CAP 10

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Kasia.

Al llegar al club de tenis nos recibieron dos mujeres finamente vestidas con un vestido color coral y cabello sujeto en una apretada cola de caballo.

Nos dirigieron a un lugar apartado, decorado con luces por todas partes y tonalidades suaves.

Iker y yo teníamos nuestros brazos entrelazados y puedo decir que hacíamos muy buena pareja, pero claro, esto es solo teatro.

Ana se acercó a nosotros con una mirada juzgadora hacia mi atuendo.

___¿Era eso lo mejor que tenías para esta noche?___preguntó al acercarse a mí, eso me hizo enojar, iba a ponerla en su lugar pero antes de que dijera cualquier cosa Iker habló.

___Para mí está hermosa, la más hermosa de todos aquí___lo miré un poco sorprendida, no esperaba ese comentario pero me agradó ver como Ana tuvo que morderse la lengua, siempre tratando de agradarle a Iker.

___Bernardo está por la mesa bufé, ¿por qué no lo acompañas?___le dijo la arpía venenosa.

___Esta bien___dijo Iker con fastidio, está muy claro que no es la clase de compañía que prefiere___no pierdas los estribos, recuerda que eres Alana ___me susurró en el oído junto con un beso en la mejilla para luego marcharse.

Me reprendo mentalmente por haber estado a punto de meter la pata, por más distintas que sean nuestras personalidades debo asumir el papel de Alana con profesionalismo, aunque eso signifique agachar la cabeza ante todo, debo hacer esto bien porque otro error y me sacarán de la misión.

___Ven, las demás están por allá___ señaló Ana a las demás señoras cotillas, me tomó del brazo y me arrastró con ella hacia las otras.

___Alana___gritó Irma al verme___ estás hermosa___sonreí soltándome del agarre de Ana lo más delicado posible.

___Gracias Irma, te digo lo mismo___ sonrió dándole un mordisco a un dulce que tenía en la mano.

___Si sigues comiendo de esa manera horita no entrarás en ningún vestido ___ le dijo Charlotte con cara de repugnancia.

___De por sí ya se ve horrible, como un barril___dijo Hilara bebiendo de su champán.

Estas señoras eran demasiado crueles, incluso con sus propias amigas utilizan la discriminación.

Pero seamos realistas, solo un completo ingenuo pensarían que son amigas, ellas solo se hablan entre sí porque están en la ''alta sociedad'' pero en realidad se odian mutuamente lo que las convierte en las señoras más hipócritas de Estados Unidos.

Al ver la cara de Irma y como dejaba su postre en la bandeja me enfurecí, no tienen derecho de hacer sentir inferior a nadie, por más dinero que tengan.

Así que tomé dos trozos de pastelitos y les di grandes mordidas hasta terminar de devorarlos, todas me miraban asombradas por mi acto.

___Están deliciosos, no saben lo que se pierden___tomé dos más, le extendí uno a Irma que lo tomó gustosa y me quedé con el otro___además por esto nadie va a engordar, de ser así creo que nadie en esta fiesta estaría en forma___Irma soltó una pequeña risita mientras Ana me miraba con desaprobación, que se vaya a la mierda.

___Gracias___me susurró Irma a lo que le sonreí, al parecer ahora soy la defensora de los pobres, bueno ni tan pobres.

Hablando de defensora, a lo lejos veo como Iker se contiene para no callar a Bernardo de un solo puñetazo, debe ser agotador soportar a alguien tan insignificante como él, así que sin saber realmente por qué me importa lo que le pase decido acercarme y sacarlo de su miseria.

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora