba atado en un moño porque era más cómodo para trabajar, pero esa noche caía sobre su espalda en una cascada rubia y blanca. Su madre tenía muchas canas y Dylan estaba deseando heredarlas: creía que le quedarían muy bien.
-Los chicos me cogieron.
No le había dicho que sus amigos estaban suficientemente colocados como para que cualquier error de cálculo hubiera terminado con sus dientes en el suelo. Como no fue así tampoco había necesidad de darle un disgusto.
Su madre se había puesto un vestido azul y había hecho un estofado de los suyos. Normalmente aprovechaba su día libre para dormir, para verse con alguna amiga o con alguna de sus primas. Pero cuando Dylan volvió de trabajar en la Nave 42, donde había estado poniendo a punto los sistemas de sonido, le había recibido con una buena cena, tarta de manzana y una botella de sidra.
-Bueno, procura no hacerlo más... Entonces, ¿cuándo volvéis a tocar?¿Cuando podré veros?
-Mamá, somos muy novatos aún. No quiero que me oigas hasta que no sonemos perfectos.
-Qué tontería... ¿Vas a ser lo suficientemente bueno para una panda de desconocidos pero no para tu madre? No tengo ni idea de música, todo lo que hagas me va a parecer bien- Eve se echó un poco hacia atrás en la silla. Sonaba música de fondo y la televisión estaba apagada.
La ventana estaba abierta y se escuchaba a un grupo de críos jugando a la pelota. Eve ya había terminado de cenar porque comía muy poco. Bebía la sidra despacio de una copa que Dylan no recordaba que hubieran utilizado nunca. Había sacado también la vajilla bonita.
-Mamá, hacemos punk- respondió él, con una ceja levantada- Creo que te asustarías.
-Tonterías, tonterías- estaba muy guapa así, con las mejillas enrojecidas por las dos copas que había tomado. No recordaba la última vez que la vio beber alcohol.- ¿Crees que os volverán a llamar?
-Creo que sí. Creo que este verano tocaremos en algunos sitios. Estoy muy contento, la verdad.
-Me alegro mucho, Dylan. ¿Y cuando vas a presentarme al chico ese?
-Mamá...-aún se sentía un poco tonto cuando tenía que hablarle de Alex. Era como sentirse vulnerable de alguna manera y aún no estaba del todo conforme con esa sensación. No sabía cómo actuar, de hecho, era un poco como volver a ser adolescente de alguna manera.
-Vale, vale, está bien- rió ella de nuevo.- No hace falta. Pero me gustaría conocerle pronto.
-Es que siempre estás cansada, no quiero andar por aquí haciendo el tonto.

ESTÁS LEYENDO
Salvajes
Teen FictionJuliet está rota porque quien debía quererla no la quiso. Ezra está en guerra con el mundo porque no sabe hacer otra cosa. LeBlanc tiene miedo de admitir que está enamorado. Summer siente tanta culpa que no es capaz de vivir del todo. Grey no tiene...