Eunwoo

3.8K 165 0
                                    

Cruzaste los brazos, tus labios se curvaron para formar una sonrisa. Dongmin se veía desgastado envuelto en su manta, por decir lo menos. Te sentiste mal por él ya que estaba enfermo pero no pudiste evitar reírte de lo que veías delante de ti.

Sólo se quejaba con una mueca.

—Lo siento —Entraste en el dormitorio y cerraste la puerta tras de ti antes de darte la vuelta para mirarlo de nuevo— Te ves tan lindo.

—No me siento lindo —Dijo con una voz que hizo evidente que estaba resfriado.

Se dirigió a la sala de estar como un pequeño pingüino y tú lo miraste mientras te quitabas los zapatos. Te reíste en silencio y entraste en la cocina con la gran bolsa de plástico que estaba llena de comida. Te habías detenido en la tienda de comestibles cercana antes de llegar al dormitorio.

—¿Están los demás practicando? —Preguntaste en voz alta y empezaste a colocar los artículos de la bolsa en la nevera que estaba vacía como siempre.

Lo escuchaste tararear en respuesta.

—Hyung me dijo que descansara unos días —Dijo en el salón, refiriéndose al gerente del grupo— No tengo ganas, sin embargo. Quiero decir, estoy enfermo, sí, pero tenemos mucho que hacer y siento que sólo estoy siendo una carga para los demás.

—Tonterías —Dijiste cerrando el refrigerador después de vaciar la bolsa de plástico— Todos se enferman a veces.

El dormitorio se quedó en silencio durante un tiempo. Empezaste a preparar comida (Fideos) Ya que sabías que le haría sentir mejor. Con eso en mente, planeaste hacer los mejores fideos que él había probado.

—¿Qué estás haciendo? —Podías oír su voz preguntar cuando abrías la primera bolsa de fideos.

—Cocinando —Respondiste.

También le habías comprado algunos bocadillos y chocolate. Sólo pensar que se alegraba por la comida que habías comprado te hacía sonreír mucho. Te hacía sentir cálida por dentro, el pensamiento de que posiblemente le haría sentirse mejor.

Algún tiempo pasó en silencio una vez más. Preparaste los fideos con cuidado. Cuando colocó los fideos instantáneos dentro de la olla junto con los condimentos y las especias, colocó la tapa sobre ellos.

Ahora espera un poco.

Te diste vuelta justo a tiempo para ver a Dongmin aparecer en la puerta de la cocina. Había dejado su manta en algún lugar.

—Siento haberte hecho venir —Murmuró y se acercó a ti. Sacudiste la cabeza con una sonrisa.

—No me importa en absoluto. En realidad estoy bastante feliz por esta situación ya que nos dio la oportunidad de vernos —Dijiste— Estás muy ocupado estos días... ¡Pero no te preocupes! Sé que tu carrera es importante para ti y para que lo sepas, tienes mi apoyo total.

Parecía un poco indeciso, pero finalmente sonrió. Viendo eso, no pudiste evitar darle un rápido beso en la mejilla antes de darse la vuelta para ver los fideos.

—Pondré la mesa —Dijo y tú tarareaste en aprobación.

Así que empezó a poner la mesa mientras te asegurabas de que los fideos no se cocinaban demasiado. Cuando te diste cuenta de que ya estaban casi hechos, agarraste la olla y te acercaste a la mesa con ella. Dongmin había puesto un soporte en la mesa y tú colocaste la olla encima.

Los dos se sentaron y empezaron a comer. Para ti, el punto principal no era comer. Ya habías comido antes de venir, así que no tenías mucha hambre. Además, disfrutaste viéndolo comer mucho más de todos modos. Y, él consiguió algo de comida extra.

—En momentos como estos —Empezó después de terminar la comida— Estoy realmente agradecido de tenerte en mi vida.

—¿En momentos como estos? ¿No lo haces en otros momentos?.

—Ya sabes lo que quería decir. Y lo digo en serio.

—No hay necesidad de ponerse demasiado emocional —Le dijiste— Ya sé que me quieres.

Parecía divertido por tu declaración y te reíste antes de levantarte. Llevaste los platos al fregadero e ibas a empezar a lavarlos pero él te interrumpió.

—Lavémoslos después —Dijo y le echaste una mirada.

—¿No es más fácil hacerlo ahora? —Le Preguntaste. Sacudió la cabeza.

—No.

—Está bien entonces, supongo —Sus labios se curvaron en una sonrisa y los tuyos hicieron lo mismo cuando lo miraste. Él se dio la vuelta para entrar en la sala de estar y tú lo seguiste.

—¿Vemos una película? —Preguntó y se acercó a la televisión.

—Claro —Aceptaste con una sonrisa. Ustedes dos se tomaron un buen cuarto de hora tratando de decidir qué ver. Ambos habían visto todas las películas que tenían, así que fue un poco difícil decidir cuál volver a ver. Al final, ustedes dos decidieron elegir al azar una película y verla. Se acurrucaron uno al lado del otro en el viejo sofá de la sala de estar y se escondieron bajo una gran manta suave. Al principio Dongmin estaba en contra de la idea ya que estaba un poco preocupado de que terminaras con el frío pero tú insististe. No te importó, además, nada grave pasaría, solo necesitabas estar con él.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿One Shots Kpop? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora