LANDO NORRIS | ¿DESTINO O CASUALIDAD?

CP45. HASTA PRONTO

L: Hola - dijo cuando llego al departamento
M: Hola, ¿cómo te fue? - dije camino a la cocina.
L: Muy bien, ¿y a ti? - dijo sentándose en uno de los bancos de la isla
M: Muy bien - dije sonriendo. - ya soy parte del equipo - di pequeños brincos de alegría.
L: Eso es increíble - se levantó y me dio un gran abrazo.
V: Ah, hola Lando - dijo acercándose a la cocina.
L: Hola - se saludaron y ambos tomaron asiento en la mesa.
Serví la comida y cenamos tranquilamente, cuando terminamos todo Vale se llevó los trastes al fregadero y volvió a sentarse
L: ay ¿Cuando se van? - pregunto para después beber de su vaso.
M: Emm, mañana - dije un poco dudosa.
L:¿Mañana? - preguntó asombrado.
M: Si - baje mi mirada al suelo.
V: La verdad es que lo habíamos olvidado, estos últimos días fueron tan increíbles que no recordábamos que teníamos que volver - dijo mirando a Lando.
L: Bueno... Definitivamente no me esperaba que se fueran mañana - dijo y su rostro se notaba serio.
V: Que más quisiéramos quedarnos a vivir aquí - dijo
L:¿A qué hora sale el vuelo? - me miraba mientras yo veía los cordones de mis tenis, hubo un silencio así que la pregunta era para mí, no para Vale.
M: A las 12 am para llegar a México a las 6 o 7 de la mañana - conteste rápidamente y subí mi mirada a sus ojos, los cuales me transmitían una gran tristeza.
L: Yo puedo llevarlas, si quieren - seguía mirándome.
M: Te lo agradeceríamos bastante - intente sonreír pero solo la mitad de mis labios reaccionó
V: Yo me encargo de la cocina, tu ya hiciste la cena - dijo mientras se levantaba de la mesa
M: Oh, ¿segura? - me levante y la seguí.
V: Si, tu ve a follartelo o algo así - dijo en español mirándome a los ojos con una sonrisa en el rostro - anda prometo escuchar música con mi audífonos a todo volumen - seguía sonriendo.
M: No prometo hacer eso pero ok - le di la espalda y Lando tenía una cara de haber entendido nada lo cual me provocó una sonrisa, estire mi mano hacia él y este la tomó, así que camine hasta la que era habitación.
L: Creí que le ayudariamos a limpiar - dijo sentándose en la cama.
M: Bueno, ella lo quería hacer sola - me senté a su lado y mantuve mi mirada en el suelo. Quería agradecerle por todo pero no quería sentir que esta era la despedida.
M: Lando - hice una pausa y pude sentir que me miraba, aún así, continue mirando el suelo - quiero... Darte las gracias por todo
L: No tienes que - me interrumpió
M: No, si tengo que - subí la mirada y me encontré con sus lindo ojos - desde que llegamos haz sido muy amable, nos haz llevado a varios lugares, nos invitaste a cenar con tu familia, me quedé en la casa de tus padres, conocí a tus amigos, enserio, gracias. - seguía mirándolo.
L: No te preocupes, yo... Lo hice por que te quiero por que me gusta estar contigo así que no me costó nada, mi madre solo habla maravillas de ti, mis hermanas dicen que eres una gran chica, a mi padre le pareces una persona interesante, ellos definitivamente la pasaron muy bien, así que no hay problema, gracias a ti, por aceptar ir a los lugares, no habría preferido ir con alguien más, tu... Tu haces que cada aventura sea única y especial, me divertí bastante en los karts y el haber compartido contigo algo que es mi pasión... Fue increíble -  manteníamos el contacto visual y pude notar como se relamio los labios como siempre lo hace, esa acción que parece ser una manía de él me volvía loca, en ese momento me replantee lo que me dijo Vale, y ahí siendo las 11pm sin saber que somos decidí lanzarme a sus húmedos labios.
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POV'S Lando
Madisson se lanzó a mis labios después de aquella platica corta, sentir sus cálidos labios me volvía loco, sentí una de sus manos moverse lentamente por una de mis mejillas, y la otra en uno de mis muslos, llevé una de mis manos a su cuello y continuamos aquel beso que era lento pero se sentía tan bien como la primera vez.
De un momento a otro se detuvo y solo estaba pagada a mi rostro, mis labios rozaban con los suyos pero no había ningún movimiento.
L: ¿Todo bien? - dije en la misma posición con los ojos cerrados.
M: Lando - hizo una pausa  - creo que... te voy a extrañar - susurró en mis labios.
L: Definitivamente también te voy a extrañar - dije acariciando su cabello con una de mis manos, abrí mis ojos y me encontré con los de Madisson, nos miramos por unos segundos, este era uno de esos momentos en los que quieres que el tiempo se detenga, tenía a la chica más hermosa que había visto en toda mi vida frente a mis ojos, con los labios entreabiertos mirándome fijamente, no resistí más y la volví a besar.
Sentí que una de sus manos estaba en mi cabello y la otra continuaba en mi muslo, se sentó sobre mis piernas y llevo ambas manos a mi nuca mientras hacía círculos con su cadera lo cual me volvió loco, pude sentir como toda mi sangre se dirigía a un solo lugar de mi cuerpo, la tomé por su cintura y me separe de sus labios para depositar besos en su cuello acompañados de algunas suaves mordidas en sus clavículas, podía escuchar como suspiraba del placer que le provocaba y eso me exitaba más, metí mis manos debajo de su blusa y acariciaba su delgado abdomen que era muy suave y cálido, seguí dejando besos por su pecho hasta llegar a sus senos, decidí continuar con las suaves mordidas y parecía que le gustaba, me acercaba cada vez más a su pecho y me apretaba contra ella, decidí desabrochar su sujetador y creo que fue un gran alivio para ella, tomó mi rostro entre sus manos y nos miramos por un segundo, se lanzó a mis labios mientras continuaba con él movimiento de su cadera sobre mi erección, esta chica me va a volver loco.
Se separó y se quito bruscamente la playera junto con el sujetador dejando ante mi, su torso desnudo el cual despedía un olor a vainilla, me miró con una sonrisa en el rostro, miró mi abdomen y sabía lo que quería, me quite la playera y sonrió aún más como su hubiera tenido una victoria, me miró por unos segundos y sonrió para después besarme, la tomé por la cintura y la guíe hacia la cama, me levante y me despoje del resto de mi ropa y ella hizo lo mismo, ambos estábamos preparados para la parte final me recosté sobre ella y la bese tiernamente, quería que fuera lento, quería disfrutar al 100 esto, no quería que fuera algo rápido y pasajero, realmente quería detener el tiempo, acariciaba su cintura suavemente causandole algunos escalofríos, mientras sentía sus manos en mi espalda cuando finalmente me abrí paso de entre sus piernas inmediatamente solté aire y ella también, esta vez fui lento, entraba y salía de ella disfrutando esa agradable sensación que me brindaba, ella acariciaba mi abdomen estimulandome cada vez más, y esa noche entre besos y algunos gemidos tuvimos la mejor despedida que pudimos haber deseado.