Capítulo 95

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Capítulo 95

Todo sucedió muy deprisa, la organizadora de bodas avisó a los invitados que ya debían entrar pues la novia haría ya su entrada...

Leonela siguió a los demás invitados, no sin antes advertirle a Heriberto que se verían en la fiesta...

Y él, todavía estaba algo nervioso cuando Victoria se acercó...

V: esa no era... ¿...??

H: Leonela...

V: ¿Y qué hace aquí??

H: supongo que fue invitada a la boda... No estarás celosa de ella... ¿Verdad??

V: no... Claro que no... Y ya vámonos... Tenemos que entrar... Martín, vamos ya mi vida...

Mar: nu mami... Nu... (Entretenido en su supuesto juego)

V: para eso querías que aprendiera a hablar, ¿eh...?

H: oye... (Dejando de lado por un momento al pequeño) Estás preciosa... ¿te lo dije...?

V: no...

H: a mí me parece que sí... Toda boda me recuerda a la nuestra, ¿Sabes...?

V: no... No lo sabía...

H: ahora ya lo sabes... (Apenas rozando sus labios con los de Victoria)

V: no quieres arruinarme el maquillaje... ¿...?

H: es mejor que no... Ni el peinado... (Besándole una mano esta vez) Martín. Nos vamos ya.

No le sorprendió para nada a Victoria ser testigo de lo obediente que el bebé era con Heriberto... Porque así eran sus otros hijos, en cambio con ella... Era otra la historia...

Ya en la fiesta...

Leo: primera vez en todo el día que te veo solo... (Apareciendo con una copa detrás de Heriberto)

¿Solo??

Los gemelos revoloteaban cerca de él, mientras Victoria fue al baño a cambiar al bebé con la ayuda de Bella...

H: rara vez estoy solo... (Negándose a recibir la copa que Leonela le ofrecía)

Leo: ¿Ni por nuestro hijo vas a hacer un brindis...?

Por su hijo... ¿Qué no se hacía por los hijos??

Heriberto terminó aceptando la copa...

H: ¿De cuándo acá tanto amor por Max??

Leo: es mi hijo... A pesar de todo lo que he hecho...

Lamentablemente... Era eso lo que Heriberto hubiera querido decirle...

H: un poco tarde para acordarse...

Leo: ¿No dicen por ahí que nunca es tarde...? Brindemos Heriberto... Por nuestro hijo...

Más que por el brindis, él iba a beber de la copa porque la necesitaba... Ese repentino amor maternal de Leonela no le gustaba para nada...

De pronto sintió doble peso en su espalda, 2 monitos como acostumbraba a llamarlos cuando hacían eso... Felipe y Alex se le montaron por la espalda por sorpresa, era el juego brusco que tenían con el papá...

Naturalmente, por el movimiento y el peso, la copa llena se le cayó a Heriberto... Y como si hubiera sido planificado, el líquido le chispeó en el vestido a Leonela...


^^ Un rato más tarde...

Isab: papi, ¿Por qué los hombres no bailan??

TRES PALABRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora