Capítulo 9 - PARTE B

1.6K 104 14
                                    


Parte B

Al llegar, Heriberto pasó a bañarse, el ambiente de la discoteca les impregnó el humo en la ropa y en el cabello...

Con el corazón acelerado, Victoria entró en el cuarto de baño, se quitó la ropa y abrió la puerta de la ducha.

Estaba más guapo de lo que había imaginado, su cuerpo corpulento empapado de agua...

H: Victoria... ¿...?

V: Puedo acompañarte... ¿...?

H: por supuesto...

Era la primera vez que por iniciativa propia, ella se metía a la regadera con él...

Con una mano, le subió el mentón para que lo mirara a los ojos... Entonces se acercó y sus labios bajaron hasta encontrar la boca de Victoria... Un dulce beso pero apasionante que le robó el aliento, la razón y por supuesto el habla...

Devorándola con su boca masculina... Rozando cada músculo varonil contra la tierna piel de ella, llena de dulces curvas...

Él pasó la esponja empapada con jabón líquido por sus pechos, sus pezones, sus muslos...

Y mientras su marido la tocaba, Victoria pensó que iba a perder la cabeza....

Luego siguió pasando la esponja por su estómago, sus caderas, el lugar entre sus piernas...

Le dio media vuelta, teniendo más acceso a besar libremente el cuello, el lóbulo de la oreja... Entonces Heriberto dejó caer la esponja al suelo y atrevidamente pasó las manos hacia el frente...

Asió gentilmente sus pezones con dos dedos... Tirando de ellos al mismo tiempo hasta que se irguieron, amasándole y acunándole los senos con las manos, teniendo la espalda de su mujer pegada completamente a su cuerpo... Rozándola con su dureza... Acariciándole el vientre y bajando... Pero la perdición de Victoria fue al sentir una mano habilidosa colarse en la unión de sus muslos... Donde llegaban todas las sensaciones nerviosas que él despertaba con tan solo susurrarle al oído...

V: te deseo mi amor... Ahora mismo... (Con la tortura recorriéndole todo su ser)

H: espera... Espera un poco mi vida... (Hurgando tan íntimamente como solo él había hecho mientras le mordisqueaba el cuello)

V: no... No puedo... (Ya con dificultad para hablar)

H: ¿Me deseas, Victoria...?

V: mucho... (Virando la cabeza para atrapar su boca en un beso)

Y lo que ambos necesitaban sentir era el cuerpo masculino tomando posesión del femenino.

Así que ella giró completamente su cuerpo entre los enérgicos brazos, deslizó las manos para poder agarrarse de sus hombros y él la cargó, ahora sintiendo su dura longitud contra el vientre, mientras le envolvía las piernas en las caderas...

El cuerpo vigoroso estaba tan tenso, pero todo debido al deseo que lo estaba extinguiendo...

Victoria buscó la fuerte mandíbula y el poderoso cuello de su marido para besarlo... Mordisqueándolo como él antes hizo con ella...

Empujó contra ella, que lo recibió cuando embistió más profundamente, fusionando su cuerpo con el de él... Adaptándose instintivamente a la intromisión tan placentera de la que era víctima...

Apacibles pero largas estocadas que los estaban arrastrando hacia un estupendo éxtasis... Sus caderas presionando posesivamente sobre las de ella...

TRES PALABRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora