CP67. PARA SIEMPRE

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POV'S LANDO
Mirando a la pequeña mano de Madisson sobre la orilla de aquella cama blanca, me doy cuenta que así es como ella lo vivió hace unas semanas atrás conmigo.
Lleva 3 hrs dormida y aún no despierta de la anestesia. Comienzo a sentirme un poco impaciente así que me levanto y escribo un mensaje rápido a Valeria, su mejor amiga, para preguntarle si ya ha llegado, segundos después de enviarlo responde que ya lleva un rato afuera.
La culpa comienza a comerme vivo, mi mente repite una y otra vez que esto es culpa mía, debí hacerle caso cuando dijo que el dolor de espalda la estaba matando, debí preocuparme y hacer algo. Paso mis manos por mi cabeza recordándome lo estúpido que soy por esto, miro por la ventana y una tormenta se acerca, parece que lloverá bastante fuerte en un rato, los mensajes de mi madre preguntando el por qué no estuve para la terapia iluminan ahora mi celular y solo puedo ignorarlo y dejarlo caer sobre el sillón que hay. Ella se ve tan tranquila, parece que finalmente el dolor se fue y ahora solo queda un gran y horrible vacío en nosotros.
Le doy un trago a mi botella de agua para después soltarla junto al celular, miró mi pie y siento un poco de dolor pero lo ignoro, humedezco mis labios para después recordar cada una de las palabras que dijo la doctora, cuando me doy cuenta necesito un pañuelo y repito por millonésima vez "Es tu culpa Lando, eres un imbécil"
Me acercó a la puerta a depositar el papel en el bote de basura cuando su frágil voz penetra mi ser
M: ¿Lando? - pregunta a mis espaldas
L: ¿Como te sientes? - pregunto y rápidamente me acerco a su lado y tomó su delicada mano
M: ¿Qué pasó? - podía ver que estaba confundida, su mirada lo decía todo - ¿está todo bien? - me miraba detenidamente mientras yo negaba con la cabeza - ¿como que no? - pregunta
L: Tienes que estar tranquila, lo que te voy a decir no es fácil - con su mano ejerce un poco de presión sobre la mía - Madi - paso mi mano lentamente peinando algunos cabellos que se han colado a su frente - hace unas horas te dolía mucho la espalda y mencionaste que también tenías colicos - me miraba atenta - luego te diste cuenta que - desvíe la mirada recordando lo sucedido
M: ¿De qué? - preguntó
L: De qué - la mire - tenías un ligero sangrado - sus ojos de abrieron de par en par y me miraba atenta - luego los calambres empezaron a seras fuertes, no podías mantenerte de pie, así que te traje hasta aquí y - mire nuestras manos
M: No - sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas mientras asentía lentamente - dime que no - ella negaba mientras las lágrimas corrían por sus blancas mejillas, la tomé entre mis brazos y la sostuve ahí por unos minutos, su llanto me dolía, verla así no me gustaba en lo absoluto.
Después de unos minutos comenzó a tranquilizarse un poco más, su agarre hacía mi, ahora era más suave
M: ¿Que pasó? ¿Por qué fue? - se separó rápidamente de mi y limpió su rostro mientras la observe por algunos segundos más - Lando, dime
L: La doctora mencionó dos factores que influyeron - dije mirando mis manos - el primero, el embrión no estaba bien adherido al útero - dije
M: ¿Y el segundo? - insistió
L: El segundo... - hice una pausa ya que sabría que lo que diría le dolería bastante
M: Vamos dime - me miraba atenta
L: Estás... - la mire a los ojos - muy por debajo del peso ideal para un embarazo de 8 semanas - se dejó caer en el respaldo de la cama mientras me miraba
M: Fue mi culpa - dijo en seco
L: No, acabo de decir que fueron dos factores, no fue tu culpa - tome su mano y con la otra limpiaba las lágrimas
M: Claro que lo es - negaba - debí haber comido mucho más como dijiste, lo debí haber hecho, es que - soltó mi mano - fue mi culpa - su llanto era fuerte y cubría su rostro con sus manos, deje que llorara por algunos minutos
L: Lo volveré a decir - dije mientras ella seguía cubriendo su rostro - no fue tu culpa, no había forma de saber si todo iba bien, dije que veríamos a un especialista y en todo caso la culpa es mía por no haberte llevado - dije y ella no hizo ni dijo nada - deja de pensar que fue tu culpa por que no lo es ¿ok? - dije buscando su mirada
M: ¿ahora que? - me miró, sus ojos estaban rojizos y también sus mejillas
L: Estarás en observación el resto de la noche, mañana por la tarde podremos irnos - dije y ella asintió entendiendo lo que dije - ¿Quieres algo de cenar? - tomé su mano y negó rápidamente
M: Lo siento, lo siento mucho - sus tristes ojos me miraban fijamente
L: No, no tienes nada que sentir, no es culpa tuya - la abrace hacia mi pecho y rápidamente me abrazo también - tenemos mucho tiempo para eso, tu y yo estaremos juntos toda la vida, ¿recuerdas? - deposité un beso en su cabeza - así que tenemos mucho tiempo para volver a intentarlo - dije
M: ¿Lo prometes? - me miró
L: Lo prometo - sonreí - tendremos todos los que quieras - la miraba - esto solo es una pequeña piedra en nuestro camino, al principio fue un mal trago de boca, luego lo aceptamos pero al final la vida siguió su rumbo, y simplemente no es el momento Madi - ella estaba espectante a mi
M: Tal vez tienes razón - dijo abrazándome nuevamente
L: ¿Tal vez? No, la tengo, así que no te preocupes ahora, todo pasa por algo y después de esto volveremos ahí afuera mas fuertes que nunca, saldrás ahí a callarle la boca a la estúpida de Olivia que es una pesada, y yo ganaré muchas carreras y siempre te dedicaré todas, siempre las festejare contigo, siempre Madi - dije acariciando su espalda
Se separó de mi y me miró
M: ¿Para siempre? - su dedo meñique se posó frente a mí
L: Para siempre - extendí el mío e hicimos una promesa irrompible, bese sus suaves labios y dejé que entrará por un rato.

LANDO NORRIS | ¿DESTINO O CASUALIDAD? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora