Capítulo 20

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Capítulo 20

Y ahí si...

Max: ¡Paaaapi!! (Nadando hacia ellos)

H: ¿Por qué bajaron sin mí, eh...?

Max: papá, tú dormías... (Abrazando las piernas de su padre)

H: podían esperarme... Despertarme... (Revolviendo el cabello mojado de su hijito)

Max: Mamá dijo que no porque debías descansar... (Alejándose con rumbo a la mitad de la alberca)

V: es cierto... Te veías muy cansado... (Sintiendo la mano de él vagar por su espalda baja desnuda)

H: nada más lógico si la señora no me dejó dormir en toda la noche... (Riendo al recibir un manotazo)

V: baboso... Pídele prestado el altavoz al salvavidas para que se lo cuentes a todos...

H: es un chiste, mi amor... Pero también fue cierto, ¿Hmm...? (Besándole un hombro y luego la mejilla)

// Victoria volteó la cabeza hacia él para encontrarse en un dulce beso... Acaramelados más que de costumbre... Sobre todo después de una noche intensa, llena de pasión y amor...

H: te gustó... (Besando la mano con el anillo que le regaló la noche anterior precisamente)

V: me fascinó...

H: eso es un detallito en comparación a todo lo que tú te mereces...

V: yo también compré algo para ti...

H: ¿Y dónde está...?

V: te lo daré mañana...

H: Victoria...

V: ¿Necesito decir de quién aprendió Max a ser impaciente, doctor??

H: un adelanto al menos...

V: estoy segura de que va a gustarte...

H: también lo creo...

V: óyeme... ¿Y bajaste así sin camisa??

H: no... La dejé junto a las demás cosas...

Nadar e interactuar con delfines, una fantástica experiencia por la que todos debíamos pasar.

Ya Heriberto lo había hecho en infinidad de veces anteriormente, y le dio la oportunidad a que Victoria lo hiciera con Max, quedándose él con la niña.

Al estar solo, aprovechó para realizar una llamada telefónica a un psicólogo experimentado y amigo de su padre.

Realmente estaba preocupado por la reacción de su esposa en el aeropuerto aunque no había querido insistir.

Le contó el caso en tercera persona, con la mayor cantidad de detalles que pudo dar sin que supieran que se trataba de Victoria.

>>> Al teléfono...

Psi: la mujer de quien me hablas es sin dudas un ejemplo de fortaleza, Maximiliano...

// ¿A quién no habían confundido con su progenitor?? Y con mayor razón cuando la voz de ambos era idéntica... Algo más que heredó Heriberto...

Psi: la mayoría de las mujeres que pierden un hijo también lo hacen con la razón...

H: mi intención es ayudarla para que eso no suceda... Nunca...

Psi: el hecho de que tenga otros hijos y un marido ayuda bastante... Dices que siguen buscando a la niña, ¿no?

H: si... Hace casi 3 años...

TRES PALABRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora