Kasia.
Max intentó llevarme a su departamento, pero no se lo dejaría tan fácil, así que le dije que me llevara al hotel donde me estaba quedando y luego de refunfuñar decidió hacerlo.
Al detenerse frente al hotel abrió la puerta de copiloto y me ayudó a bajar.
___Que malo que la diversión duró tan poco___dijo con fingida tristeza.
Me acerqué a él sin que lo esperara y lo acorralé contra su auto, me miró asombrado y con mucha lujuria, está acostumbrado a tener el control pero no parece molestarle cedérmelo.
___¿Quién dijo que la diversión acabó?___pasé mi lengua por sus labios haciéndolo soltar un gemido de sorpresa y deseo, daba gracia que el que se creía León parecía un gatito indefenso ante mí___¿subes conmigo a mi habitación?___pasé mi mano seductoramente por su pecho provocando que respirara con dificultad.
___No me lo tienes que decir dos veces ___me tomó de la mano y me condujo hacia la entrada del hotel.
Al entrar al ascensor aproveché que estábamos solos y lo tomé de la camisa para besarlo con ferocidad, mi objetivo era dejarlo embobado, deseoso de más, debía causar gran impacto en él, que no fuera una más.
Él gustoso aceptó mi beso, ambos chupábamos y mordíamos los labios del otro, bajó sus dos manos a mi trasero y lo apretó con fuerza acercándome a él para que sintiera su erección.
No besaba mal sin embargo me sentía incómoda haciéndolo, yo no quería besar a este hombre, no quería fingir sentirme excitada por algo que solo me causaba repugnancia.
Esta no era la primera vez que tenía que tener contacto sexual con alguno de mis objetivos, ha habido veces en las que incluso he tenido que tener relaciones sexuales.
Sin embargo esta vez me sentía demasiado incómoda, la imagen del irlandés me llegaba a la mente y por más que intentara sacarlo de allí simplemente no podía.
Yo quería besarlo a él, no a este tipo, pero fui entrenada para no sentir en estos casos, para ser fría y efectiva y eso es lo que haría.
Las puertas del ascensor se abrieron, nos separamos para respirar, Max me sonreía embobado mientras que yo mordía mi labio.
Lo tomé de la mano y lo arrastré hacia la habitación que Fred había rentado para mí, abrí con mi llave y ambos entramos.
___Hermoso___dijo Max mirando el lugar, yo lo observaba desde la puerta, la pastilla le haría efecto en unos diez minutos, solo tenía que distraerlo en ese tiempo___ ¿Por cuánto tiempo te quedarás?___volteó a verme.
___Mañana me iré a otro hotel, este no me convence del todo___sonrió acercándose a mí.
___Vaya vaya, eres muy exigente, eso me gusta___le sonreí de vuelta, intentó acercarse a mí pero yo lo empuje hacia la cama haciendo que cayera sentado.
Con mi mano en su torso lo empuje para que se acostara, me subí a horcajas encima de él y coloqué sus manos en mi trasero.
___Me gusta lo mejor___dije para luego comenzar a besar su cuello mientras movía mis caderas sobre su erección.
___Dios…me tienes loco mujer___ susurró entre gemidos___nunca he conocido a una diosa como tú, eres todo lo que siempre soñé tener___ agarré en un puño su camisa y lo atraje hacia mí, haciendo que se sentara.
___Silencio___mordí su labio para luego volver a besarlo.
Me tomó del cabello haciendo que echara la cabeza hacia atrás, comenzó a manosear mis pechos, bajó las tiras del vestido y los liberó, dejando la parte superior de mi cuerpo expuesta ante él.
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Eres tú
ActionMi nombre es Kasia Müller, tengo veinticuatro años y soy alemana. Pertenezco a una asociación llamada Elite de la cual muy pocos conocen y que se ha convertido en mi trabajo desde que tengo dieciocho, aunque fui educada por el líder lo cual convirt...