CAP 25

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Kasia.

Me puse de pie como si tuviera un resorte en el trasero y volteé a ver a Alana con todo el odio posible, todo el que llevo acumulando con los años hacia su querida madre listo para ser descargado sobre ella.

___Eres tan ilusa que tienes la realidad ante tus narices y no quieres verla por el temor de que tu cuentito de hadas barato y ridículo acabe con un trágico final, entérate de una vez chica tonta, esa persona no te quiere a ti así como nunca me quiso a mí, le bastó solo una en su vida para utilizarla y así alcanzar el poder y la fortuna y desechó a la otra como lo haces tú con tus estúpidos zapatos de diseñador___Alana me miraba con los ojos cristalizados___a esa señora solo le importa una cosa y es nunca dejar de tener dinero para así poder dominar el mundo y de paso a las marionetas que están en él, porque eso eres tú, su marioneta, la cual usó para conseguir marido, la cual usó para tener un cuñado millonario y un futuro garantizado, la cual usó para destacar en la sociedad, la cual manipula incluso hasta para que se vista como ella decida y coma lo que ella considere correcto, ¿o me vas a negar que no fue ella la que te eligió tu vestido de novia? ¿te preguntó si te gustaba o te sentías cómoda con él? Es que ni siquiera se detuvo a pensar en si querías casarte o no con un hombre al que no conocías de nada. Deja de defender lo indefendible, entiende Alana, no te quiere, ni siquiera le importas, solo formas parte de esa fachada de vida perfecta que se esfuerza por mantener, abre los ojos una vez o llegará el momento en el que te perderás por completo y dejarás de ser Alana para convertirte en Ana Prince___y con eso me fui de ese lugar dejando a Alana ahogada en llanto.

¿Fui dura? Lo fui, ¿se lo merecía? No lo sé.

Desde pequeña me han enseñado a ignorar los sentimientos de los demás, en no pensar en si mis actos lastimarán a alguien, en solo actuar y defenderme.

Tal vez mucho de lo que le dije no era necesario, sin embargo alguien debía hacerle entender a esa chica que su madre no le importa nada más que ella misma, y si tenía que ser yo esa persona que le abriera los ojos pues que así sea.

Pero también tengo que confesar que no solo lo hice por alertarla, ella no me importa un carajo, lo hice porque de alguna manera pensé que si me desahogaba con ella sería como si lo estuviera haciendo con esa mujer, con Ana.

Pero sigo sintiendo la misma rabia, quizás incluso con más intensidad, sumándole un poco de remordimiento por Alana, joder es que no sé si hice bien, no me arrepiento pero sus lágrimas de dolor y esa insoportable amabilidad con la que siempre me habla y me sonreí hace que me deje un mal sabor de boca como la traté.

Tenía un lío hecho en la cabeza y solo deseaba estar sola pero claro, en mi vida yo nunca consigo lo que quiero y al parecer este día podía seguir empeorando.

Al salir como alma que lleva al diablo de la biblioteca fui interceptada por Gian, del cual había olvidado su existencia aun sabiendo que me sigue a todas partes por órdenes de mi padre.

___Justo a ti quería verte___dijo con una sonrisa maliciosa.

___No es el momento Gian___dije tratando de deshacerme de él, ahora solo veía rojo y suelo perder el control en estos casos.

___Pues lo tendrá que ser porque hay algo muy importante de lo que debemos hablar ___apreté mis manos en puños a los lados de mi cintura tratando de controlarme.

___Yo no tengo nada que hablar contigo___dije entre dientes, pasé por su lado chocando su hombro y pensando que la conversación había acabado ahí.

___¿Sabe el jefe que el irlandés está metiendo sus narices en la misión?___me detuve en seco abriendo un poco los ojos.

Maldecí para mis adentros porque había sido una tremenda tonta al no tener en cuenta al imbécil de Gian, a pesar de saber que me estaba siguiendo no pensé en  lo  que podría pasar si el notaba que Iker me estaba ayudando, tal vez porque subestimé la inteligencia del imbécil de Gian o simplemente porque no pensé que fuera a decir nada.

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora