Capítulo 23

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Clío

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Clío

Atlas inmediatamente se tensa y puedo ver como muchas cosas pasan por su mente en un instante. Su rostro se vuelve completamente sombrío y hay cierta determinación en sus ojos que no se interpretar.

Veo como dirige su mirada a Sol y la angustia inunda su mirada. Mi cabeza intenta procesar el hecho de que él haya intentado contactarse con nosotros. Froto mi rostro y la ansiedad decide apoderarse de mí.

— ¿Deseas hablar con él? — me pregunta Atlas y yo simplemente me quedo observándolo. Claramente no deseo hablar con él, pero debo pensar en que él tiene de alguna u otra manera "derecho" de ser parte de la vida de Sol, no quiero que mi hija me odie por nunca haberle permitido conocer a su padre, pero tampoco quiero que sufra por ese estúpido.

Atlas se pone de pie de manera rápida y veo como pasa su mano por su cabello repetidas veces, me mira intentando encontrar una pista de lo que estoy pensando, pero ni yo sé que pensar sobre esto, no sé qué hacer.

Debido a que me encuentro en mi periodo me encuentro mucho más sentimental por lo que inmediatamente me dan ganas de llorar, sin embargo, me contengo.

—Sé que no tengo ningún derecho a opinar sobre esto— me dice apretando sus dientes— pero ¿dejarás que vea a Sol? — me pregunta y no le respondo ya que no lo sé— ¿dejarás que regrese a ti? ¿eso harás? — me pregunta incrédulo y dolido al mismo tiempo— Clío, responde eso— me dice al ver que sigo en silencio procesando la estupidez que acaba de salir de sus labios.

Jamás dejaría que alguien como él fuera parte de mi vida porque quiero, no es alguien que me aporte algo bueno por lo que mantenerlo alejado es mi mejor opción. En todo caso de que decida que puede conocer a Sol, nosotros tendríamos una relación plenamente cordial, pero de ahí no pasaría. Estoy con Atlas y lo que siento por él no es algo que llegaría a sentir con alguien más.

—No puedo creer que has insinuado eso— comento molesta e incrédula— no voy por la vida tirándome a los brazos de cualquier idiota que se me cruce por el camino— comento con ironía y enojo en la voz— no se si te das cuenta, pero tengo novio— le digo de manera obvia y apago la televisión mientras camino hacia Sol para tomarla en brazos.

Dejo a Atlas en la sala y camino directo a la habitación de Sol para prepararla para dormir. Siempre, pero siempre que estoy teniendo un momento feliz tiene que suceder algo que venga y lo arruine completamente.

Nunca puede ser algo tranquilo de corrido, siempre sucede algo que termina por hacerme sentir completamente mal. Ya de por sí me encontraba molesta por la aparición del inútil del padre de Sol, como para que Atlas venga y siquiera insinúe que lo quiero de regreso.

Mezo suavemente a Sol y la abrazo fuertemente, mientras cierro mis ojos. Comienzo a pensar en todo lo que ha sucedido y me doy cuenta de que el progenitor de Sol perdió cualquier derecho sobre ella al decidir no ser parte de esto cuando le di la oportunidad, simplemente me corrió de la casa cual basura. No le debo nada a él y sé que sus intenciones no son buenas.

Entre Dos SolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora