CAP 26♥️

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Kasia.

Mis ojos se mantenían cerrados mientras movía mis caderas y acariciaba mi pelo al ritmo de Born to the Night de Ava Max.

No sé cuántas canciones llevaba ya bailando, solo sé que al paso de cada una iba liberando más tensión y me sentía cada vez más en el aire, a eso también hay que agregarle las innumerables bebidas exóticas que me traía Iker cada cierto tiempo, según él para que me soltara más.

Y hablando del rey de Roma, volteé con una sonrisa al sentir unos pequeños toquecitos en mi hombro, y ahí se encontraba Iker, con su camisa negra con varios agujeros por todo su alrededor, unos jeans negros y su cabello despeinado dándole un toque de chico malo sexy.

___Próxima ronda___dijo extendiéndome una copa con un líquido azul, ni siquiera le pregunté qué era, dejé de hacerlo luego de la cuarta copa, sin embargo no eran tan fuertes, o era eso o yo tenía una tremenda tolerancia al alcohol, lo cual era cierto.

Tomé la copa y quité la pequeña sombrillita tirándola a algún lugar arrancándole una carcajada a Iker que se escuchó muy bajita debido a la música.

Bebí un poco y me acerqué a su oído para que me escuchara.

___Espero que tu brillante plan no se tratar de emborracharme para luego aprovecharte de mí___sentí su pecho vibrar de la risa, le sonreí con coquetería mientras bebía más de mi copa.

___No creo que necesite emborracharte para tener algo contigo Kas___me susurró de la misma manera en la que yo lo había hecho.

Apenas hoy había comenzado a llamarme de ese modo, Kas, y debo confesar que era tan sexy como tierno.

Iker tenía mucha razón, no era necesario que ninguno de los dos estuviéramos bajo los efectos del alcohol para llegar a algo más, pues el deseo y pasión que sentíamos era bastante visible.

___Baila conmigo___le dije al terminarnos las bebidas, dejó las copas en la barra y se acercó a mí colocando sus manos alrededor de mis caderas.

Rodé su cuello con mis manos y me acerqué más a él, necesitando su calor y su aliento chocar con mis labios.

Nuestras bocas se encontraban a centímetros de distancia y nuestras miradas se negaban a apartarse de los ojos del otro.

Comenzamos a movernos a ritmo de Go Crazy de Chris Brown, nuestros movimientos eran lentos y rápidos, sensuales y descarados, incluso eran tan íntimos que era como si estuviéramos teniendo sexo con ropa.

Se sentía tan bien estar de ese modo con Iker sin tener que fingir nada, sin tener que andar ocultando lo que sentimos el uno por el otro.

Volteé colocándome de espaldas, me atrajo a su pecho, rozando mi trasero con su pantalón, mostrándome lo excitado que estaba y eso solo me calentó más.

Me moví despacio y con profundidad, sacándole gruñidos y gemidos que me resultaban la melodía más maravillosa que haya escuchado.

Abrí los ojos y observé mi entorno, gente bailando por todas partes, riendo, divirtiéndose, bebiendo, enrollándose.

Y ahí estaba yo, con un chico guapo bailando en un antro, divirtiéndonos y bebiendo de todo.

Por una maldita vez en mi vida me sentí alguien normal haciendo lo que hacen las personas normales, olvidé todo y solo disfruté, solo fui la que siempre quise ser, fui libre.

Y el responsable de eso era él, ese irlandés que creí engreído en su tiempo, quién taché de egocéntrico y frío, quién nunca imaginé que sería dueño de mi corazón y de todo mi ser.

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora