Hwiyoung

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—¡Hwiyoung! —Hablaste fuerte, sin parar de buscar, poco después llego tu novio apoyándose en la puerta.

—¿Qué sucede? —Pregunto cruzandote de brazos, frunciendo en ceño al ver que no dejabas de moverte y buscar algo en la habitación— _______ ¿Qué se supone que estás haciendo?.

—¿Has visto mi pijama? —Paraste bruscamente para mirarlo, suspiro antes de negar con la cabeza, te sentaste en la cama cansada— Esto de mudarse es muy molesto.

—¿Molesto por qué vivirás conmigo o molesto por qué la casa aun está hecha un desastre? —Enarco una ceja divertido, sonreiste caminando hacia él, pasando tus brazos por su cintura. Después de tres años de relación, una conversación muy larga viendo los pros y los contras, decidieron mudarse juntos y tenían tres días en la casa, el lugar estaba lleno de cajas, según tu había más de veinte cajas pero Hwiyoung decía que eran trece.

—Me gusta la idea de vivir juntos pero hay muchas cosas que ordenar, de solo pensarlo me da dolor de cabeza —Con una sonrisa dejo un beso en tu mejilla— Ya he buscado por todos lados y no encuentro mi pijama.

—Quizás esta en alguna de las cajas —Hablo con voz relajada, negaste con la cabeza, apoyando tu rostro en su pecho— Puedes dormir con otra cosa o sin ropa, creo que la segunda opción sería la mejor.

—Mi otra pijama es de invierno, moriré de calor si la uso —Te quejaste, yendo al armario para revisar una vez más y ver que podía servir para reemplazarlo.

—Insisto, puedes dormir sin ropa —Sonreiste con las mejillas rojas, le mostraste tu dedo medio a lo que soltó carcajadas— Puedes usar una de mis camisas o algún suéter.

—No quiero, son tus cosas —Estabas de espaldas así que no lo viste acercarse hasta que lo tuviste abrazando tu cintura.

—Mis cosas son tus cosas, usa lo que quieras —Dijo en un tono suave, lo miraste con duda y dejo un beso en tus labios— ¿Quieres pedir comida?.

—¿Puedo prepararla yo? —Le dijiste con una sonrisa, él aceptó en seguida.

—Estaré en la sala, a menos que quieras que me quede contigo haciendo cosas interesantes —Te miro burlon, se separo al ver que querías golpearlo con una de sus camisas.

—¡No tengo energías para eso! —Le dijiste riendo, tu expresión cambió a seriedad— ¿Sabes? No dejo de pensar en todos los escenarios en lo cuales puede terminar esto y ninguno es bueno.

—_____, ya ha... —Seguiste hablando sin importar que él quiso interrumpirte.

—Todo ha sido perfecto hasta el momento pero ¿Qué pasará en un año o tres? ¿Qué pasa si esto se termina? ¿Si...? —Te interrumpió y está vez lo escuchaste.

—Ya hablamos de esto ¿Recuerdas? La relación ha funcionado estos tres años y seguirá funcionando, se que lo hará. Si esto termina, sera tu decisión porque yo estoy seguro de que quiero estar contigo por el resto de mi vida, estoy enamorado de ti desde que te conocí y eso no cambiará —Dijo con una sonrisa dulce, una sonrisa fue apareciendo en tu rostro.

—¿Acabas de decir algo lindo? —Le preguntaste con una sonrisa, él rodó los ojos.

—No volveré a decir algo como eso —Lo abrazaste saltando sobre él, fue rápido y pudo sostenerte, le diste un corto beso— ¿No ibas a cambiarte?.

—Te amo —Apretaste sus mejillas sacando un quejido de sus labios, asintió con la cabeza y te solto— Eres un odioso.

—Si, si —Salió riendose de ti, hiciste una mueca y seguiste buscando algo que ponerte, decidiste ponerte una camisa negra manga larga que te llegaba a los muslos y tus manos estaban escondidas por las mangas. Saliste buscando a Hwiyoung, tenías hambre, tu estómago te lo aviso pero esa noche le tocaba elegir el menú.

—Hwiyoung ¿Qué quieres comer? —Pauso el juego y volteo a verte, durante unos segundos todo fue silencio hasta que empezó a reírse a carcajadas.

—Te ves tan tierna —Dijo entre risas, le mostraste tu dedo corazón haciendo que riera más, te diste la vuelta para irte del lugar pero él te atrapo en sus brazos— No te enojes ¿Si? Que te ves tan tierna y nunca te ves tierna.

Le diste un leve golpe con el codo.

—Esta bien, esta bien, lo siento pero me gusta como te ves. Necesito que uses más mis camisas, por mi estabilidad mental y emocional —Te miro fingiendo seriedad, negaste con la cabeza sonriendo, se acercó a tu oído y susurro suavemente— Te amo hermosa.

Dejo un beso en tu cuello y se separó.

—Dejo en tus manos el menú pero no hagas ramen —Dijo poniendo un mechón de cabello tras tu oreja, se acercó de nuevo— Me gusta verte con mi ropa.

—Callate.







Dos meses después

—Dios mio, en esta casa no se consigue nada —Ayudabas a Hwiyoung a buscar sus pantalones oscuros favoritos— Somos un desastre.

—Amor hacemos lo que podemos —Te alentó el pelinegro, te agachaste para buscar en la última gabeta.

—Estoy segura que lo lave.

—Estoy seguro de que lo guarde —En la parte de atrás viste una prenda muy parecida, al sacarla abriste la boca indignada.

—Kim Youngkyun —Volteaste a verlo con los ojos entre cerrados, te miro y luego a la prenda, abrió la boca para decir algo pero lo interrumpiste— Dijiste que no la habías visto.

Tuve que quemarla. Lo escuchaste decir a pesar de hablar en voz baja.

—¿Quemarla? ¿Cómo llegó ahi?.

—La encontré unas semanas después de la mudanza en las últimas cajas —Se encogió de hombros escondiendo su nerviosismo— Pensé que no la necesitabas, digo, ya tienes mis camisas.

—Voy a matarte —Te acercaste a él, salió corriendo de la habitación y fuiste tras él— ¡Es mi pijama favorita! ¡Pensé que la había perdido!.

—¡Es solo una pijamada! —Te dijo evitandote.

—¡La pijama que me regalo mi abuela antes de venir a Corea! —El se detuvo y levantó las manos en señal de rendición.

—Si te calmas, me hago cargo de los quehaceres de la casa por una semana —Lo miraste con los ojos entre cerrados.

—Todo —Levantaste una ceja.

—Todo —Estiró su mano en tu dirección y la estrechaste luego de unos segundos— Supongo que tendré que cocinar en la noche.

—Supones bien.

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