Kasia.
Al entrar a la enorme sala principal aproveché para darle un rápido vistazo a las bolsas que traía en mi mano con las compras que Alana había hecho. Solté una risa burlona al ver que casi todo era o blanco o rosa, típico de una chica Disney como ella.
Fruncí el ceño al ver en una de las bolsas una muñeca, no entiendo para que compró un juguete, tengo entendido que la hermana de Iker, Isabela, se fue con sus padres a Irlanda, además, Alana no hizo mucho detenimiento en la niña.
___Alana llegaste___dijo una vocecita a lo lejos, levanté la cabeza encontrándome con una niña de cabello color caramelo y un vestido de princesa, creo que era la de la bella y la bestia, no lo sé, soy un desastre para esas cosas.
La pequeña bajó las escaleras prácticamente corriendo y con una gran sonrisa se acercó a mí, no pude evitar sonreírle también, era muy tierna.
___¿Compraste algo para mí?___dijo mirando las bolsas con disimulo.
Así que para ella era la muñeca, a la tonta de Alana se le olvidó el importante detalle de que la pequeña Mac Carthy está en esta casa, eso es lo que pasa cuando trabajas con incompetentes.
Iba a responderle a la niña cuando otra voz, mucho más gruesa, invadió el lugar.
___¿Isabela que modales son esos? Si Alana se trajo algo ya te lo dirá___fijé mi mirada en aquel irlandés que bajaba esas escaleras, a mi parecer, en cámara lenta.
Y no era nada del otro mundo eh, dijo la vocecita en mi interior.
___Perdón___dijo la niña apenada.
Yo solo podía mirar a ese hombre, estaba en lo correcto cuando dije que era muy imponente, tenerlo frente a mí y que me esté mirando a los ojos es mucho más intenso que verlo de lejos o en fotografías.
___Iré a la empresa___me dijo___espero que hayas disfrutado tus compras___ solo pude asentir ya que las putas palabras habían desaparecido de mis labios.
Iker me miró extraño por un momento para luego acercarse a mí, por instinto retrocedí pero luego me di cuenta de lo tonto que había sido ese gesto, sonreí nerviosa.
___Perdón___me disculpe con voz baja, volvió a acercarse y dejó un pequeño beso en mi frente para luego seguir caminando hacia la salida.
Mis mejillas estaban levemente sonrojadas y mis ojos abiertos como platos, creo que ese ha sido el gesto más tierno que han tenido conmigo en toda mi vida y no exagero, ser miembro de Elite tiene como consecuencia que no tenga relaciones amorosas con nadie.
Espera..¿amorosas dije? Oh dios, venga ya Kasia, no llevas ni media hora en esta casa y ya andas despistada, enfócate.
Noté como la pequeña me miraba a mí y a las bolsas repetidas veces, se balanceaba de atrás hacia adelante y jugaba con sus manos, sonreí con ternura, me acerqué a ella y acaricie su mejilla con cariño.
___Compré un regalo muy hermoso para ti___sus ojitos brillaron al escuchar mis palabras___vamos a mi habitación y te lo enseño___asintió con emoción___ve tu adelante___me obedeció dando saltos de alegría.
Bueno al menos no se dio cuenta de que no tengo ni idea de dónde queda mi supuesta habitación, luego tendré que dar un recorrido por la casa para saber dónde está cada cosa puesto que ahora mismo no sé ni donde queda el baño.
Al entrar a la espaciosa habitación la niña se lanzó a la cama, todo estaba decorado entre blanco y gris, parecía más bien una habitación de hotel, todo demasiado frío y sin color.
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Eres tú
ActionMi nombre es Kasia Müller, tengo veinticuatro años y soy alemana. Pertenezco a una asociación llamada Elite de la cual muy pocos conocen y que se ha convertido en mi trabajo desde que tengo dieciocho, aunque fui educada por el líder lo cual convirt...