Kasia.
Ya han pasado algunos días desde aquella fiesta, aquel beso y aquella conversación en el porche del rancho, mi relación con Iker está normal e incluso puedo contar con los dedos de una mano las veces que hemos hablado.
Ese beso fue un error, independientemente de lo que estoy comenzando a sentir, por lo que decidí poner mis sentidos solo en lo que debería importarme, mi misión.
Y fue mayormente por eso que Iker y yo a penas cruzamos palabras, también él ha mantenido una actitud un poco desinteresada para conmigo, sé que es lo que intenta, quiere hacerme ver que yo no le importo aunque ambos sabemos que no es verdad.
Pero eso es algo que no pienso impedir, mejor que nos ignoremos y así no me distraigo más de mi objetivo, tal vez de ese modo duela menos cuando deba irme y olvidarme de esta vida de la cual ya me estaba acostumbrando.
He aprovechado estos días para detallar cada cosa que aparece en la ficha de mi próxima víctima e idear un plan perfecto, esta vez no será tan fácil como con Max, el nivel va subiendo.
Mi próximo objetivo es Antonio Walton, dueño de un bar repleto de prostitutas y tráfico de mujeres, no es tonto y se le dan bien los negocios pero como todo ser humano tiene un punto débil, apostar.
Y aunque ha mantenido un cierto control hasta ahora un apostador siempre puede perder la compostura y rebasar su límite.
Y es obvio que ningún hombre de su calaña se resistirá a una mujer por lo que fusionaré mi encanto y seducción junto a mis habilidades en el póker, estoy segura de que lo tendré comiendo de mi mano antes de la media noche.
Había ido a comprar al centro comercial lo necesario para esta noche, pues visitaría un casino que frecuentaba Antonio.
Es un hombre de unos cincuenta y tantos, sin embargo no es el típico panzón que siempre lleva un puro en los labios y tiene cicatrices en el rostro, Antonio tiene aspecto de un hombre de negocios pulcro e inteligente.
Aunque lo último no le servirá de mucho pues cualquier inteligencia es anulada cuando un hombre se interesa por una mujer, y yo haré que se interese en mí, utilizaré todos los recursos y medios de seducción que he aprendido en toda mi vida.
Luego de pasar a saludar a Isabela en su cuarto fui directo al mío pues tenía que repasar una vez más el plan, pero al entrar cualquier cosa que tuviera pensada hacer fue remplazada por una hoja en blanco.
Había perdido el enfoque tan solo con ver a semejante irlandés enfundado en un elegante traje negro con pajarita color marrón y mocasines relucientes y brillantes color negro.
Sabía que tenía que disimular si no quería que Iker notara mi babeo por él pero me era imposible apartar la mirada de ese cuerpo esculpido por los dioses.
¿Dios mío por qué eres tan cruel, no lo podías haber hecho más feo y menos sexy?
Cerré la puerta y me recosté sobre ella para tratar de adoptar una postura relajada, pero era obvio que estaba embobada por ese hombre.
Iker volteó a verme por unos cortos segundos para luego volver a poner su atención en el espejo donde admiraba su figura o donde tal vez se burlaba de mi estado de ensoñación mientras me torturaba con semejantes vistas.
___¿Saldrás?___pregunté tratando de sonar casual y desinteresada, y fracasando en el proceso también.
___Umju___afirmó con un sonido nasal___iré a un casino___estaba mirando mis zapatos como si fuera lo más interesante del mundo para evitar seguir con la tortura.
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Eres tú
ActionMi nombre es Kasia Müller, tengo veinticuatro años y soy alemana. Pertenezco a una asociación llamada Elite de la cual muy pocos conocen y que se ha convertido en mi trabajo desde que tengo dieciocho, aunque fui educada por el líder lo cual convirt...