Manzanitas

170 31 9
                                    

- Por Merlín, si viniste - sonrió de lado, vestía completamente de negro y se veía jodidamente atractivo.
 
- Claro, yo quede contigo de venir - camino hasta mi - nunca te dejaría plantada porque sí.
 
Miro mis manos, por un segundo había olvidado que estaba cocinando, sonríe avergonzada.
 
- Estoy haciendo una receta nueva - se recargo en mi mesa mirándome- es apfelstrudel, es como pastel de manzana, pero enrollado, pensé que te gustaría...
 
- ¿Lo hiciste para mí? - lo miré, sentí mis mejillas arder.
 
- Si, bueno no - sonrió aún más - es para mí, pero se que a ti también te gusta. Aunque también tenía ganas de alfajores o dulce de leche, pero pensé que podría darte el honor de comer uno de mis postres.
 
- de acuerdo - sonrió tomando asiento- ¿supiste lo de Angelina?
 
- No, cuéntame - regrese a mi receta.
 
- Esta detrás de la fotocopia, ya sabes al que le gustas - negué sin dejar de mirar mi receta - pero eso no es todo, yo no soy nadie para contarte, pero su amiga la de pelo negro, también anda detrás de él, a pesar de que tuvo algo con la otra fotocopia.
 
- ¿Tantos chismes te contó Zaza?
 
- Si, ¿Zaza? - lo mire - ¿así le dices a Blase?
 
- Si - me miro alzando las cejas - ni empieces, siempre les doy apodos.
 
- Dime algunos.
 
- Mione, jarras, comadrejas, Zaza, manzanitas, Cornamenta, Canuto - pare cuando note que estaba diciendo apodos de gente que el no conocía, me miro esperando a que dijera mas, pero solo me limite a sonreír.
 
- Continua - mire la masa.
 
- Lunatico, Colagusano, princesa, Marli, entre otros que no recuerdo.
 
- ¿Como le decías a mi madre? - lo mire, confundida.
 
- ¿Para qué quieres saber? - se encogió de hombros - Cissy , ya sabes.
 
- Entiendo - dijo riendo un poco- ¿Que apodo te gusta para ti?
 
- Pues me decían Lineatus, leona o Castaña - sonrió, cuando note que mi tono sonaba desanimado cambie el tema, mientras yo terminaba, el me conto de cómo había pasado su día y algunas cosas de las clases. Unos minutos después saque la comida del horno, el me miro realmente emocionado mientras le servía.
 
- Todo tuyo - lo mire comenzar a comer mientras yo terminaba de servirme.
 
- Hace meses que no me ofrecías de tus postres, los extrañaba - dijo sonriendo.
 
- Cuando quieras, solo avísame - sonrió aún más.
 
- La verdad, te extrañaba a ti en general - lo mire - ¿podríamos no volver a distanciarnos?
 
- Esta bien, manzanitas - sonreí, ese fue un comentario muy lindo.
 
- Así que yo soy manzanitas.

 - Así que yo soy manzanitas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
O.S, Lineatus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora